Para celebrar el Black Friday, que
mejor que hablar del que compartimos con Empar Fernández la semana pasada.
Empar Fernández nació en Barcelona en
1962, y es licenciada en Psicología clínica e Historia contemporánea. Desde
hace años, compagina su labor como guionista y escritora con la docencia en un
centro de secundaria.
Como guionista, ha escrito documentales
históricos como “la ciutat foradada”, premio Serra y Moret 1998, y Desde que
inició su andadura literaria en el año 2000, con Horacio en la memoria, premio
Cáceres de novela, ha publicado una veintena de libros de ficción y no ficción.
Entre sus ensayos, destaca “Planeta
ESO” (2003), una reflexión sobre el mundo de los institutos en clave de humor, escrita
a cuatro manos con la también profesora Judith Pujadó, que resultó ganadora del
premio Pere Quart de humor y sátira.
Y entre sus muchas novelas, no
podemos dejar de mencionar “El loco de las muñecas”, finalista del premio
Fernando Quiñones 2008, “La cicatriz”, premio Reja dorada de novela breve 2009,
así como la trilogía de género negro protagonizada por el inspector Santiago
Escalona escrita a cuatro manos con Pablo Bonell.
S.V. A raíz de la ausencia de finalistas con dos
cromosomas equis entre los premios de la última Semana Negra, se levantó
notable revuelo sobre si existía machismo y diferencias de género en el género
escrito en España, ¿cambia en algo tu forma de matar cuando lo haces acompañada
de un hombre?
E.F. Sinceramente, creo
que no. La diferencia cuando trabajas a cuatro manos y dos mentes, es que todo
cuanto piensas y escribes a de satisfacer a dos personas y eso supone una
dificultad añadida, indiferentemente del sexo de los miembros del equipo.
A mi juicio, “Maldita verdad” es ante todo una novela
de personajes, que resultan muy humanos, especialmente Olga, su exmarido y el
detective protagonista, ¿Qué crees que te ha ayudado más para dibujar tan bien
su psicología, tu formación clínica o tus años de experiencia como domadora de
hormonas?
Creo que los estudios de
psicología ayudan a reconocer reacciones y conductas y la experiencia a saber
reaccionar frente a ellas. Quizás para escribir una novela resulte más
importante la formación psicológica.
Su carismático protagonista, Raúl Forcano, es un neurótico
aspirante a detective tan logrado que me recuerda a mí mismo, que a sus treinta
años todavía no ha terminado la carrera ni se ha emancipado, con el que compartiremos
dudas y obsesiones ¿por qué elegiste un detective tan inexperto y normal, si
hoy en día lo que se lleva son los sabuesos traumatizados de vuelta de todo?
Precisamente porque creo
que proliferan los detectives de perfil violento que han sido abandonados por
sus esposas y se han alcoholizado de pura amargura. Buscaba dibujar un
detective low cost completamente normal en su conducta y algo maniático, y eso
es lo que encarna el debutante Raúl Forcano.
Como el pobre Forcano no tiene donde caerse muerto, su
familia le cede el piso de su difunta abuela. Mientras lo remodela, conoce a Alejandra,
una preciosa argentina desesperada porque no tiene dinero para pagarse un
alojamiento, con la que pronto compartirá casa pero no cama, ¿tan enamoradizos y
pagafantas somos los neuróticos?
Sí, en especial los que
no han tenido demasiado éxito en sus relaciones afectivas y siente la necesidad
de establecer una relación duradera. Raúl se enamora de inmediato de una chica
guapa que le presta atención.
También me ha llamado la atención que durante sus
pesquisas, este aprendiz de detective menciona manuales de criminología y sus
discrepancias con la realidad, ¿has consultado bibliografía o algún detective
privado para documentarte sobre el noble arte de buscar cuernos humanos?
Sí, a menudo me asesora
un detective privado también autor de novela negra, Vicente Corachán. Para
asuntos relacionados con el procedimiento policial en ocasiones recurro a Rafa
Melero. Tengo una amiga doctora que responde a mis preguntas y un pariente
abogado que también se presta.Preferiría la mentira piadosa. Sin duda.
La trama es muy realista y verosímil, y los giros, que los hay y muy logrados, están más relacionados con la personalidad de los personajes que con sus actos, retratando a la gente normal como hacían las novelas de Simenon que tanto le gustan a Forcano, ¿es el creador de Maigret uno de tus referentes literarios?
Sí. Admiro su capacidad de observación de la condición humana. Era un creador incansable y el número de personajes que llegó a retratar magistralmente, infinito. Tiene algunas novelas olvidables, pero era un maestro en el retrato de tipologías humanas.
Fue interesante, un reto. Acabé inclinándome por la vertiente criminal de la propuesta. Es un crimen perpetrado durante el rodaje de una película porno.
Para terminar, como Forcano es un gran aficionado al
género, en Maldita verdad se mencionan algunos libros como los de Philip Kerr,
¿qué novelas crees que nos recomendaría leer el aspirante a detective? ¿Y cuál,
tirar a la basura?
La trilogía Berlin Noir
de Philip Kerr, no las novelas posteriores, y la obra negra de Hening Mankell,
sin dudarlo.
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