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domingo, 23 de enero de 2011

Se ha escrito un (micro) crimen (XI)

Cuando todo parecía indicar que el fin del relato estaba próximo, y que una miríada de disimulados negritos  iban a lograr escaquearse como si tal cosa, llega Guillermo Muñiz, Willy Holmes, y  se saca de la manga una causa, un porqué, dotando al texto de una solidez argumental de la que previamente carecía, demostrando que todavía queda cuerda para rato.
Una entrega con la que se recupera el espíritu folletinesco con que este proyecto fue concebido, con el mérito añadido de haberse fraguado en tiempos personales difíciles.
Un millón de gracias, Guillermo.



 Y Todo quedó en silencio. Ya no se oía ninguna canción. Sólo un sollozo, casi imperceptible. Y allí estaba él, con el cuchillo en la mano, pensando una y otra vez: ¿por qué, hijo de puta?, ¿por qué la has matado?, ¿qué te había hecho? Notaba cómo le caían las lágrimas por la cara, por esa cara de pánfilo que se le había quedado.
Alguien se acercaba despacio. Enfocó con la linterna, y vio tambalearse una figura patética que apenas se tenía en pie, con la cabeza ensangrentada y el horror reflejándose en sus ojos.
-¿Quién eres? ¿Qué has hecho?- a Tomé apenas le salía un hilo de voz.
-¿Qué hacías aquí? ¿También te la tirabas, como este cerdo?
No tenía fuerzas ni para discutir. Mejor sería responderle.
-No, no me la tiraba, ¡qué más quisiera! Vine para ayudarla. La quería, igual que tú, por lo que veo. Pero ella a mí no.
- Dime, ¿qué sabes? ¿Por qué lo ha hecho? ¿Qué tenía contra ella?
- Te juro que no tengo ni idea. ¿Y la otra chica? ¿Has sido tú? ¿Dónde la has llevado?
-Ainhoa. Ainhoa de las Heras Gaudioso, otra hija de puta, cómo puede haber tantos. Iba a dejarla sin trabajo al acabar la beca, ¿sabes? Mila era mucho mejor, ella lo sabía, no lo soportaba. Su sonrisa, enorme, aplastante. Igual creía, la muy imbécil, que yo se lo iba a permitir.
- Por favor, ayúdame a salir de aquí. Podemos aclarar esto juntos.
- Podemos, podríamos, habríamos podido. Quién sabe. No. Me caes bien, chaval…pero tú no vas a aclarar nada.

¿Continuará, José?