VESTIDO DE NOVIA – de PIERRE LEMAITRE
Por
Loli Menéndez
“
Leo se porta muy bien, no se mueve. Baja los ojos hacia él, lo mira, le
estrecha la cabeza contra el vientre y llora. Nadie puede imaginarse lo
desgraciada que es.”
La
protagonista de esta novela, Sophie, tiene una vida feliz: pareja, un
buen trabajo… Un día sin saber por qué, comienza a perder objetos, a olvidar lo
que le pasa, a cometer robos que no recuerda y, lo peor, empieza a matar gente
sin ser consciente de ello. Evidentemente, algo raro ocurre y no es nada bueno.
Su vida se convierte en una pesadilla de la que le resulta imposible escapar.
El autor Pierre Lemaitre publica esta
novela consiguiendo el Premio del Salon
du Polar 2009. En el año 2006 ya había recibido el Premio a la Primera
Novela del Festival de Cine Policiaco de Cognac por “Irene” y
posteriormente el Premio Goncourt 2013 con su novela “Nos vemos allá arriba”.
Vestido
de novia está estructurada en cuatro partes tituladas,
subdivididas a su vez en capítulos cortos que imprimen ritmo a la novela, no
tiene casi diálogos. Lemaitre domina los tiempos, la estructura narrativa y
dibuja los personajes con absoluta solvencia, consiguiendo identificarnos con
la protagonista y experimentar lo mismo
que ella. Quizá le falte profundidad a la narración. La trama es un poco lenta.
Pero
la historia te envuelve como una tela de araña. Crea tensión a raudales, el
lector se convierte en testigo impotente de los terribles acontecimientos que
se suceden. Todo es tan extraño que produce desconcierto. Por momentos
absorbente y siempre inquietante. Es
sorprendente más en la historia
que en el final. Os lo recomiendo.
Por
Fray Manolo Polo
Una
historia mujeroide. Con sentido y buenas maneras. Mujeres son: la autora, la
autoridad policial, el elenco criminal, el clero y hasta la forense. Puñeteras
féminas. Autora correcta con oficio y gracia, investigadora con dedicación y
temple, criminales sutiles, funcionarias responsables. Sin princesas ni
heroínas, sin amoríos de sumisión, sin romanticismo ni feminismo rampante.
Mujeres más personas que hembras. Como Dios las hizo. Los asesinaditos son
machos ellos.
Y un
relato, quizás físicamente algo largo para mi gusto, cuatrocientas treinta
páginas, que se deja leer como se oye una nana susurrada tras una buena pitanza
que te transporta en un instante desde
el tórrido mediodía veraniego al fresco crepúsculo vespertino. Pura gozada de
invertir el tiempo en saborear los dones de la naturaleza.
Hay
misterios por resolver, intrigas por aclarar, caminos recorridos sin salida
algunos, pretéritos lejanos condicionando el presente, cicatrices antiguas que
se abren y supuran, contemplación del ambiente, apertura al futuro, apetecible
porvenir.
Pero
no hay, escuchen los negroides tenebrosos, tacos ni suciedad, ni ejemplares
héroes borrachos ni drogas, ni malos malísimos, ni hastío existencial. Pululan
por allá gente corriente no más; normal por tanto, ni lógica ni caprichosa al
cien por cien. Como nuestros vecinos del quinto derecha. En los hermosos
escenarios de la costa cántabra, busca escapar de la noria que la sociedad nos
quiere imponer y busca su camino mejor o menos malo sin acertar siempre.
Se
nos ofrece en esta historia, entre recordatorios de malos pasos tanto
individuales como colectivos, sin denuncias reivindicatorias, unas estampas
realistas del quehacer actual, consecuencia de los ayeres.
PUERTO
ESCONDIDO, de María Oruña, es una amena novela bien escrita de una consistencia
agridulce.
Absténganse
masoquistas.
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