Por la presente, inauguramos una nueva sección donde dar cuenta de algunas de las muchas noirvedades editoriales que cada semana llegan a nuestras librerías.
Ni están, ni pretenden estar todas las que son, desde luego, tan sólo una selección de lo mucho negro que ve la luz cada semana, O cada mes, porque la periodicidad de este espacio dependerá muy mucho de vuestra colaboración.
La primera, cortesía de Loli Menéndez (negrita debutante, lectora veterana), merece un espacio destacado en estas líneas por dos motivos: en primer lugar su truculento título, “Safari sangriento” (RBA, 2012), y en segundo, porque su autor, el sudafricano Deon Meyer, ostenta el honor de haber desbancado al mismísimo Steig Larsson en las listas de ventas franchutes. Para saber más, pinchad aquí.
En otro orden de cosas, la prestigiosa editorial Acantilado, a buen seguro cautivada por la encendida defensa de Maigret que hiciera nuestra Juana el año pasado (no en vano, esta noticia va por y para ella) amenaza (y sí, mademoiselle, amenaza es la palabra) con reeeditar al bueno (por decir algo) de Simenon. Para saber más, os recomiendo encarecidamente leer el brillante artículo de Patricio Pron que me remitió Antonio.
Y para terminar por hoy (que lo bueno si breve, menos trabajo pal nene) una noticia dedicada a nuestro Humphrey (aunque yo sigo diciendo que deberíamos apodarle Atilín): el maestro Maluenda acaba de parir “Ruido de cañerías” (Alreves, 2012), la que es ya tercera entrega de la serie protagonizada por un viejo amigo de nuestro club (casi tanto como su propio creador): Atila, el rey de los hunos del Rabal. Y la trama no podría estar de mayor actualidad, pues el detective es contratado para investigar las aspiraciones políticas del presidente del Barça. Mientras hago hueco para leerla, os dejo con la crítica de otro maluendista irredento, el también escritor y amigo Paco Gómez Escribano.
Hasta aquí, el boletín de la semana.
Pronto, más y mejor.
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