Soy Pilgrim, de
Terry Hayes.
Por Raquel
Ferreras.
Soy Pilgrim es
una novela extensa (864 páginas), entretenida, trepidante, que te atrapa desde
la primera página. Los capítulos son breves y existen variaciones temporales de
presente a pasado (flashback). Los narradores son los dos protagonistas
principales: Pilgrim y El Sarraceno.
La novela da
comienzo cuando en un apartamento de Manhattan aparece el cadáver de una mujer
en una bañera, sumergido en ácido sulfúrico, con unos tomos de la guía
telefónica encima. Además, le han arrancado los dientes y destrozado la cara.
¿Cómo
identificar el cadáver? La primera ley de la ciencia forense es el principio de
Intercambio de Locard, y dice así: “Todo contacto con el perpetrador y el
escenario de un crimen deja rastro”. Pero aquí no hay Locard que valga. Todo
está más limpio que la patena.
Para solucionar
el caso, la policía echará mano de los conocimientos de un antiguo espía,
nuestro protagonista: Pilgrim, que actuará en plan CSI.
A continuación, saltaremos
en el tiempo a una aldea de Arabia Saudí, donde un niño de catorce años,
presencia la decapitación injusta de su padre. Un hecho que le marcará de por
vida.
Más tarde,
aparece en un vertedero de Damasco un sirio experto en biotecnología con signos
de tortura. Además, en una zona remota de Afganistán, son hallados los restos
de tres cooperantes internacionales, secuestrados y contaminados con una
sustancia bacteriológica en los huesos.
Con todos estos
ingredientes, da comienzo una historia donde el terrorismo biotecnológico jugará un papel esencial. A lo largo de la
novela se van construyendo tramas y subtramas donde los protagonistas
principales nos llevarán a construir un puzzle con las piezas repartidas por
medio mundo.
Lo mejor, el
comienzo y el último tercio. El único inconveniente que he observado es que la
línea temporal es algo caótica y que tiene conexiones y situaciones algo
forzadas.
Os recomiendo
que la leáis, con tranquilidad, durante unas vacaciones. Os va a entusiasmar.
1 comentario:
Gracias por la recomendación, en verano siempre viene bien tener varios libros a mano. No sabía que escribía novela.
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