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martes, 30 de octubre de 2012

La jornada estelar de los asesinos

Prometo solemnemente no decirlo con ánimo de afilar dientes ajenos, pero creo sinceramente que nuestra tercera excursión a Getafe ha sido, no ya  la más memorable (lo cuál no es moco de pavo, dicho sea de paso), sino también el mejor evento de todos cuantos hemos vivido  en la corta pero intensa historia de las Casas Ahorcadas (y ojo, que ya van unos cuantos, ¡y qué cuántos, oiga!).
 
 
 ¿Por qué? Creo que porque nunca antes habíamos pasado tanto tiempo juntos, riendo, charlando y matando.  Y nada une más que un buen asesinato múltiple. Tanto es así, que me he sorprendido escribiéndole a una amiga una verdad como un templo que hasta ese momento mi retorcido subconsciente me había estado ocultando: que había visitado Getafe con mis amigos del club de lectura.
Mas, como tengo una hijoreputación que mantener, dejaré la exaltación de la amistad para el sector pasteloso, y me limitaré a hacer una crónica sentimental en rojo  del día.
 
Empezando por el principio, finalmente trece fuimos los valientes (¡Noelia, esta te la guardo!) que nos pusimos en ruta sobre el minibús tan diligentemente gestionado por Noemiss Marple, que coreada por Pichuchina, la payasa asesina, animaron el viaje y tuvieron (ya no recuerdo quién) la brillante idea de hacernos desaparecer  a golpe de nana rimada con autor, al más puro estilo Agatha  Christie. Como creo sinceramente que tamaña obra maestra de la lírica castellana contemporánea debería pasar a la posteridad, en unos días la rescataré de los comentarios del post donde originalmente fue publicado, modificando sus dos primeras estrofas (tras consensuarlas con el resto, que esta es una obra a veintiséis manos),  pues como fuimos perfeccionando el modus operandi sobre la marcha,  desmerecen frente a las perlas que siguieron.
 
En fin, que entre carcajadas y manotazos de Miss Marple y negritos en vías de extinción, llegamos a Getafe. Pero como no contábamos con la astucia del  mío páter, que diría el Chapulín Colorado, hete aquí que nada más llegar, el prenda se hizo un siete en la camisa que cualquiera diría que el zorro había pasado por allí. Total, que mientras unos mojaban el churro (en chocolate), otros estuvimos esperando pacientemente a que los culpables de mi existencia se decidieran por una camisa.
 
Después de que todos hubiésemos mojado el churro (en chocolate), pusimos rumbo a la carpa, donde estaba a punto de empezar la presentación de un viejo conocido: bruno Nievas, que con Lorenzo Silva   como maestro de ceremonias (que por cierto inició el acto haciendo mención a las Casas Ahorcadas y dándonos las gracias por asistir) nos habló de su interesantísima “Realidad aumentada”, un prometedor thriller que será debidamente valorado por nuestro comité como posible lectura.
 
Otro tanto ocurrió con el siguiente evento, el de mi admirado Sebastian Fitzek, que accedió gustosamente (lo cierto es que si no llega a ser por nosotros, el pobre se vuelve a Alemania de vacío) a charlar y tomarse unas cuantas fotos, para regocijo del sector femenino de la tribu (de hecho, le dije, yo soy tu lector, pero ellas son tus fans). Lástima que los negritos me tengan tan poca fe (¡herejes!), y no comprasen la novela. De todos modos también tengo su correo así que siempre estamos a tiempo de hacerle una proposición indecente por Skyppe.
Descanso. Hora de comer, beber y poner al día la m@sacre, y eso hicimos. Matar un poco, beber demasiado y reírnos muchísimo (mención especial a la estrofa dedicada al pobre Páter Comunitatis).
 
Y por la tarde…… ¡salimos por la radio! Así es, como todos los actos son retransmitidos en directo por radio Getafe, y la carpa parecía una ciudad fantasma (sólo faltaba el matojo rodante y la musiquilla del oeste), le enchufaron la alcachofa  a Amparo…. ¡que les amenazó con que nos íbamos a traer el festival a la ciudad del crimen! Para rematar la jugada, me hicieron subir a la palestra, momento que aproveché para soltar una sarta de gilipolleces marca de la casa y para hacerle la introducción al figura Márquez, cuya presentación cruzada con Javier Rovira se disponía a comenzar en esos momentos.
 
Concluido el sarao, como no creímos oportuno echar a perder un Stradivarius con semejantes pezuñas, le regalamos un instrumento a la altura de sus posibilidades…. ¡una guitarrilla de los chinos que habría envidiado hasta el mismísimo Chiquilicuatre!
Por último, nos desplazamos hasta el teatro García Lorca, donde tuvimos el privilegio de asistir a un mano a mano entre dos auténticos pesos pesados de las letras como Lorenzo Silva y Javier Cercas, que hablaron de la última novela del autor de “Soldados de Salamina”, el necesario broche de oro para una jornada que sólo puedo calificar como estelar, la jornada estelar de los asesinos.
 
Y de lo que ocurrió esa noche, cuando anduve de parranda con el figura y otros amigos,  mejor no hablar, que hay ropa tendida y todavía estamos en horario infantil.
¿Qué, a que el año que viene os lo pensaréis dos veces antes de faltar al Getafe Negro?
 
Pero antes…. ¿quién se apunta a la Semana Negra?

martes, 16 de octubre de 2012

El Tormo Negro, lo mejor del Planeta

A estas alturas, casi todo el mundo sabrá ya que Lorenzo Silva es, gracias a la sexta novela de su pareja de picoletos, el flamante nuevo ganador del Premio Planeta. Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena a Lorenzo, aunque ello nos haga temer por nuestra excursión a Getafe Negro (pues, lógicamente, ahora no contesta a mis correos).
Lo que muy pocos sabemos, es que fue nuestro premio, el sin igual Tormo Negro, quien levantó el ánimo a Lorenzo en sus momentos de flaqueza (bolchevique),  nuestro humilde Resoli quien le susurró las inspiradas páginas que le han permitido embolsarse la friolera de 600.000 eurapios.
Aún así, el señor Lara  (que se las sabe todas, y alguna más que se inventa), consciente de lo certero de nuestros augurios, nos ha prometido  lotes de libros a toca teja a cambio de que el jurado de la próxima edición  esté integrado, ni más ni menos, que por Paco Didio Falco (que revisará hasta el punto del fin), Juana de Arco (que diseccionará las finalistas al más puro estilo Jack el destripador) y Carolina  (que  al grito de Vegetarian power, reinterpretará las obras de arriba abajo hasta reivindicar el pastel noir dentro y fuera de nuestras fronteras).
Lo que no sospecha el pobre tipo rico, es que no somos nosotros sino nuestra pócima mágica la fórmula del éxito editorial, que desde que existe, sin Tormo Negro  no hay Planeta.
Así que, vete preparando, Joe, que nosotros iremos dando de sí al pantalón para cuando nos invites a celebrar en las Casas Colgadas que la tercera entrega de Tom Z se ha alzado con el galardón.

domingo, 14 de octubre de 2012

Noirvedades

Por la presente, inauguramos una nueva sección donde dar cuenta de algunas de las muchas noirvedades editoriales  que  cada semana llegan a nuestras librerías.
 Ni están,  ni pretenden estar todas las que son,  desde luego, tan  sólo una selección de lo mucho negro que ve la luz cada semana, O cada mes, porque la periodicidad de este espacio dependerá muy mucho de vuestra colaboración.
La primera, cortesía de Loli Menéndez (negrita debutante, lectora veterana), merece un espacio destacado en estas líneas por dos motivos: en primer lugar su truculento título, “Safari sangriento” (RBA, 2012), y en segundo, porque su autor, el sudafricano  Deon Meyer, ostenta el honor de haber desbancado al mismísimo Steig Larsson en las listas de ventas franchutes. Para saber más, pinchad aquí.

En otro orden de cosas, la prestigiosa editorial Acantilado, a buen seguro cautivada por la encendida defensa de Maigret que hiciera nuestra Juana  el año pasado (no en vano, esta noticia va por y para ella) amenaza (y sí, mademoiselle, amenaza es la palabra) con reeeditar al bueno (por decir algo) de Simenon.  Para saber más, os recomiendo encarecidamente leer el brillante artículo de Patricio Pron que me remitió Antonio.
Y para terminar por hoy (que lo bueno si breve, menos trabajo pal nene) una noticia dedicada a nuestro Humphrey (aunque yo sigo diciendo que deberíamos apodarle Atilín): el maestro  Maluenda acaba de parir “Ruido de cañerías” (Alreves, 2012), la que es ya tercera entrega de la serie protagonizada por un viejo amigo de nuestro club (casi tanto como su propio creador): Atila, el rey de los hunos del Rabal. Y la trama no podría estar de mayor actualidad, pues  el detective es contratado para investigar  las aspiraciones políticas del presidente del Barça. Mientras hago hueco para leerla, os dejo con la crítica de otro maluendista irredento, el también escritor y amigo Paco Gómez Escribano.
Hasta aquí, el boletín de la semana.
Pronto, más y mejor.

domingo, 7 de octubre de 2012

Zarajo Noir


Con este artículo, se inaugura nuestra sección dentro del boletín mensual “Entre líneas” de la biblioteca municipal de Cuenca.


-¿Un club de novela negra? ¡qué interesante! ¡Con lo que  a mí me gusta la novela negra!
Mierda, ya la hemos jodido, me digo.
-¿Qué demonios pensará este fulano (lo dejaremos en masculino, que prefiero que me tachen de ser algo machista que ponerlo en femenino y que lo hagan de abiertamente misógino) que es la novela negra?
-¿Las obras completas de la Tía Agatha (Christie )?
- ¿La obra en que se basó “Raíces”?
La mitad de las veces, me quedo con la duda.
Y la otra mitad, desearía haberlo hecho.
Por eso, ¿qué mejor forma de iniciar esta pequeña sección que evitándome más sinsabores y quebraderos de cabeza explicando de forma clara y concisa qué es y qué no la novela negra?
Bien, pongámonos serios por un momento, sesudos incluso, para distinguir entre novela enigma, de suspense y negra.
La novela enigma es, ahora sí, aquella cuyos máximos exponentes son Sherlock Holmes y Hércules Poirot. En otras palabras, aquella en que se nos presentaba un caso endiabladamente enrevesado pero que, gracias al detective sabelotodo de turno, finalmente era resuelto y todos comían perdices hasta ser pasto de las lombrices.
-En segundo lugar, me gustaría que el amable lector (a fuerza ha de serlo, si ha llegado hasta aquí) piense por un instante en las películas de Alfred Hichcock. ¿Qué, ya lo tienes? Perfecto. Pues eso, pero en tinta en vez de celuloide, es una novela de suspense o thriller. Una novela repleta de acción (física o psicológica) en que los personajes las pasarán reputas para no perder la chaveta o palmarla en la siguiente página.
-Y por último (tata tachín tachín), se encuentra la novela negra, que surgió en la América de la ley seca y la Gran Depresión, por verbigracia de Dashiel Hammett, aunque con Raymond Chandler como capo di tutti capi. Novelas donde el detective (si lo había) tenía más nudillos que neuronas, el plomo (verbal y literal) y la sangre corrían a raudales y el autor pretendía (atentos que aquí está la clave), no sólo entretener a la plebe (que también, porque el que no vendía no comía),  sino fundamentalmente retratar y criticar los usos y desmanes, personas y desalmados de la injusta sociedad capitalista de su tiempo, que en muchos aspectos coincide con la del nuestro.
Y a todo ello, en un solo pack, es a lo que nuestro tristemente desaparecido paisano Ángel Luis Mota gustaba en llamar novela criminal. Una tricotomía (si me permitís el palabrujo) cada vez más difusa, dado que hoy en día la frontera entre los otrora claramente delimitados sub sub (y no sé cuántos  subs más) géneros se diluye.

Dicho esto, te pregunto, ¿sigues pensando que te gusta la novela negra?
Si la respuesta es sí, pásate por nuestro club y no dejes de echar un vistazo a los próximos números de este boletín (intentando, por favor, disimular que lo haces sólo para leer estas líneas, que tampoco es cuestión de despertar envidias y granjearse enemistades).
Y si es no, adiós muy buenas.