Prólogo:
Pionera entre las pioneras.
La novela negra española es hija de la
Transición. Aunque existieron cultivadores del enigma durante la dictadura,
especialistas como Salvador Vázquez de Parga aseguran que el nacimiento del
género negro en España se produce después de la muerte de Franco. Algo lógico, por otra parte, si entendemos el
género como novela realista y sociocrítica, y no solo como mero pasatiempo
paraliterario, pues ¿Qué injusticia podría denunciarse en una sociedad tan
perfecta como la franquista?
Ironías aparte, si bien Tatuaje, la primera
entrega criminal de la serie Carvalho (paradójicamente, la
fundacional Yo maté a Kennedy no suele
considerarse parte de la serie), fue publicada por Manuel Vázquez Montalbán en
1974, no será hasta finales de los setenta y principios de los ochenta cuando
aparezca la primera generación de criminales literarios pata negra. Y entre las
editoriales que trataron de impulsar el alumbramiento de la novela policíaca
española, etiqueta más común por aquel entonces para referirse a la literatura
de género, destaca por méritos propios Ediciones Sedmay.
Pese a su corta vida, apenas duró dos años y
no alcanzó la veintena de títulos, en la colección Círculo del Crimen vieron la
luz clásicos del calibre de Prótesis, de Andreu Martín, o Un beso de
amigo, de Juan Madrid, ganador y finalista, respectivamente,
de la única edición del premio del mismo nombre. Pero también joyas tristemente
olvidadas como Gay Flower, detective muy privado, primera entrega
del esperpéntico investigador con el que el maestro del humorismo PGarcía
parodió el hard-boiled americano, y Picadura
mortal, de Lourdes Ortiz, considerada por muchos expertos el primer femicrime ibérico, es
decir, la primera novela negra no solo escrita, sino también protagonizada por
una mujer en España.
Un título tan adelantado a su tiempo, que la
contraportada de la edición original de 1979, ante la ausencia de mujeres que
escribieran noir, tanto en el panorama editorial en español
como internacional, se comparaba a Lourdes Ortiz con Agatha Christie, la máxima
exponente de la literatura de misterio. Una obra imprescindible en una
colección como Pioneras, que pretende reivindicar a las primeras autoras del
género negro de nuestro país. Por ello, conmemorando el 40.° aniversario de su
publicación, hemos rescatado para los lectores la única aventura protagonizada
por la inolvidable sabuesa Bárbara Arenas.
No en vano, pese a sus veinticinco primaveras,
Arenas es una detective privada fuerte, independiente y testaruda, dispuesta a
todo para esclarecer la misteriosa desaparición de Ernesto Granados, un
acaudalado magnate canario del tabaco, al que toda su avariciosa prole da por
muerto.
Y es que, como los canarios no son los únicos
pájaros en la isla, la modélica parentela del viejo incluye buitres como una
viuda demasiado joven y demasiado alegre para guardar luto al finado,
dos hijos sin oficio que solo buscan su beneficio, y dos peligrosas nueras a
las que solo une su odio recíproco y el que sienten hacia sus maridos.
Y si a eso le añades una díscola nieta casada
con un mafioso del juego y un hijo pródigo con antecedentes
como narcotraficante, aunque Arenas sea una mujer literal y figuradamente de armas tomar,
cuando las sorpresas y los muertos se sucedan, nuestra joven investigadora
tendrá que dar lo mejor de sí misma para no pasar a mejor vida y descubrir, en
la última página, qué pasó realmente con Granados.
Para redondear el explosivo cóctel de enredos
familiares e inesperadas vueltas de tuerca con la que hace ya cuatro décadas la
polifacética y laureada escritora, traductora y profesora Lourdes Ortiz
(Madrid, 1943) debutó en el género negro, Picadura
mortal cuenta con una pizca de crítica feminista y un estilo
tan natural y divertido, que apuesto a que, como yo, antes de poner punto y
final a esta pionera entre las pioneras, estaréis deseando que la pareja
Ortiz-Arenas hubiese colaborado en más investigaciones.
Sergio Vera
Valencia Director de la colección Off Versátil
1 comentario:
Un prólogo tan interesante que ya me ha interesado la novela. Seguro que no me defraudará tu recomendación
Publicar un comentario