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miércoles, 7 de julio de 2021

Absolución por asesinato, de Peter Tremaine.

 



Por Amelia Carrillo

 En nuestro ciclo de novela criminal histórica, los lectores de este  club de lectura hemos transitado por la abadía benedictina conocida por su fabulosa biblioteca sita en algún lugar de  los Alpes italianos en el siglo XIV, de la mano de Umberto Eco. Después hemos retrocedido en el tiempo hasta el siglo XII, para adentrarnos en la abadía, también benedictina, de Sjrewsburry, cerca de Gales, guiados por Ellis  Peters, con su Fray Cadfael. Ahora toca dar otro salto atrás en el tiempo, retroceder hasta el Siglo VII y colarnos en el sínodo de Whitby, que se celebra en el monasterio de Streoneshalh, dirigido por la abadesa Hilda. Y lo haremos de la mano, o mejor dicho de “la pluma” de Peter Tremayne , seudónimo de Peter Berresford Ellis, especialista en la cultura celta, miembro de la Royal Historical Society, de la Irish Literary Society y Doctor Honoris Causa por la University of East London y desde 1975 dedicado exclusivamente a la literatura. Tremayne  ha creado un personaje, la Hermana Fidelma, una religiosa celta  protagonista  de una de las series de intriga histórica de mayor éxito en Europa.

 ¿Por qué recomiendo su lectura? Aunque se trata de una novela de evasión, está muy bien ambientada en el tiempo y en el espacio. Con magníficas descripciones del paisaje de la inhóspita y acantilada costa al noreste de Inglaterra, donde se localizaba el reino de Northumbria, que estaba bañado por el mar del norte y limitaba al norte con Escocia.  Allí está situada la  abadía celta de Streoneshalh , donde van a ocurrir unos misteriosos asesinatos en los días que tiene lugar el sínodo de Whitby que pretende reconciliar las divergentes posturas entre la iglesia de Roma y la de Columba de Iona, conocida como iglesia celta.

A una buena ambientación hay que unirle un documentado contexto histórico que transcurrirá en  perfecta simbiosis con el argumento de la ficción, y en el que se desarrollará la trama: En el año 664 la Iglesia Romana y la Iglesia celta están más enfrentadas que nunca. La situación es muy delicada y puede desencadenarse una guerra de religiones que divida Europa. A la sombra de los conflictos religiosos se oculta una lucha por el poder y se prepara una conspiración contra el rey Oswio de Northumbria, en la que están implicados sus propios hijos.  Sor Fidelma, una joven monja de obediencia celta especializada en Derecho, por encargo del propio rey y de la Abadesa Hilda, deberá resolver unos misteriosos casos de asesinato en compañía de Eadulf, monje católico, sajón, con el que, a pesar de una inicial suspicacia, para sorpresa de la propia Fidelma, terminará empatizando, o puede que algo más…

Los asesinatos y la investigación se producen dentro de los muros del monasterio que acoge a  los representantes de las distintas delegaciones que han sido invitados al sínodo, y son tan estupendas las descripciones del lugar que el lector se siente dentro de sus instalaciones, sus celdas, su apotheca, su capilla,  acompañando a los personajes en su deambular por los corredores…

 Otro valor de la novela son sus personajes. Unos personajes femeninos fuertes, unos ficticios y otros históricos:

 Sor Fidelma: es una mujer inteligente, segura, sumamente independiente. Se hizo religiosa para poder desarrollar su carrera legal, ya que los monasterios eran los centros intelectuales de la época y en los de la iglesia celta la mujer tenía la misma consideración que el hombre.

Etain: Abadesa de Kildare: Su reconocida oratoria le permite discutir de igual a igual con obispos, arzobispos y abades y la convierten en la representante natural de la corriente celta en la reunión.

Hermana Gwid: secretaria de Etaín, por sus habilidades como intérprete.

Hilda: Abadesa de Streoneshath, donde se celebra la reunión, una mujer que dado su puesto ejerce un importante poder político en la zona.

Madre Abe: Hermana del rey Oswio, seguidora de la corriente Celta, quiere inclinar a este a  elegir a la Iglesia de Columba.

Como se ve, todas ellas son mujeres cultas y con poder.

 De los personajes masculinos, el más relevante es Eodulf: Acompañante del arzobispo Deusdedit, se ha educado primero en el monasterio de Dorrow y más tarde en la Famosa escuela de medicina de Tuaim Becain, ocupa su cargo actual junto al arzobispo de Canterbury.

 Otros muchos personajes son históricos, como:

 Oswio, rey de Northumbria, uno de los convocantes de la reunión, su decisión de seguir a la corriente celta o romana de la Iglesia arrastrará a los otros pueblos sajones.

Wilfren de Ripon: Dirige a los defensores de Roma en Northumbria.

 Desusdedit: obispo de Canterbury.

Alhfrith: hijo de Oswio, quiere suceder a su padre a toda costa y trama contra él frecuentes intrigas, pero no tiene ninguna posibilidad porque no es el heredero natural.

Es verdad que es tal la cantidad de datos relativos a la época que aporta que a veces ralentiza la trama, pero yo, personalmente es un precio que pago muy a gusto porque me aporta conocimientos muy interesantes.

 Y para terminar, sigamos el consejo de la abadesa Abbe: “dum vivimos, vivamus” “mientras vivimos vivamos” y yo añado: también  “leamos”.


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