Antes de continuar con las
recomendaciones veraniegas, creo que va siendo hora de despedir definitivamente
la novela japonesa, con una reseña de Leo y otra, muy cortita del que suscribe,
escrita cuando leí mi primera obra criminal nipona hace cinco años.
La sombra del Kasha, de Miyuki Miyabe
Por Leonilde Álvarez
Miyuki Miyabe nació en Tokio en
1960. Ha escrito más de 40 novelas de casi todos los géneros: intriga,
fantasía, juvenil, ciencia ficción y novela histórica. Por esta novela, Editada
por Quaterni en 2010, recibió el premio Shugoro Yamamoto en 1993.
El tema central de la obra, es cómo
influye en la vida de la gente la ignorancia de unas normas básicas de economía
y el afán de consumir; el quiero y no puedo destroza la vida personal y
familiar llevando a la gente a la desesperación y al suicidio.
Shoko Sekine es una joven que ha
desaparecido, a la que su prometido buscará con ayuda de Shunsuke Honma, el
marido de su difunta tía, policía recuperándose del disparo recibido en una pierna.
Honma lleva una vida normal, tiene un hijo, y es muy bueno siguiendo pistas.
Pronto comprobará que Shoko no es lo que
parecía, que hay dos jóvenes diferentes y una suplantación de personalidad
motivada por las deudas contraídas con tarjetas de crédito. Recibiremos una
clase de economía sobre los efectos de la bancarrota personal, los elevados
tipos de interés de los préstamos usureros y cómo la Yakuza controla la vida y
la muerte de las personas que caen en sus manos. La autora nos muestra que la prostitución
es la única salida que le queda a la mujer para pagar sus deudas, entrando así
en un submundo del que es difícil salir.
El policía, siguiendo las pistas,
va viajando por diversas ciudades, reflejando el sistema social y burocrático
japonés con un mosaico de personajes cotidianos que nos enseñan diversos
trabajos y estilos de vida en los años noventa, en un momento de crisis
económica y paro en Japón que recuerda la España actual.
El ritmo de la novela parece ir siguiendo la
condición física del policía. Lenta al principio, cuando apenas puede andar,
muy rápida al final cuando se ha recuperado. Un final que sabe a poco, pues nos
quedamos con ganas de conocer la historia de la otra parte, de la cual solo sabemos
inquietantes pinceladas que la investigación ha ido descubriendo.
La trama engancha, el estilo es
blanco con atención a los detalles, fácil de leer, alternando diálogos y
narración. Refuerza los valores de esfuerzo personal e integridad, nos hace
reflexionar sobre el valor de las cosas inmateriales, la amistad, la ayuda
entre personas y el interés por los demás en contraposición al dinero y al todo
vale. Todo ello nos llevará a aprender un poco más sobre Japón y como trasladar
estas enseñanzas a la vida española actual.
A mí me ha gustado, y os la
recomiendo.
La devoción del sospechoso X, de Keigo
Higashino
Así arranca este formidable duelo
intelectual entre dos mentes portentosas, el brillante pensamiento deductivo del
gris profesor de matemáticas Ishigami, y el empirismo del reputado físico que
ayuda a la policía, el conocido profesor Galileo, cuyo sensible desenlace
contrasta con el aséptico racionalismo del que hace gala toda la obra.
Un thriller diferente, donde la
intriga no radica en el quién sino en el cómo, en cómo ha logrado Ishigami
engañar a los investigadores. Uno de los
mayores éxitos de crítica y público del Japón actual, donde la serie del
profesor Galileo es un verdadero fenómeno, que ningún aficionado al género
debería dejar de probar,y una de las mejores muestras de lo que nos estamos
perdiendo por la escasez de títulos del país del Sol Muriente que llegan a
nuestras estanterías.
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