Cuando estaba haciendo mi tesis, un
responsable de un centro de promoción de la lectura, me dijo una vez, que la
novela negra era literatura de segunda. Y luego se terminó de coronar diciendo
que él leía otro tipo de autores, LITERATURA con mayúsculas, como Vázquez
Montalbán.
Digo esto, no tanto para dejar patente
la inteligencia y nivel cultural del tipo, como para poner en evidencia una
opinión muy extendida dentro del ámbito académico en general, y filológico en
particular.
Por eso, para cerrar la boca a bocazas
como estos, suelo mencionar que en los últimos años premios Nobel como Patrick
Modiano, Cervantes como Eduardo Mendoza o Sergio Ramírez, y Princesas de
Asturias como Leonardo Padura o John Banville han cultivado el género con
asiduidad.
Y por eso, me alegré tanto cuando
este año Fred Vargas, una autora única y exclusivamente de novela negra, se
alzó con este último premio, y pedí a alguien del club que reseñara su última
novela.
Ojalá que galardones, autores y
libros como estos ayuden a ir acabando de una buena vez con los prejuicios
literarios.
Cuando sale la
reclusa, DE FRED VARGAS
Por Leonilde
Álvarez
Fred Vargas es el seudónimo de la
escritora francesa Fréderique Audoin-Rouzeau (París, 1957), historiadora y
arqueóloga que desde 1986 escribe las series de novelas policíacas del
inspector jefe Adamsberg y las de tres jóvenes historiadores llamados Los Tres
Evangelistas, que convergen en esta novela.
El comisario jefe Adamsberg
vuelve de sus vacaciones en Islandia para dirigir a su equipo en varios casos:
un atropellamiento, un acosador de mujeres y las misteriosas muertes de unos ancianos
a los que ha picado La Reclusa, una araña que de pronto se ha vuelto mortal.
Durante la investigación, veremos
como Adamsberg aplica la lógica, la observación y las burbujas de pensamiento
(inconsistencias mezcladas con presentimientos), destapando La historia de una
víctima que se venga de sus victimarios, una pandilla de orfanato que deviene
en banda de violadores, que verán como alguien los va matando, desde el pasado,
utilizando el veneno que ellos usaron de niños.
La novela está escrita de forma ágil,
con un estilo muy cuidado, sin adjetivos superfluos. Hay varios giros en las
tramas que se desarrollan y varios callejones sin salida. Los personajes están
bien diseñados; en pocas frases la autora nos muestra la diversidad de
caracteres y los lugares de procedencia dando importancia a las costumbres y la
gastronomía local, a la vez que nos muestra las relaciones entre el equipo de
policías, las tensiones entre la escala de mando cuando no parece haber delito,
cómo influyen las circunstancias familiares y personales en las decisiones que
toman y como de necesario es el sueño para la salud mental.
1 comentario:
Leo,gracias por acercarnos a esta novela de la que he leído muy buenas críticas. Seguro que será una de las que leamos el próximo curso.
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