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jueves, 13 de julio de 2023

Empezamos el Verano Negro con un finalista del Tormo

 


 

Con las vacaciones, vuelve Verano Negro, el espacio de recomendaciones literarias estivales y propuestas criminales para el próximo curso del club de lectura.

Y este año abrimos la veda con un debutante, Javier Jaén, el comando alicantino del club,  aunque por la calidad y profundidad de su reseña, nadie lo diría.

Y como Gellidista irredento y confeso que es, lo hace recomendando su novela favorita, de su escritor favorito, César Pérez Gellida, finalista del Premio Tormo Negro Masfarné de este año con La suerte del enano.

Una lectura ideal  para este verano, una reseña perfecta para  que sea muy negro.

No os las perdáis.

 

 

ASTILLAS EN LA PIEL, DE CÉSAR PÉREZ GELLIDA

Por Javier Jaén

 

En el frío de la meseta vallisoletana, en la villa medieval de Urueña, declarada Conjunto Histórico-Artístico y primera villa del libro de España desde 2007, Álvaro y Mateo se reencuentran 26 años después de haber compartido colegio interno y algunas vivencias inolvidables… para mal.

Cada uno de ellos ha tenido caminos diferentes en la vida, el primero como escritor de éxito y el segundo como reconocido crucigramista en horas bajas por el futuro incierto de la profesión. 5 años antes, una boda en la que se vuelven a ver antiguos alumnos despierta en Mateo la necesidad de visitar Urueña y, tras el descubrimiento que ha realizado, pide a Álvaro que se le una. Los recuerdos, la nostalgia, el alcohol y la camaradería dan paso en pocas horas a un juego macabro que sacará lo peor de cada uno de ellos, con una sed de venganza inimaginable.

Los personajes están minuciosamente elegidos. Mateo, como crucigramista, es una persona muy analítica, tiene gran capacidad para resolver problemas y grandes habilidades matemáticas. Le gusta el control. Y Álvaro es un escritor de novela negra de éxito, best seller a nivel nacional  y se le puede encontrar en las cabeceras de las principales librerías.

Nada es lo que parece, y en un escenario fantasmal de una villa apenas habitada, en una noche helada de Noviembre, 2 personajes y 2 convidados consiguen crear un escenario de terror en el que no conviene extraer las astillas del pasado y en el que la inspectora Sara Robles vuelve a aparecer para iniciar la investigación sobre lo ocurrido. Y digo bien, iniciar…

Cualquiera que leyera a ciegas este libro y fuera un acérrimo “gellidista” negaría que lo ha escrito él. Acostumbrados a un elenco numeroso de personajes y a ambientaciones en grandes ciudades y países, este libro se desarrolla en un pueblo de 200 habitantes que además parece abandonado a causa del frío y la noche.

Es un thriller psicológico que ahonda en la personalidad humana más que en cualquier otro libro suyo.

No hay artificios, ni conversaciones superfluas, César cambia completamente su forma de escribir, el estilo ágil se mantiene, la novela engancha y deseas pasar de capítulo para retroceder o avanzar 26 años y ver cómo se desenreda la trama y, sobre todo, cómo se van transformando los personajes.

Y cambia su forma de escribir porque todo ello lo consigue con solamente 2 personajes, lo cual dificulta mucho al autor la capacidad para mantener atento y alerta al lector, pero que acaba resolviendo, haciendo un guiño literario interesante, ya que los capítulos que narran la acción del pasado los cuenta en 1ª persona uno de los personajes mientras que los de la época reciente los cuenta el otro protagonista.

 Cuestión de perspectiva

Se van alternando ambas tramas y gracias a esta doble narración vamos conformando la personalidad de cada uno de ellos.

Sin duda, el libro menos “gellidista” de los 13 escritos por César. Es un libro difícil de escribir, bien construido, muy bien ambientado y donde los personajes vencen claramente a la trama dando un giro nuevo a lo que nos acostumbra César en sus novelas.

En una novela negra al uso, criminal o policiaca, se necesitan muchos personajes, muchos engaños al lector, muchas descripciones de lugares y personajes, muchos artificios (mas o menos rebuscados a veces); en “Astillas en la Piel”, César consigue mucho más con muy poco, consigue que saltes en la butaca, que te sientas estafado por haber creído que la novela iría por el lado contrario, que te salga la sonrisa y que digas: “pero que bueno es este tipo”.

Hay que joderse


5 comentarios:

firestarterqnk dijo...

Gellida no defrauda y tú,tampoco.
Enhorabuena por la reseña,con ganas de leerlo ya. No hay tantas vidas ;-)

rousmery68 dijo...

Muy buena reseña...el autor me encanta y este libro lo tengo pendiente

Anónimo dijo...

Empezamos las reseñas del verano, buen debut compañero

Anónimo dijo...

Apetece mucho
Excelente reseña Javier
Tito Willy

Anónimo dijo...

Gracias!!