A caballo entre Castellón y Cuenca, el fantástico y el negro ribeteado de insanas (y alarmantes) tendencias secto-conspiranoicas, así, y creo que no es moco de pavo, podríamos definir, respectivamente, a José Luis Victoria y “Los ojos del mar”, su ópera prima.
Un autor que tiene el dudoso placer de haber sido el primer insensato a quien presenté una novela, y el aún más de contarse entre mis amistades, por no hablar de que forma parte del aún reducido, si bien inquietantemente creciente, grupo de escritores preocupantemente inocentes y masoquistas que, pese a temer muy mucho mis críticas, me mandan sus manuscritos para que, y cito palabras del propio Victoria, “los crucifique” ¡Pobres criaturicas del Señor! Que Dios los perdone y tenga en su gloria por siempre, que no saben lo que hacen.
Y al incauto que me esté leyendo, por favor, le ruego encarecidamente llame a emergencias que lo de este hombre no es normal, necesita ayuda de un profesional cualificado, y yo, con lo ceñida que llevo hoy la camisa de fuerza, no me las apaño bien para marcar con el arcaico teléfono de la planta psiquiátrica desde la que tecleo. Si tan siquiera contase con botones, podría marcarlo con la nariz…como esta entrada.
Pero si, en vez de un aburrido internauta o un esquizofrénico sin medicar, se trata de un editor, profesional del que os hablaba, no vayáis a pensar mal, el que ha llegado hasta aquí, sin cerrar antes la ventana tras haberse dado cuenta de que esta no es la página sobre casas rurales en Cuenca que buscaba, no lo dudes. No te lo pienses dos veces. Ponte en contacto con José Luis, que acaba de terminarla y todavía no la ha vendido.
Luego no me vengas con lágrimas de cocodrilo, y diciendo que no te avisé.
1 comentario:
Tengo los ojos llorosos de los cumplidos que he recibido, espero que haya un psiquiátrico cerca porque mi nuevo héroe "Arión" esta peor que yo.
Espero tener suerte y mi nueva y degenerada novela vea la luz del papel impreso.
Salud a tod@s.
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