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sábado, 2 de abril de 2016

Desde Escocia con amor (pasteloso)



Muerte en Glasgow - Denise Mina
Por Carolina Vázzquez, la reina del pastel noir.

Una ventana abre sus cortinas rojas, desde la cima de la colina más alta de Glasgow, para dejarnos ver las sombras que se esconden entre luces muy escocesas.

La novela cuenta la historia de una mujer que, una mañana de resaca, se encuentra a su amante (un hombre infelizmente casado) degollado en el salón del apartamento que se compró para huir de la tutela de su madre alcohólica, cuando alarmantes alteraciones emocionales amenazaban incapacitarla al detonarse la bomba de unos abusos infantiles largamente negados. En el camino de vuelta de la locura, Maureen se encuentra con las miradas recelosas de aquellos que se supone la deberían ayudar: su familia con sus traumas infantiles, los psiquiatras con sus problemas emocionales y la policía con el cadáver de su salón. Pero todos sospechan de ella porque, a la luz de sus prejuicios, la ven capaz de cualquier cosa.

Alguien nos cuenta esta historia desde un punto de vista femenino, que no es el de la protagonista, pero casi. Maureen lo tiene todo para ser una víctima hundida en la miseria de sus experiencias traumáticas, pero Denise Mina no quiere princesas pusilánimes y dibuja un personaje resiliente, capaz de coger al toro (macho y negro) por unos cuernos que ya le han herido pero amenazan con algo peor. La protagonista es una víctima invicta, la presa que no se deja cazar porque ella misma se viste de cazador y empuña armas más sutiles pero no menos letales. Porque la paja en el ojo ajeno, cuando es viga, da a los que miran la falsa impresión de estar libres de pecado y tiran piedras que caen en sus propios tejados de vidrio. 

Los abusos son el epicentro de este relato cuya onda expansiva deja con el culo al aire a los supuestos pilares de una sociedad que los alimenta, o cuanto menos los encubre. Familiares, policías y psiquiatras dan cuerpo a todo de lo que la protagonista ha aprendido a desconfiar y la historia, que consterna e indigna, le da la razón. Según avanza la narración, vamos entrando en el lado oscuro del lugar en el que todo tendría que empezar a mejorar y de la mano de las personas que saben cómo. Pero cuidado, porque incluso al final del túnel puedes volver a caer en el negro mas oscuro.

Esta es, en suma, una historia de ventanas que abren sus blancas cortinas mugrientas para mostrarnos las sombras que se proyectan sobre el mundo familiar, policial y psiquiátrico.

“Muerte en Glasgow” es el primer libro de Denise Mina y  el inicio de  una trilogía que no estoy segura de querer leer. En mi opinión, lo mejor de la novela son los personajes, interesantes y bien delineados, pero el ritmo es inconstante y va perdiendo fuerza según avanzan las páginas. Sin embargo, como el  leer no ocupa lugar, no haréis mal en hacerle un hueco en vuestras estanterías a esta autora escocesa cuya biografía no tiene nada que envidiar a las de sus propios personajes.

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