No temáis, sogamigos, como en el centro psiquiátrico desde el que tecleo me tienen terminantemente prohibido ver la televisión, y, más por fortuna que por desgracia, las infernales huestes del ejército consumista aún no han establecido en Cuenca su cuartel general (Corte Inglés creo que lo llaman, para despistar a los incautos), no pienso lobotomizaros haciendo un sentido alegato a favor del espíritu navideño, la infinita bondad de Santa Claus, ni el respeto a la homosexualidad del mariquita de su reno, colándoos de paso mensajes subliminales de Always Coca-Cola, ¡antes muerto!
Mi humilde e igualmente malévolo propósito, consiste en presentar a la sociedad criminal que suele visitar esta bitácora, a Mister álamo, Joe álamo.
Un tipo, sospechoso donde los haya, que se declara culpable, jactándose además ante el jurado de haberlos cometido con premeditación y alevosía, de ser la mente maestra que se ocultaba tras no uno, sino dos diabólicos planes para conquistar el mundo editorial.
-¡Y sin pueriles chupasangres invertidos, ni hacerme el muerto!-aseguran que vociferaba machacona e incansablemente durante el juicio.
El primero, “El enviado” (Grupo Editorial AJEC, 2007), se trata de un fascinante libro de cuentos magistralmente escrito y maquiavélica, milimétricamente planificado para atrapar al lector, de tal forma que su mente encaje las piezas que ofrecen los relatos, acabando por entretejer una incomparable y originalísima cuentovela, a medio camino entre la fantasía oscura y el terror urbano.
La segunda, por su parte, responde al contundente título de “Penitencia” (Grupo Editorial AJEC 2010), y que supone su primera, y doy fe de que además no será la última, incursión en el género que nos ocupa. No en vano, estamos ante un atípico thriller sobrenatural que bebe directamente del Noir, pero aunando elementos fantásticos y una ambientación tan oscura como “Seven”, el genial largometraje de David Fincher, e incluso pinceladas de “El Sexto Sentido”.
Ni que decir tiene, sogamigos, que el susodicho lleva tres años de condena….y los que le quedan.
6 comentarios:
Ya veo que sigues presentando a gente impresentable, lo tuyo es un vicio.
Cuidadín que me disparo a la mínima... ;-)
Sigo su blog, pero estoy deseando leer algo suyo, agradezco la nota.
Saludos
En efecto, José Luis, me considero un bibliojeador, un lector de cantera, y un experto presentador de impresentables.
¡Que alguien le quite la pistola a ese hombre, o es que no ven que se la puede meter en un ojo!
Lee, Begoña, lee, no te arrepentirás. Y muchas gracias por visitar Las Casas Ahorcadas, un saludo y hasta la próxima.
Ey, vaya dos os habéis reunido!!
Ya le he echado el ojo a tu blog, Sergio. En cuanto pueda te enlazo al mío. Te seguiré la psita muy muy de cerca ;)
Claudio.
Vaya, de las reseñas más originales y estupendas que he leído, Sergio.
Si no fuese por que ya conozco al Sr. Álamo y sé que no hay peligro, tendría miedo de cruzarme con él.
Un abrazo.
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