¿Eres
inmune a las noticias sobre inmigrantes ilegales? Entonces necesitas
urgentemente un tratamiento de choque, a base de libros de Jon Arretxe.
Jon Arretxe nació
en Basauri (Vizcaya) en 1963, y es uno de los autores más populares y polifacéticos
de Euskadi. Licenciado en Educación Física, Doctor en Filología Vasca y con
estudios de canto y piano, en sus más de veinte títulos ha cultivado la
literatura infantil, de humor, de terror…pero sobre todo de viaje y,
últimamente, también la novela negra.
Sus
trabajos criminales retratan con crudeza el lado menos turístico de las
ciudades, en las que se asienta durante su escritura para empaparse del
ambiente. Libros sin concesiones, donde la
trama es mera excusa para dar voz narrativa a los que carecen de informativa.
Parias de todos los puntos del globo, de oscuro pasado y presente incierto, que
deberán tragarse su orgullo para comer. Todo ello, narrado con estilo directo y
ágil, donde las escenas impactantes y las sorpresas se suceden sin tregua.
Y la mejor muestra
de ello es la pentalogía (hasta la fecha) protagonizada por Mahamadou Touré, un
sin papeles con muchas papeletas para convertirse en el detective más negro y
privado de la breve pero intensa historia de la novela criminal ibérica. Tan
negro como sólo puede serlo un burquinés, y tan privado, que no tiene agencia
ni licencia.
Y de armas,
mejor ni hablamos, que las carga el diablo y lo de los negros es un mito. Eso
sí, un mito la mar de provechoso para el africano, porque mientras muchos
lugareños sostienen que el verdadero problema vasco es que en Euskadi sólo se
pinchan aperitivos, este super(anti)héroe se verá asediado día y noche por
blanquitas de toda clase y condición, que le permitirán darle una alegría al
cuerpo y al bolsillo, sacándose un sobresueldo muchas veces mayor que el que
este hiperviviente con el “todo por la pasta” por bandera, consigue por ejercer
un sinfín de oficios a cuál más disparatado, como toro de fuego, adivino o
cantante de coro, con los que apenas llega a fin de día.
Cinco novelas
muy distintas y recomendables ambientadas en San Francisco. Aunque no en el San
Francisco de California, sino el de Bilbao. Porque a un segundo del primer
mundo, del Bilbao blanco, está el tercero, esa pequeña África llamada San
Francisco. Un ghetto a caballo (y nunca mejor dicho) entre un anuncio de
Benetton y un programa de Callejeros,
tan violento y delirante como el Harlem de Chester Himes. Un barrio con “19
cámaras” que todo lo ven, pero que muchas veces miran hacia otro lado, como denuncia
la primera entrega de la serie publicada en 2012.
Aunque yo empecé
y empezaría a leer a Touré por su entrega más hilarante: “612 euros” (2013), en
la que nuestro carismático investigador recibe la inesperada visita de dos
familiares que no le resultan nada familiares, los protagonistas de este simpático fragmento. Un par de jetas que no contentos con meter mano a su
despensa, hacen otro tanto con los pisos del vecindario. Entre ellos, el de
Marisa, un cruce entre momia y bruja, que contrata a Touré para recuperar una
dentadura postiza, un consolador XXL y una novela negra, sin anticipo ni visos
de VISA.
Mas, en un
alarde de la proverbial paciencia africana, lejos de amargarse o compadecerse,
este perdedor invencible que se gana al lector desde la primera página,
derrocha optimismo y sentido del humor (nada negro, por cierto), cuando tendría
infinidad de motivos para el desaliento.
Desaliento que sí
sienten los protagonistas de “Sueños de Tánger” (2010), una ágil y demoledora
novela coral e independiente ambientada en la ciudad que da título a la obra, que
se engulle en dos sentadas, pero se indigesta durante semanas. Otro gran ejemplo
de la potencia narrativa y del compromiso social que caracterizan la obra de
Arretxe, y de porqué la ficción criminal es la literatura social del siglo XXI.
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