Por
Sergio Vera Valencia, coordinador del club de novela criminal “las Casas
Ahorcadas”
Cuando
el último cocargamento del Turco, un traficante tan poderoso que dirige un
mural más que un cartel, caiga en las redes de la policía en vez de las jorobas
de Junior, su camello oficial en las Palmas, éste no tendrá más remedio que
preparar un palo para evitar que el narco le meta uno bien grande por el culo.
¿Y
qué mejor que dárselo al Larry, al mismísimo
primo y puterísimo testaferro insular del Turco?
Aunque
para eso, necesita alguien con experiencia, alguien con contactos, alguien
desesperado, alguien como el Rubio, un experto en seguridad que en otro tiempo
lo fue de saltársela.
Y
el Rubio, mucho dinero y pronto, para salvar del cáncer al amor de su vida, al
amor que le salvó de la mala vida.
Pero para lograrlo, necesita un cómplice y un
señuelo, un hombre de acción con cabeza
y una mujer de armas tomar con cerebro. Y lo más parecido, son el Palmera y
Cora, un regular parado que sueña con
abrir una cafetería, y una prostituta que anhela cerrar las piernas, un fulano
sin oficio ni beneficio y una fulana de oficio harta de que se la beneficien.
Dos pringados condenados a quererse, y dispuestos a todo para seguir
haciéndolo, que pronto descubrirán que el golpe les viene grande, y que pueden
perder lo único que tenían.
Con
mimbres tan humanos, y un estilo a ratos lírico a ratos hijoputesco, el recién
galardonado con el premio de novela negra Ciudad de Getafe Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) urde una
vertiginosa novela de personajes apasionados y apasionantes repleta de giros
inesperados pero sumamente creíbles, real como la muerte misma.
Una
brillante novela de delincuentes, una “crook story” que bebe de los clásicos
sin emborracharse de tópicos, una obra orgánica , viva, de GÉNERO con
mayúsculas, que sitúa al canario entre los cuervos ibéricos de primer nivel.
1 comentario:
!OLE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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