Por Sergio
vera Valencia, coordinador de las Casas Ahorcadas.
¿Te gusta
jugar a los detectives?
Pues imagina
que vives en 1950 en Los Ángeles y necesitas un investigador privado. En el periódico
encuentras la agencia de R. J. Bladovich. Cuando llegas a su oficina, hay una chica
de cara angelical con un anillo de compromiso en el dedo. ¿Qué pensarías, qué harías?
Antes de
seguir, párate a meditar un momento.
¿Pensarías
que es la mujer y secretaria del detective? ¿Preguntarías por el señor Bladovich?
No te
preocupes, es normal. Cuando pensamos en un detective privado, sobre todo en la
época de los clásicos del hard-boiled y el cine negro, lo más habitual es que te
venga a la cabeza el arquetipo de sabueso cínico, mujeriego y alcoholizado que
popularizó en la gran pantalla el mito Bogart.
Y Prado G.
Velázquez lo sabe.
Por eso creó
a Rachel Bladovich, para cambiar de género todos los estereotipos del género
negro.
Porque Bladovich
es una detective más cínica que Marlowe, más mujeriega que Spade y más
alcohólica que Archer. Pero como es una adelantada a su tiempo y ganarse la
vida de huelebraguetas en plena caza de brujas no es nada fácil para una mujer,
y menos lesbiana, Rachel tiene que hacerse pasar por la esposa y secretaria del
ficticio y eternamente ausente señor Bladovich.
Por eso cuando
un día Paul Grant, un acaudalado y posesivo empresario le encargue investigar
la presunta infidelidad de su atractiva mujer y la identidad de su misterioso chantajista,
aunque sepa que su cliente es un maltratador, no tendrá más remedio que aceptar
el caso
Un caso que
le hará comenzar el libro desnuda y maniatada, después de que sus pesquisas le
lleven tras los pasos de un asesino de mujeres al que nadie conoce pero todos temen,
a reencontrarse con sus antiguos colegas de la pasma que la odian por destapar
una historia de brutalidad policial, a descubrir la cara oculta de un aparentemente
oscuro y pusilánime vendedor de coches y a sentir la atracción fatal de una sensual
mafiosa.
Y esto es sólo
un tráiler del debut de la manchega Prado G. Velázquez. Una novela de cine y
llena de referencias al cine negro desde su título. Una obra tan canónica en su
planteamiento como transgresora en su pretensión de convertir en feminista una
fórmula narrativa tradicionalmente testosterónica. Un título que consigue
trasladarnos magistralmente a la Edad Dorada de Hollywood con un estilo cargado
de ironía y erotismo que resulta a un tiempo visual y poético, cinematográfico
y literario, una trama que habría firmado el mismísimo Hitchcock y unos
personajes que piden a gritos su propia serie.
En suma, una
lectura ideal para conmemorar el día contra la violencia de género e inaugurar
los Noir Fridays, presentaciones en que podrás llevarte dedicadas y con suculentos
descuentos las mejores novelas criminales del año.
Por eso, las
Casas ahorcadas se complacen en invitarte a la presentación de En blanco y negro que tendrá lugar el 29
de noviembre a las 19 h en el salón de actos del Instituto Pedro Mercedes.
¿O se te
ocurre un plan mejor para el Black Friday?
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