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domingo, 28 de noviembre de 2010

Se ha escrito un (micro) crimen (IV):

Cuarta entrega ya de nuestra particular micronovela 2.0, y , al fin, parece que Mila empieza a despabilar  un poco, y mostrar algo más de interés por el papelón que se encontró, y algo menos  por el p@stelón que se había buscado.
Y como, pese a no estar muy ducha en las artes amatorias, de tonta no tiene un pelo, se ha percatado de que, o se pone manos a la obra, o tal vez alguien la cargue con el muerto, de modo que, según nos cuenta Luis Ángel Clemente en este genial capítulo, decide.bueno, ya veréis lo que decide.


Sólo llevaba media hora y no cociéndosele el pan, Mila no quiso perder más tiempo extrayendo espinillas de la espalda sebosa del cibernético. Sin embargo no quería romper esa relación  “(no sea que este chalao de los botones me tenga que sacar del aprieto): “Me duele la barriga y olvidé en casa el neubrofeno. Mañana nos vemos, cariño. “
Apenas puso los pies en la calle, contactó con Tomé. Tomé, como se le conocía en el taller de lectura, era, en realidad,  Bartolomé Zarco Fernández en la pila bautismal. Actualmente preparaba las oposiciones para “madero”, no por perpetuarse embutido en un uniforme caki, sino con la única idea de llegar a sub. Inspector.
Tomé al ver el nombre en la pantalla quedó sorprendido, pues llevaba más de un año en el que sólo eran teleoperadores quienes se acordaban del número de su móvil. De ahí que, tras reconocer la voz  de Mila, atajara rápidamente: “En cinco minutos espérame allí”. Y no pasaban de las diez de la noche, cuando ambos ayudados por una linterna se adentraban hacia los servicios de la biblioteca con las pupilas como platos. “Aquí, en el retrete,  ni rastro”, soltó el opositor al franquear la puerta.


¿Qué habrá sido del cadáver de sexo femenino?

¿Sabremos algún día quién demonios era, o permanecerá eternamente en el anonimato?
¿Lo habrá mandado al otro barrio el ciberligue de Mila, tras un certero espinillazo entre ceja y ceja?
¿Podrá Tomé sacarse la plaza de madero con la que está cayendo?
¿Habrá temita entre la becaria y el aspirante a subinspector?
¿Por qué dan tanto por culo las teleoperadoras a la hora de la siesta?
¿Seguirá chorreando sangre el busto de Cervantes, o es que acaso el asesino ha sido la mujer de la limpieza?
Esto, aquello o lo de más allá, cualquier cosa que os podáis imaginar, lo sabremos el próximo domingo, aunque, hasta entonces, vuestras sugerencias y comentarios, a ser posible firmados, serán más que bienvenidos.
Continuará…..

3 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

Tanta tensión me tiene ansioso total

Anónimo dijo...

Pido al creador y coordinador del club y de este blog que aumente, al menos, a dos entregas por semana porque yo ya quiero saber quién fue la asesinada, si es que alguna vez la hubo. ¿No será ahora una zombi?

Raúl.

Raquel dijo...

Ironías de la vida...acabo de tener que interrumpir la lectura de este fragmento, debido a la llamada de una teleoperadora ...ains