Es imposible resumir la Semana Negra en un post.
Y menos, en uno que
no aspire a convertirse en una Bibli@ como el que aquí os traigo.
Por eso, y porque en
verano estoy muy perro, ni siquiera voy a intentarlo.
Sólo a mencionar
algunos de los mejores momentos vividos y personas conocidas durante mi último paso
por Gijón, porque al fin y al cabo, la vida son eso, momentos (joder, si hasta
me pongo metafísico y todo).
El primero, lo tengo
clarísimo: mi breve conversación, nada más aterrizar en la feria el 7 de julio
(¡San Fermín!), con Pétros Markaris y
Leonardo Padura, gracias a la intercesión del inestimable Paco Camarasa.
Y es
que en poder charlar con dos de los grandes del género de tú a tú, es donde
radica toda la magia negra de Gijón.
Del lunes, me quedo
con la irrupción megáfono en mano de los sindicatos durante la presentación de
“La última noche de Víctor Ros” de mi
cuñado Tristante (que, por cierto,
aseguró que el estreno de la serie de televisión sobre el personaje tendrá
lugar a principios del año que viene). Y no fue la última vez, porque como
estaba prevista la participación de Cándido Méndez y algún que otro gerifalte
político, la lucha obrera estuvo más que presente a lo largo de todo el
festival.
El martes, desembarcaron por tierras asturianas el equipo
alrevés, capitaneado por sospechosos habituales de las Ahorcadas como Víctor
del Árbol y Luis Gutiérrez Maluenda (que, dicho sea de paso, están haciéndonos
publicidad a diestro y siniestro, por lo que más de un autor vino a mí deseoso
de visitarnos), amén de los Kerrigan
BROS (¡qué grandes Gori e Ilia!). Además, de este día quedará para el recuerdo una
conversación la mar de surrealista que mantuve con un autoproclamado mito del
cómic americano de cuyo nombre no quiero acordarme, que después de dejar
patente que era el que más sabía de novela negra americana por aquellos
andurriales al nigérrimo y criminalísimo Mauricio, otro de los capos de la
feria de este año sin duda, después de más de quince minutos, digo, aguantando sus
bravuconadas bastón guía en ristre, va el tipo y me suelta:
Ah, ¿eres ciego?
Y como a sobrado y tocapelotas, pocos ganan al hijo de mi madre, le contesté con otra pregunta:
-¿Es que pensabas que llevo bastón porque soy rico?
-Podría ser…
Pues no, lo llevo porque soy rico y ciego - le solté, antes de que se fuera a continuar
sobrealimentando su ego firmando ejemplares.
Ya el miércoles, después de una noche inolvidable con el que
para mí ha sido el gran hallazgo de este Gijón, Alexis Ravelo (que, por cierto,
acaba de alzarse con el premio Ciudad de Getafe de novela negra, próximamente
en las Ahorcadas), llegó el momento de
volver a presentar “Respirar por la herida”, utilizando para ello el demoledor
argumento de que, era la mejor novela criminal española que había leído en mi
vida. Y prácticamente acto seguido, tuvo lugar una soporífera mesa redonda
sobre nuevos formatos y jóvenes autores, con la presencia del equipo Alrevés
(sí sí, Maluenda también estaba), de tal
calado gafapastil que palabra y evento dieron mucho muchísimo que hablar y reír
durante la cena y copas ulteriores, en las que, entre otras cosas, José Javier Abasolo
(otro de los fichajes de este año) trató
de convencernos de que todos éramos en realidad vascos faltos de memoria.
Más momentos estelares, esta vez, del jueves: la entrega del
Premio Novelpol al hermano Márquez (que me lo dedicó a mí, para escarnio de su
novia, también presente durante la ceremonia)
...y la presentación que hice de las
últimas novelas del maestro Carlos Salem, con la presencia de algunas de
sus incomprensiblemente numerosas e incondicionales seguidoras.
Mientras días y noches iban haciendo mella en mi persona,
llegamos al viernes, en que por la mañana se fallaron (y nunca mejor dicho) los
premios, entre ellos el Silverio Cañada a la mejor primera novela negra
publicada en castellano, que injustamente no recayó sobre el baile de nuestros
Galgos favoritos. Después de una tarde sin muchas novedades, tuvo lugar un
fenómeno digno de estudio antropológico, si no paranormal, el recital de (porno)
poemas de Salem. ¿Por qué? Porque la carpa estaba a reventar de adolescentes
coreando sus versos (había alguna que incluso se los había tatuado, y no es
broma) y mojando sus inocentes braguitas de Piolín con la aguardentosa voz del
pirata argentino. ¡Ver para creer! Y es que, si como Marcelo Luján
sostiene, Salem es el nuevo justin Bieber, definitivamente Fernando Arrabal
y los mayas tenían razón, vivimos en pleno Apocalipsis.
Más pruebas de ello, fueron que el evento de mi maestro
duplicase en asistentes a la presentación del último premio Planeta que tuvo
lugar al día siguiente, y que en cuanto me vio, Lorenzo Silva se apresurase a
defenderse: ¡Yo traté por todos los medios de ir a Cuenca, lo prometo!
Y hasta aquí, mi parte de Negra, ínfimo, pero más que
suficiente para hacerse una idea de por qué llevo cinco julios peregrinando
religiosamente a Gijón, y de por qué pese a que siempre alquilamos un
apartamento en primera línea de playa, al final apenas la piso (de hecho, estoy
tan blanco que cualquiera diría que a la única piscina a la que voy es a la de Fukusima).
En suma, que a pesar de los 200.000 euros menos de
presupuesto con los que contaba la
Semana Negra de este año (lo que me lleva a preguntarme, ¿pues cuántos tenían
antes?), ha logrado sobrevivir más que dignamente, haciendo que los fanáticos
del género negro que la visitamos sigamos sintiéndonos como en casa a cientos
de kilómetros del hogar.
PD: ¡Y tres mil hurras por la Marple, que ha quedado tercera
en el concurso de micros de Tom Z!
7 comentarios:
Joooooo ¿nada de premios para Raquel? Vaya....jejeje
La semana negra magnifica y aunque yo, a diferencia del ciego millonario (ya podías compartir y ponerme un "chalé")me quedé solo tres días, me lo pase "genialifantastijonudamente".
Los autores como siempre geniales y, aunque nos tragamos 2 ó 3 veces la misma charla de un autor palabra por palabra esos días no han tenido desperdicio.
Lo único malo aguantar los chistes de cierto conquense de cuyo nombre no quiero acordarme.
PD: Felicidades "Marple"
En fin Masa Sergio que has disfrutado como un niño un año más, como era de esperar.
Gracias por tu crónica, por contarnos las luces y por mencionar también las sombras.
Abrazo, buen crucerito y buen verano.
Por cierto, lo de Marple a estas alturas ya no nos sorprende a ninguno. Enhorabuena, crack.
Una que si se va a poner negra negra en las playas de Cadiz, ya tuve mi resumen particular antes de coger mi maleta. Y como le gusta al niño pinchar y hacer sangre. Gracias por la cronica y las fotos, faltan las del Bus de alli que digo yo que lo habrà.
Amparo
Y por cierto, los de las pancartas son compañeros mios asturianos indignados con nuestro sicopata particular y algun colaborador necesario, protestando por nuestra situacion que empeora progresivamente.
Amparo
Que envidia chaval,como te lo montas,gracias por llegarnos todo esto.
Enhora buena Cris,como molas,besos.
Her
Lo de Salem no me estraña,no soy una jovencita y me parece ¡UF!
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