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martes, 30 de agosto de 2022

Una novela de acción, acción y acción

 


Así define Alicia Arcas , que este verano Negro se estrena haciendo doblete, la última novela de Benito Olmo, en que descubriremos el lado oscuro de Frankfurt de la mano de un detective español y una adolescente turca, con el estilo y trama cinematográfico marca de la casa. Otra para la pila.


El Gran Rojo, de Benito Olmo.

Por Alicia Arcas.

 

Esta novela tiene dos protagonistas: Ramón Mascarell, un detective inmigrante español en Frankfurt que malvive con trabajos mal pagados y a destiempo y Ayla, una adolescente de 16 años, hija de inmigrantes turcos, que acaba de perder a su hermano  y se busca la vida como puede cuidando a la vez a su padre enfermo de alzheimer.

Olmo nos presenta una ciudad cruda y llena de fealdad. No hay glamour en el Frankfurt que nos presenta Benito. Los dos protagonistas van en busca de la misma persona a través de un estilo en el que el autor mezcla las dos historias, la de Mascarell y la de Ayla, con gran acierto porque sabe exactamente cuándo cambiar de una trama a otra entrelazando las historias de manera que el relato cobra agilidad. Es como leer una serie.

Me gustó mucho esta novela porque se me hizo corta. Me gustaron los personajes, la manera de contar las historias (no se va por las ramas con cavilaciones mentales de los protagonistas ni da la chapa moralista en ningún momento). Cada uno es como es y con lo que hay, es con lo que toca jugar las cartas. Esta es una novela de acción, acción y acción. También me gusta el toque de realidad que nos muestra Olmo  a través del lado más feo de la ciudad, sin querer embellecerlo aunque aparezcan personajes con alto nivel adquisitivo.

Yo, que prefiero leer novelas de agentes “oficiales “ de la ley porque me parecen más verosímiles a la hora de esclarecer un crimen y atrapar a los malvados y malvadas, me he sorprendido gratamente con  este detective inmigrante español y su “ayudante”.

Te animo a que te dejes sorprender tú también.


domingo, 28 de agosto de 2022

Una lectura diferente que no te dejará indiferente

 


Eso nos propone Almudena Torrijos, la historia de tres personajes llenos de aristas, tres monstruos  llenos de miedos y cicatrices. No apta para todos los públicos, pero precisamente por eso, no pienso perdérmela.

 

Cara de liebre de Liliana Blum

Por Almudena Torrijos.

  

Vamos a ser sinceros y claros: este no es un libro para estómagos sensibles. Tan poco para personas que solo quieren trama y sin profundizar en personajes. No es tierno, ni erótico. Y aunque el comienzo del libro te pueda hacer creer que se trata de un triángulo amoroso, sospecha del sexo, del deseo y del anhelo de sus personajes.

Son tres: Irlanda, a la que en el colegio bautizaron con el nombre de “cara de liebre” y a la que la cicatriz de su cara le ha hecho menos daño que sus compañeros de colegio. Tamara, una joven que trabaja depilando cuerpos en un spa mientras sueña con su carrera de pintora. Y Nick, un cantante mediocre venido a menos y que nunca llegó a mas, un narcisista mantenido por sus padres y la criada que lo cuidó de pequeño.

La historia: la de Irlanda marcada por el dolor, la rabia y la malicia acumulada por tantos años. Acaso alguien piensa que el “bulling” termina cuando acaba la escuela, o que no deja heridas más abiertas que las de una sierra. Irlanda sale de casa, con un cuerpo perfecto de esos que a los hombres dicen que les hace olvidar la cara. Por eso nuestra protagonista no sale a beber o a ligar, ella sale de caza.

Historia también la de Tamara, la de una chiquilla que suspira por ser artista, cuando su trabajo le condena a limar las asperezas de seres humanos que quieren ver su cuerpo más perfecto, menos astillado. Tamara que busca progresar en su vocación, en su deseo de ser amada, aunque sea por un mediocre como Nick. También busca ser esa familia normalizada de la que todos hablan para que no rumoreen a tus espaldas.

Y un narrador omnisciente que también nos lleva por los días de Nicolás, “Nick para las chicas”. Un ególatra que ni trabaja, ni estudia. Que vive a expensas de sus padres, al que su vieja criada aún le prepara la sopa. Un hombre con  anhelo de aplausos que no han llegado y pocas liturgias para seducir y conquistar. Un hombre que cuenta, como tantos otros con la impunidad que le da su familia y el dinero.

Liliana Blum presenta esta novela con una narrativa fluida y redonda. Un libro bien construido, donde nada se queda al aire, con todos los monstros expuestos en uno y otro personaje, con todos los miedos a cara vista.

La pregunta: ¿hay que leerlo? Sí. ¿Es sencillo de leer? Sí.

¿Me dará miedo? Yo no me quedaría a solas con una profesora de lengua en los próximos días, pero quién sabe qué guarda cada uno en el jardín de su casa. A caso sabes a qué se dedica cada uno de los profesionales que te atienden a lo largo de un día, o los que atienden a tus hijos.

¿Me dará asco? Bueno, cirujanos, carniceros, enterradores o forenses (entended que utilice el masculino gramatical) saben ejecutar su trabajo y seguramente pasaron días para acostumbrarse. A mí me ha impresionado, sí,  es algo “creepy” que dicen hoy en día, algo “espeluznante o estremecedor”

Confieso algo, si yo hubiera leído esta reseña no sé si querría leerlo. Pero yo, que he leído el libro, ahora quiero leer todos los de esta autora.


viernes, 26 de agosto de 2022

Hay Bartlett después de Petra Delicado

 


Eso es lo que demuestra la lectura propuesta por Leonilde Álvarez, sobre una política valenciana asesinada justo antes de testificar sobre la corrupción dentro de su partido, cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Ideal para estos últimos días de caloret.

 

La presidenta, de Alicia Giménez Bartlett

Por Leonilde Álvarez

 

Alicia Giménez Bartlett (Almansa, 1951), la “gran dama” de la novela negra española, que escribió la serie protagonizada por la inspectora Petra Delicado, que consta de 11 títulos, nos presenta a la presidenta de la Generalitat Valenciana, Vita Castellá, muerta en la habitación de un hotel de Madrid antes de declarar en el juicio por corrupción en el que están comprometidos altos cargos de su gobierno. Como interesa que no haya mucho ruido, se manda la investigación a Valencia, se declara secreta y se les encarga a dos novatas, las hermanas Miralles, que, sin ayuda, controladas y dirigidas se las tienen que ingeniar para descubrir al asesino de la presidenta.

Las policías protagonistas son muy distintas entre sí, con trayectorias vitales diferentes.  Encarnan el idealismo de la juventud; recién salidas de la Academia de Ávila se enfrentan a la corrupción política y económica que todos recordamos. Dos mujeres fuertes que encuentran recursos y fuerza la una en la otra, se complementan y se rebelan contra los que esperan que sean incapaces de dar un paso en la búsqueda de la verdad. El resto de personajes quedan definidos con pocas palabras y acompañan bien el relato.

El estilo es ágil, la escritora conoce el género y consigue una grácil lectura sin abusar de la adjetivación con gran expresividad en los diálogos, muy diferentes en cada una de las hermanas, que a ratos arrancan una sonrisa.

La trama está bien ejecutada y las referencias a la actualidad aumentan el interés en el tema. Transcurre entre Madrid y Valencia con descripciones reconocibles de las ciudades y los pueblos, con referencias a las naranjas, al olor del mar, la gastronomía y el saber vivir levantino.

En conclusión, si queréis saber lo que pudo ser y no fue, si queréis leer sobre dos mujeres empoderadas, sobre la corrupción política y sobre la esperanza de la juventud, leed esta novela, que además es divertida y deja un buen sabor de boca.


lunes, 22 de agosto de 2022

España negra y profunda

 


Allí se ubica la propuesta de Amparo Prados, en una aldea perdida con dos familias enfrentadas y Abel en medio del conflicto, atrapado entre lo que sabe, lo que no recuerda y lo que cree saber. ¿Será un nuevo Puerto Hurraco? Tendréis que leerla para descubrirlo.

 

Muerdealmas, de Santiago Álvarez.

Por Amparo “Ampoirot” Prados

 

Muerdealmas es una aldea en lo más profundo de la Tinença de Benifassá, que hace honor a su nombre. En este lugar se encuentra la finca, herencia que ha recibido Abel Lanuza de su tío Isaac, que le ofrece la oportunidad de reconducir su vida cuando sale del manicomio donde ha estado internado  durante 30 meses. Allí se instala con su mujer e hijo para retomar su vida cuando ve que el resto de puertas se le cierran.

Aquí tiene como únicos vecinos a la  familia Osset, los que controlan la comarca y han convertido el delito, en diversas variantes, en su medio de vida. Los Osset son rudos, crueles, con una forma particular y endogámica de vida, que no son ajenos a los conflictos por el poder dentro de su clan, Ibón es el mayor, cuestionado por sus sobrinos hijos de Ferrán, Ventisca la única hermana.

Los Osset tienen una familia rival, los Piedelobo, con los que arrastran viejas cuentas y actualmente tienen una pendiente por un negocio en común.

Abel parece conseguir paz en esta aldea junto a su familia, a pesar de que siente que allí ocurrió algo un verano que pasó con su tío,  que no consigue recordar, pero su encuentro con Ventisca Osset remueve algo en su interior. Intentando encontrar respuestas, indaga sobre el aparente suicidio de su tío y  se obsesiona con sus vecinos, mientras se convierte en un estorbo para ellos.

Los Osset y los Piedelobo se abocan a una guerra en un territorio que tiene sus propias reglas y Abel está en medio del conflicto, atrapado entre lo que sabe, lo que no recuerda y lo que cree saber.

La novela nos interna en el mundo de la salud mental y de cómo las venganzas reparten destrucción para todos, como dijo Confucio.


jueves, 18 de agosto de 2022

Una novela que demuestra que el tiempo no lo cura todo

 



Eso es lo que nos recomienda Esther Martínez, la última novela de Susana Hernández, ganadora del premio Auguste Dupin, una novela donde nada ni nadie es lo que parece pero todos tienen algo en común, que demuestra que el tiempo no sólo no cura, sino que puede enquistar las heridas. Una lectura diferente de una autora diferente.


Las lágrimas del caimán, de Susana Hernández

Por Esther Martínez

 

Sitúate en un pueblecito de la Costa Brava, una tarde lluviosa de 1993 y mira a dos chicos que se conocen, se ven, pero tienen planes diferentes: uno espera a su amigo y el otro a su padre. Solo aparece el padre.

Ahora, acelera el tiempo y páralo en Barcelona, en el año 2006. Karen es una escritora venida a más, con altibajos emocionales, pasando por una etapa de sequía cada vez más acusada. En el tema amoroso parece que le va bien con Edu, aunque sigue enamorada de su exmarido, Jacobo, un reputado psiquiatra, egocéntrico, que usa a las personas para conseguir todo lo que se propone sin tener en cuenta los sentimientos de nadie. Gaby, su asistente, una chica muy cualificada y su mejor amiga, acude a por ella para viajar a Londres y promocionar su última novela. Karen se despide de su amante. Ya no volverá a verlo con vida.

Muchos años pasan entre un escenario y otro, ¿cierto? Muchos personajes en tan solo 278 páginas unidas por un lazo que vamos descubriendo conforme avanzamos en esta intrigante novela.

Varios asesinatos tienen que ser resueltos por el sargento Campillo y su equipo, además de ordenar también sus vidas personales. Nada es lo que parece. Nadie es quien creemos que es. Todos tienen un vínculo común, absolutamente todos.

Susana Hernández, ganadora del III Premio Auguste Dupin de novela negra, nos hace recapacitar con Las lágrimas del caimán sobre un refrán que solemos expresar: “el tiempo lo cura todo”. Esta historia nos demuestra que no es cierto. Muy al contrario, me atrevería a decir que el tiempo puede empeorarlo todo. Nos da tiempo para pensar, tener paciencia cuando hemos sido dañados de forma brutal. Nos convierte en caimanes, esperamos nuestro momento para actuar, sin derramar ni una sola lágrima. La venganza es un plato que se sirve frío, pero con mucho cuidado en su preparación.


lunes, 15 de agosto de 2022

Mucho más que Diez Negritos 2.0

 


Merce Portero nos propone una lectura que no es lo que parece, un thriller sobre diez desconocidos asesinados en medio de la nada cuyos personajes, trama y desenlace dejan al clásico de Agatha Christie a la altura del betún, que resultó finalista del I Premio Paco Camarasa. Una lectura que ningún amante del género debería perderse, un  prometedor autor al que seguir la pista.

 

Los solitarios, de Álvaro Arbina

Por Mercedes Portero

 

 En una cabaña que parece caída del cielo, en medio de la nada, aparecen diez personas asesinadas de distintas partes del mundo. Así es como arranca Los Solitarios, de Álvaro Arbina. Nos sitúa en un escenario inhóspito y aislado, en el gélido invierno del norte del estado de Maryland, donde encontramos esta  cabaña de color rojo a la cual únicamente se puede acceder por medio de una avioneta. ¿Cómo han acabado ahí? ¿Qué mente criminal y perversa ha podido planear una masacre así? Estas son las preguntas a las que se deben enfrentar la pareja de investigadores encargada del caso, cuyo carácter no puede ser más opuesto: Emeli Urquiza, una policía treintañera de origen vasco que se encuentra en un momento de crisis vital y de pareja, y su compañero de investigación, Francis Thurmond, un personaje peculiar que sorprende con su forma de actuar. Aunque son como la noche y el día, Arbina consigue definir a cada uno de los personajes, dotándolos de una psicología propia, con un antagonismo que facilitará que terminen  teniéndose mutuo aprecio. Esta relación es uno de los mayores atractivos de la novela, ya que escapan al arquetipo del investigador y según se les va descubriendo van dejando un mayor poso.

La novela se desarrolla principalmente en dos líneas temporales: la investigación de los crímenes, que es la que marca el tiempo presente, y los flashbacks, que cuentan todo lo sucedido antes de los mismos, narrados como una serie de televisión, y gracias a los cuales podemos conocer mejor a los personajes. Estos saltos temporales marcan el ritmo de la novela y sirven como pretexto para ir encajando las piezas de este puzle. Una novela llena de matices y que conforme se van descubriendo los primeros datos de la investigación nos revelan que la mayoría de los involucrados tiene un oscuro pasado, el cual marcará el devenir de los acontecimientos.

Otro punto a favor de la obra  es el ritmo, cómo el autor va presentando los hechos y no deja nada al azar, y según te vas sumergiendo en la novela te hace querer más y más. Cuenta con sobresaltos que no te dejan impasible y que crean dudas y expectativas. La novela entretiene y consigue impresionar con el final, que os aseguro que sorprende y mucho.

Con esta tercera novela, el joven escritor Álvaro Arbina se está haciendo un hueco en el mundo literario. Hace un sorprendente cambio de tercio respecto a sus dos primeras obras, enmarcadas en el género histórico, La mujer del reloj (2016) y La sinfonía del tiempo (2018). Una obra que todo amante de novela negra tendría que leer. Así que no lo dudéis, y apuntad este título, porque no os vais a arrepentir.


miércoles, 10 de agosto de 2022

Un alegato negro en favor de la locura

 


Nuestra Ana Martínez está loca por una novela tan negra como inusual, tan poética como aparentemente sencilla, tan dura como tierna, que habla sin tapujos ni moralinas sobre la locura y otros tabúes sociales.  Puntazo para los locos, que diría el gran Ángel Martín.

 

 MORIR ES UN COLOR, de Mario Marín

Por Ana “Subira” Martínez Fernández

 

¿Se puede estar muriendo sin querer morirse? ¿Se puede vivir estando moribundo? Solo cuando se ha tocado fondo, cuando has dejado que te aplaste tu pasado y no has sabido salir del pozo, cuando has necesitado toda la ayuda posible…, solo entonces puedes contestar a estas preguntas y entender que morir es un color.  

Leí hace poco que los cuarenta y siete años son la edad más triste y desesperanzadora. En esta crisis de la mediana edad se encuentra Santi, onubense trabajador de Amazon, cuando le asaltan todos sus monstruos y se derrumba. Acaba interno en la planta de salud mental del Hospital Vázquez Díaz, donde conoce a Carmen, que lleva tiempo ingresada en esa misma planta. Con una pluma magistral, con un lenguaje sencillo y falto de falsa retórica, nos conduce Mario Marín por esas dos vidas, por sus entresijos, su pasado, su presente y su futuro.

No es una novela negra al uso, pero es una de las novelas más negras que he leído, porque te sumerge en el mundo de salud mental, con todos los prejuicios y falsas creencias que encierra, en ese mundo tabú que como sociedad nos empeñamos en ocultar. Es una historia dura, de las que te calan hondo y te apretujan el corazón, de batallas perdidas y desconsuelo. Pero también es una historia de amor y de amistad. El autor nos lleva por toda la crudeza de las vidas de los personajes de una manera dulce y poética, gota a gota nos va despejando el hilo argumental dejando la herida abierta, expuesta al lector, lista para cicatrizar. Porque este libro está lleno de ternura, de esperanza y de vida. El lector termina amando a estos “locos” y reflexionando sobre lo que de verdad importa. Es un alegato contra una sociedad deshumanizada, un alegato a favor de la locura.


viernes, 5 de agosto de 2022

Un thriller lleno de humor y crítica social

 


Piluca Martino nos propone una lectura refrescante del gran maestro y mejor amigo Carlos Salem, un thriller en que un grupo de carismáticos y bizarros investigadores tendrán que cazar a Nadie, un asesino en serie que está sembrando Madrid de cadáveres de delincuentes que han escapado a la justicia. Una novela negra cargada de humor y juegos de palabras, con grandes personajes y una trama absorbente. Imprescindible, especialmente para los que piensan que todas las novelas de género son iguales.

  

Los que merecen morir, de Carlos Salem

Por Pilar Martino

 

 ¿Siempre ganan los malos? Estafadores, abusadores, traficantes,…; todos culpables, todos inocentes para la Justicia, deslizándose por los agujeros que deja abiertos el sistema para quedar impunes. Pero Nadie los ha condenado y Nadie está matándolos. Nadie aplica la justicia de la que han escapado. Ellos son Los que merecen morir y Nadie es su ejecutor.  “Me llamo Nadie”, les dice, y les borra los rasgos de la cara y deja un cartel con este mensaje sobre su cadáver.

 No es hasta que aparece la cuarta víctima – el banquero más importante del país - que el gobierno reacciona. Para atrapar a este justiciero Interior resuelve crear la Brigada Especial de Crímenes Internacionales. Creyendo estos crímenes irresolubles, ponen al frente a Severo Justo - un policía con un expediente tan excepcional que lo han tenido que enviar a Bruselas para quitárselo de en medio -, y así tener a alguien a quien endilgarle el fracaso. Severo Justo volverá a Madrid para resolver el caso y suicidarse en cuanto acabe la tarea.  

Severo reúne a su alrededor a la que empiezan a llamar La Brigada de los Apóstoles, un grupo absolutamente friki, cuya tarea es desvelar quién es Nadie y atraparlo. Con mucho humor, ironía y con muchos, muchos juegos de palabras, Carlos Salem nos presenta la trama de esta novela que irá desenredando mientras nos desarrolla a sus maravillosos personajes:

Severo Justo, cura metido a policía. Hace veinte años, una tragedia lo dejó sin vida, bajo las ruedas de un coche.  

Dalia Fierro, psiquiatra, con cuatro doctorados y muchas Dalias viviendo, hablando y discutiendo en su cabeza.

Y el resto de la Brigada de los apóstoles, con Caronte, el forense que habla con los muertos. El hostiócrata Bermúdez y el Super, el tecnócrata. También Frontela que trae consigo al mejor hacker de este país: su octogenaria abuela Dolores, quizá el personaje más interesante.

Según avanza la trama, se van creando otras subtramas para relatarnos el pasado de estos peculiares personajes y poco a poco, con la inestimable ayuda de Dolores que todo lo encuentra, vamos conociendo a Severo y a Dalia.  Pero también va conociendo su pasado Nadie que pondrá a Severo y a Dalia frente al espejo: ¿son, fueron o serán Nadie?, porque la impunidad también los ha herido.

Pero no menos interesantes son otros personajes que van apareciendo por la novela, los sin techo, los políticos y Madrid. Madrid después de la crisis – esa que dicen que ya pasó -donde en los bares ya no se habla de política.

Esta novela al final, ofrece una enriquecedora crítica política y social a través de un estilo único que te enganchará.

Carlos Salem, escritor, poeta y periodista argentino afincado en España desde 1988. Ha publicado sus obras en español, francés, alemán e italiano. Con numerosos premios, pero además, archiconocido en el mundo por haber bautizado a Las “Casas Ahorcadas”.

Os lo recomiendo. Y si os gusta, podréis seguir con la Brigada de los Apóstoles en “Madrid Nos Mata” donde el personaje principal es el barrio de “El Avapiés” que diría Arturo Barea.


lunes, 1 de agosto de 2022

Una novela perturbadora basada en hechos reales


     La infalible y sagaz Cris Marple nos recomienda una inquietante y ágil obra inspirada en el suicidio de una adolescente víctima de bullying , que  plantea la eterna pregunta de si la maldad nace o se hace, una lectura que promete ser tan dura como necesaria.

  

MALDAD, Leticia Sierra

Por Cris Marple, alias Cristina Asensio.

 

   Leticia Sierra es una escritora asturiana (Pola de Siero, 1972). Licenciada en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, su andadura profesional ha discurrido por varios medios regionales y nacionales hasta su debut como autora de novela negra en 2021 con Animal, cosechando un gran éxito entre el público lector y la crítica especializada.

   Cuando leí Animal  me sorprendió su calidad, al ser una primera obra, destacando por la fuerza de su trama en la que no desmerece ni el estilo ni los personajes. La clave puede estar en la gran implicación personal  de la autora ya que, según manifestó, la escribió en un momento muy difícil de su vida en el que decidió plasmar en el papel sus sentimientos para evitar hacer daño a alguien en la realidad, ya que todos llevamos dentro un animal que puede despertar en según qué circunstancias.

   Con esta premisa, en cuanto se publicó Maldad no dudé en leerla, confirmando mis expectativas. Me gustó mucho a pesar de ser una novela inquietante y perturbadora, inspirada en un caso real, el suicidio de una adolescente en Gijón.

   En  Maldad, una niña de 13 años aparece brutalmente asesinada cerca del instituto Manuel Machado, de Oviedo, donde cursa estudios de ESO. El comisario Rioseco pone al frente de la investigación del caso al inspector Castro. Por otro lado, el director del diario El Correo le encarga a Olivia Marassa, pareja sentimental del policía, la información sobre este suceso tan mediático.

   En cuanto se inician las primeras pesquisas la policía descubre que la víctima no es una chica  inocente y sospechan que su muerte puede ser consecuencia de su implicación en varios casos de acoso escolar. A la misma conclusión llega la investigación periodística aflorando los secretos que rodean a la víctima y los muchos enemigos que se ha creado por su carácter violento y su actitud despiadada y agresiva hacia compañeros y profesores.

   La implicación de los investigadores es total y en un tiempo record recaban información de los alumnos, profesores y familiares, tanto del grupo acosador como de los acosados. Tirando del hilo llegan hasta otro asesinato acaecido meses atrás, aún sin resolver, relacionado al parecer con un caso de maltrato en el seno familiar.

   La novela comienza con un impactante primer capítulo de apenas tres páginas que estremece por la dureza de la descripción del cuerpo destrozado, con la cara brutalmente desfigurada, así como por la forma en que se produce la salvaje agresión.

   A partir de ahí la dureza formal desaparece, no la de fondo que aborda temas tan espinosos y actuales como el mal uso de las tecnologías en la adolescencia, el bullying, que lleva al suicidio a tantos niños y jóvenes cada año, el minimizar el problema o mirar para otro lado, en el peor de los casos.

   La historia nos aboca a la recurrente pregunta de si la maldad es congénita o influye el entorno, a qué pueden hacer padres y profesores y al controvertido debate de la inimputabilidad de los menores de 14 años.

   Los personajes principales, que se conocieron en su novela anterior y tienen una trayectoria sentimental en común, están muy logrados y son  completamente creíbles en su papel. Especialmente carismática es Olivia Marassa, una periodista siempre dispuesta a captar la noticia donde esté pero con un gran sentido de la ética profesional, no exenta de esa dualidad que la lleva a colaborar con la policía y a veces a reservarse algún dato que decide investigar por su cuenta en aras de la información.

   A la trama adictiva se une un ritmo frenético tanto en el desarrollo de los hechos, el tiempo interno es de 8 días, como por el lenguaje utilizado, directo, sin adornos, que no da tregua al lector y obliga a seguir leyendo.

   La agilidad de la novela se ve favorecida por la profusión de diálogos y por la propia estructura de la obra, dividida en 95 capítulos cortos en los que se va alternando la investigación policial con la periodística, haciendo que cada vez queramos saber más de un caso que va desvelando su complejidad hasta llegar a un final muy logrado que no te deja indiferente.