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domingo, 12 de diciembre de 2010

Se ha escrito un (micro) crimen (VI)


Hoy estamos de enhorabuena, pues otro insensa… digo  autor invitado, se ha ofrecido a colaborar con nuestra micronovela 2.0.
¿Quién será, será?
Tendréis que esperar a los créditos del capítulo para saberlo.


— ¡Rediós! —exclamó Tomé, agarrándose al brazo de Mila—, ¡parece que estén desollando a alguien!
            Mila no pudo evitar arrimarse a Tomé, aunque este rezumara un tufillo corporal nada seductor. El grito ascendió a alarido y se prolongó durante varios segundos, hasta culminar en un breve soniquete gutural que dio paso al silencio.
 Tanto Mila como Tomé sintieron entonces el repique agitado y trepidante de sus corazones en los oídos y una vocecita interna que les decía que salieran cagando leches, antes de que lo hiciera su acompañante.
            — ¿Qué ha sido eso? —musitó finalmente Tomé, que  No echaba a correr porque no tenía claro hacia dónde.
            —El timbre de la puerta —respondió Mila, algo más serena, una vez  cesó el grito.
 Tenía que largarse de allí como fuera. Se desprendió de Tomé, que seguía aferrado a su brazo.
            — ¡Hostia, no jodas! —Exclamó él, aliviado— ¿Y de quién fue la idea de poner un timbre así…? —se detuvo al observar la expresión de Mila.
            — ¿Tú eres tonto, o qué? —Le espetó ella con expresión incrédula—. Joder, Yo sabía que los del club erais un hatajo de friquis, pero no que fuerais también unos capullos. No sé qué más me puede pasar ya.
            Entonces se oyó un silbido, algo pasó rozándole la cabeza a Mila y golpeó a Tomé. Este cayó cuán largo era, y con una brecha del tamaño de una zanja en la frente.
 A Mila se le cayó la linterna al suelo y se quedó a oscuras. Alguien comenzó a cantar:
 Tengo una muñeca vestida de azul…,
Alguien que se acercaba a ella.

Absolutamente escalofriante, ¿no os parece?
 Una muestra fehaciente de las que, a mi juicio, son las principales bazas de un relato colectivo por entregas: los continuos e inesperados giros en el argumento, y la sorprendente diversidad estilística que rezuman.
Y, en aras de no romper la sobrecogedora atmósfera que ha creado mi querido Joe Álamo, que además tuvo a bien sacarnos en su blog hace unos días, no diré nada más.
Pero vosotros sí.
Y aquí os espero.
P.D. Muchas gracias Joe, nos vemos por las casas ahorcadas después de Navidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupenda, magnífico giro. Cada vez me gusta más porque cada vez parece más una película de terror. ¡Que siga ya, por dios!

Raúl.

J.E. Alamo dijo...

Hay alguna errata que me hace pupa :(... ¡¡ Manías de escritor!!

Anónimo dijo...

Genial a pesar de la errata, esperamos tu visita Joe