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jueves, 26 de julio de 2018

La Princesa de Asturias negra




Cuando estaba haciendo mi tesis, un responsable de un centro de promoción de la lectura, me dijo una vez, que la novela negra era literatura de segunda. Y luego se terminó de coronar diciendo que él leía otro tipo de autores, LITERATURA con mayúsculas, como Vázquez Montalbán.
Digo esto, no tanto para dejar patente la inteligencia y nivel cultural del tipo, como para poner en evidencia una opinión muy extendida dentro del ámbito académico en general, y filológico en particular.
Por eso, para cerrar la boca a bocazas como estos, suelo mencionar que en los últimos años premios Nobel como Patrick Modiano, Cervantes como Eduardo Mendoza o Sergio Ramírez, y Princesas de Asturias como Leonardo Padura o John Banville han cultivado el género con asiduidad.
Y por eso, me alegré tanto cuando este año Fred Vargas, una autora única y exclusivamente de novela negra, se alzó con este último premio, y pedí a alguien del club que reseñara su última novela.
Ojalá que galardones, autores y libros como estos ayuden a ir acabando de una buena vez con los prejuicios literarios.
Cuando sale la reclusa, DE FRED VARGAS

Por Leonilde Álvarez


Fred Vargas es el seudónimo de la escritora francesa Fréderique Audoin-Rouzeau (París, 1957), historiadora y arqueóloga que desde 1986 escribe las series de novelas policíacas del inspector jefe Adamsberg y las de tres jóvenes historiadores llamados Los Tres Evangelistas, que convergen en esta novela.

El comisario jefe Adamsberg vuelve de sus vacaciones en Islandia para dirigir a su equipo en varios casos: un atropellamiento, un acosador de mujeres y las misteriosas muertes de unos ancianos a los que ha picado La Reclusa, una araña que de pronto se ha vuelto mortal.

Durante la investigación, veremos como Adamsberg aplica la lógica, la observación y las burbujas de pensamiento (inconsistencias mezcladas con presentimientos), destapando La historia de una víctima que se venga de sus victimarios, una pandilla de orfanato que deviene en banda de violadores, que verán como alguien los va matando, desde el pasado, utilizando el veneno que ellos usaron de niños.

La novela está escrita de forma ágil, con un estilo muy cuidado, sin adjetivos superfluos. Hay varios giros en las tramas que se desarrollan y varios callejones sin salida. Los personajes están bien diseñados; en pocas frases la autora nos muestra la diversidad de caracteres y los lugares de procedencia dando importancia a las costumbres y la gastronomía local, a la vez que nos muestra las relaciones entre el equipo de policías, las tensiones entre la escala de mando cuando no parece haber delito, cómo influyen las circunstancias familiares y personales en las decisiones que toman y como de necesario es el sueño para la salud mental.

domingo, 15 de julio de 2018

Guau, una novela negra canina


 Como prometimos, después de un forzoso parón nada vacacional, las Ahorcadas vuelven a las andadas, con la primera recomendación del verano.
Una reseña diferente, de una novela negra diferente.
Porque, ¿cuántas novelas negras protagonizadas por perros habéis leído?
¿Y de Pérez Reverte?
Como supongo que a estas alturas estaréis babeando como los chuchos de Pavlov, os dejo que le hinquéis el diente.

 
Los perros duros no bailan, de Arturo Pérez Reverte.
 
por Miguel Esparcia

 
Mmmmm, ¡¡qué bueno está este hueso de ternera!!. Tiene un bouquet a heno de la zona de Liébana.... pfffff.

Ah, perdonad, es lo que tiene ser perro, a veces el instinto me ciega la mente, no lo puedo evitar... No sabéis la de tiempo que no degustaba una delicia como ésta. Al final siempre estás un poco harto del pienso de todos los días.

 Me voy a presentar. Mi nombre es Urko, y soy un perro policía jubilado. Vivo en casa de unos amos  aficionados a la lectura desde que dejé mi unidad. Aunque ellos no lo saben, aprovecho el reflejo de las farolas de la calle para leer por las noches, y os he de ladrar sobre un libro que acabo de devorar.

Un nuevo estilo de Novela Negra, nos podríamos atrever a bautizar como CaniNoir.

Por fin, un texto que narra las atrocidades que mis congéneres más desgraciados, sufren ante la pasividad de los humanos. Un mundo sórdido y  atroz, que se aprovecha de nosotros con crueldad extrema. Utilizados como carnaza para divertimento de una inhumana plebe y  para enriquecimiento de gente sin escrúpulos. Sangre y entrañas sobre la Arena, en un  Circo actual y despiadado.

Momentos épicos, como los de Vero y Prisco en el Coliseo de Tito, recreados con una crudeza tan magistralmente narrada que la vives como protagonista. Héroes anónimos que no trascienden a los medios del “mundo civilizado”, salvo que el problema, estalle por su propia e  insostenible brutalidad. Como Espartaco, el esclavo tracio en los finales de la República Romana.

Pérez-Reverte nos muestra con su habitual  ladrido agridulce  y vivo, toda esta tragedia que sufre en silencio la especie mejor amiga del hombre. Personajes entrañables, leales, con sus peculiaridades genéticas y sus comportamientos adquiridos de sus amos,  según les ha tratado la vida. Y lo más notable. Desde la óptica que mejor lo puede mostrar, la canina.

No os voy a ladrar más, solo os animo a leer esta novela, para tomar conciencia de otra entre las muchas indecencias que pasan en nuestro civilizado mundo, aunque lo que trascienda sea el gol de fulano o el amor de turno de Mengano.
 

¡¡Unid vuestros ladridos!!