Muerto
al rostro. Al menos, eso deben pensar nuestras negritas, que vuelven a la
carga, con dos estupendas recomendaciones marca de las Casas.
Gracias
a las dos por escribirlas, y a vosotros por leerlas y compartirlas (o por iros
al infierno si no lo hacéis).
Crímenes
exquisitos, de Vicente Garrido y Nieves Abarca.
Por María José “la reseñista” Moya
Por María José “la reseñista” Moya
La
novela parte de dos asesinatos acaecidos en países distintos: la muerte de una
joven en la abadía de Whitby (Inglaterra) en la que el cadáver parece imitar
una escena del conocidísimo libro de Bram Stoker “Drácula” y el asesinato de
otra joven en la Coruña ,
con una escena del crimen también muy elaborada y que nos recuerda a un cuadro
prerrafaelista conocido como “Ofelia” de Millais.
La obra
está escrita a cuatro manos, pero parece de un único autor. Al menos yo en
ningún momento he sido capaz de adivinar donde
empieza uno de ellos y termina el otro.Los principales protagonistas de esta historia son la inspectora Valentina Negro y el famoso criminólogo Javier Sanjuan, cuya investigación les llevará a colaborar con Scotland Yard, en una oscura trama a caballo entre
Lúa Castro, una joven periodista que no duda en meterse en la boca del lobo para conseguir una exclusiva.
Jaime Anido, fotógrafo sin escrúpulos que termina uniendo los dos hilos y relacionando crímenes similares.
Cristian Morgado, que nos ofrece la visión de un profesor y crítico de arte.
Sebastián Delgado, personaje que pone los pelos de punta, al que se odia en todo momento.
Pedro Mendiluce, un hombre capaz de lo más vil y cruel. De su mano conocemos el mundo de la prostitución, la crueldad empleada con aquellas mujeres que no se doblegan a sus deseos, la especulación inmobiliaria y la extorsión de cargos financieros para conseguir sus propósitos a pesar de que ello pueda perjudicar a muchas otras personas.
La novela narra una larguísima investigación entre
Tiene todo lo que se puede pedir a una novela negra: acción, mucho ritmo, asesinatos depravados y capítulos con títulos como “Contrareloj” o “Estrechando el cerco”, que hacen difícil que puedas dejarla a medias. El ritmo se mantiene durante toda la novela, lo cierto es que es muy entretenida, y los cabos que pensaba que quedaban sueltos terminan atándose en los últimos capítulos.
Me ha llamado la atención la “marquitis” presente en todos los protagonistas, los policías y los delincuentes, todos ellos visten o llevan algún artículo de marca (camisas Hugo Boss, colonia Alture de Channel, vaquero de Calvin Klein etc etc.).
En conclusión, aunque la calidad literaria no sea especialmente destacable, es de fácil lectura, capítulos breves, escenarios alternados, personajes variados. En mi opinión, entretenida y engancha. Se lee con gusto, te mete de lleno en el caso, hasta el punto de no poder dejarlo y a veces te sorprende a altas horas de la noche con él entre las manos.
Nadie
te encontrará, de Chevy Stevens.
Por
Isabel González de la Cruz.
Me
llamo Anie O'Sullivan y estoy saliendo de un infierno. De hecho, creo que
todavía sigo en él.
Cuando
hace un año, terminando una tediosa jornada de trabajo vendiendo una casa, me
frotaba las manos pensando en la jugosa comisión que iba a dejarme el cliente
que estaba a punto de cerrar, no sabía que viviría el peor año de mi vida. Tras
su distinguido porte, su rostro afable y su simpatía, se escondía un auténtico
cabrón, pero yo no lo supe hasta que fue muy tarde.
Desde
entonces, soy incapaz de dormir en una cama. Cuando logro conciliar el sueño,
que es muy de vez en cuando, tengo que encerrarme en el armario para poder
dormir. Cualquier ruido me asusta, cualquier sonido extraño hace que todos mis
sentidos y alarmas se pongan alerta. No soy capaz de estar a solas con nadie, y
mucho menos que me toquen o se acerquen a menos de un metro.
Estoy
ya bien físicamente, pero echa papilla por dentro, porque si lo que viví
encerrada en una cabaña perdida en las montañas fue un puto infierno, parece
que no va a terminarse nunca.
De
hecho, no sé si Chevi Stevens, una agente inmobiliaria metida a escritora,
sabrá ordenar las miles de barbaridades que le he contado para sacar un relato
legible, en primera persona, trepidante y duro, que cuente toda la verdad, toda
la mierda que llevo acumulada en un año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario