Por Amparo Prados.
“La maldad acostumbra a crecer entre los
hombres mas allá de todo límite Y si se ve guiada por la licencia que da la
impunidad de hacer daño a los que caen en su poder, puede llegar a extremos que
superan la imaginación”. Procopio de Cesarea.
Esta ha sido
la lectura de Manuela, inspectora de policía, mientras permanece retirada siete
meses por una baja después de unos trágicos sucesos. Uno de sus subordinados va
a visitarla y le pide que vuelva para hacer justicia a una chica muerta y
descuartizada cuyo cadáver ha aparecido en varios vertederos del cinturón de
Madrid y que nadie parece interesado en resolver, nadie ha denunciado su
desaparición, a nadie parece importarle.
Este caso se
convierte en un reto, Manuela tiene que recurrir a amigos y conocidos que le
muestran como es la vida de las chicas víctimas de trata, cómo se puede perder
la condición humana y cómo somos capaces de tratar a nuestros semejantes, como
si nada tuvieran que ver ni parecerse a nosotros mismos; cómo la sociedad del
siglo XXI sigue permitiendo que esto suceda en nuestro entorno, o mejor en el
del vecino, para no verlo y que no moleste, y como nos deshacemos de ello en
nuestras habituales bolsas de basura.
Los autores
consiguen que esta dura historia se haga fácil de leer, con un buen ritmo pero
con momentos para la reflexión.
8 comentarios:
Esta también me la apunto. Amparo, gracias por una recomendación tan interesante.
Gracias Amparo, la tenía preparada para leerla
Pues he leído tu reseña y he decidido empezar este libro así que gracias por el empujoncito para empezarla!!
Gracias: Almudena
Leído y disfrutado, ahora con tu reseña recordando.... buen resumen
Vamos a por otro intento, no van a poder conmigo...... gracias!!!me ha gustó el libro y la reseña. Olmos
He leído el libro y estoy contigo. Me ha gustado mucho.
Habrá que leerlo. Gracias por la reseña.
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