Mónica Rouanet,
alicantina por urgencia obstétrica,
valenciana de sentimiento y madrileña de adopción. Psicopedagoga de profesión,
actualmente trata con personas en riesgo de exclusión social. Aficionada a la
escritura desde la infancia, decidió dar el salto a la novela larga en 2013 con
El camino de las luciérnagas y en 2015 con Donde las calles no tienen nombre.
Novelas con etiqueta de thriller negro y suspense. Y como no podía ser de otra
forma, esta tercera sigue por los mismos derroteros.
Enemiga de las
frases largas y de los capítulos interminables, nos narra de forma ágil y
trepidante los hechos que acontecen en esta novela. Novela que mantiene siempre
al lector dentro de un nivel de adicción que hacen que sus casi 300 páginas
pasen en un suspiro. Trama bien hilada, coherente y bien dirigida, con giros
argumentales bien introducidos por la autora, para nada chirriantes.
Amparo es
nuestra involuntaria protagonista. Nada más alejado de una heroína de novela. Afincada
en un pueblo de l'Albufera de Valencia, en la cincuentena, vive sola, tras
enviudar de forma súbita, al perder a su Antonio en extrañas circunstancias. La
ausencia del cadáver, es estímulo para las malas lenguas del lugar, que
envenenan la mente de Amparo. Comentarios que insinúan problemas de adulterio
que, por experiencia conoce por sus antecesores. Ella no transige, ella piensa
que Antonio no ha huido, que hay algo más sórdido en su desaparición...........no
era típico de su marido,.... irse sin avisar.
Súbitamente,
recibe una llamada telefónica de su hijo menor, que ha emigrado a Londres en
busca de mejores oportunidades. Mensaje de socorro, de miedo, de terror.....
tan intenso como corto. Amparo entra en pánico, y al no poder contactar con él
, decide liarse la manta a la cabeza y volar a la Gran Bretaña en busca de su
Toñete, con el arrojo que sólo una Madre puede mostrar. Un segundo desaparecido
en la familia no, no....... ¡no lo puede permitir!
A partir de
aquí, comienza un cúmulo de acontecimientos que desembocan en otros, generando una trama, que como ya he
comentado, la autora desarrolla de una forma casi vertiginosa. Y es ahí donde nuestra madura protagonista se ve
envuelta.... y en la cual tendrá que lidiar como nunca se ha visto en su
aparentemente tranquila vida.
El cómo nuestra
“domestic investigator” hace frente a todas las barreras que se le anteponen
(idiomática incluida) y cómo va solucionando la trama, es una auténtica delicia
(como una paella de pollo y conejo y no es chauvinismo barato), Si te descuidas te la leerás de un tirón. Y
si no, al tiempo.
Y como diría
Amparo “els diners i els collons, per a les ocasions”.
5 comentarios:
Seguro que me la leo de un tirón. Muy buena reseña, Grissom
Te han calado, ja ja ja, yo la he leído y suscribo esta estupenda reseña
Buena reseña, dan ganas de leerla. Feliz verano
No la apuntaremos
Pedazo de reseña, me ha encantado
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