Antonio
Santos nació en Honrrubia, pero es conquense por casualidad, porque por aquel
entonces sus padres vivían en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), donde
residió hasta 1997. Afincado ya en la ciudad del crimen, estudió Humanidades en
la Universidad
de Castilla – La Mancha ,
trabajando en lo que podía, ya fuese encuestador, albañil, repartidor o piscinero. En la actualidad, imparte clases particulares
de Lengua y Literatura, tras perder su
puesto de interino gracias a la proverbial austeridad Cospedaliana.
En lo
estrictamente literario, ha publicado un poemario,” Del aire y la voz” (2005),
y sus versos han aparecido en la revista Saigón y en las antologías “Inmaduros 26,
jóvenes poetas de Castilla-La Mancha “y
“Los rostros de Medusa. 20 años de poesía conquense”. Así mismo, ha resultado finalista de los certámenes
poéticos Villa de Villamayor de Santiago y
el Luis Ríus de Tarancón, del
Alea Iacta est de relato corto y ha obtenido el 2º premio en la edición 2008 del certamen de jóvenes
artistas de Castilla-La Mancha.
“Los Casos de
Mauricio Romero, el detective de Cuenca”, es su primera novela.
P: ¿Cuándo y
cómo nació Mauricio Romero?
R: Mauricio
nació hace como seis años, quizás más, como un entretenimiento en las horas
muertas de tedioso trabajo de oficina, y, como nació en Cuenca, era lógico que
fuese conquense con todos sus defectos y virtudes. Así, escribí, primero, casi por casualidad,
un relato muy cortito y sencillo, el que abre el libro, que solo buscaba matar
el aburrimiento propio, y cuando, al dejarlo leer a amigos y compañeros,
descubrí que también mataba el aburrimiento ajeno decidí hacer algunos más a
ver qué pasaba. En principio iban a ser
como catorce o quince de la extensión del primero pero los otros dos relatos se
me fueron de las manos y superaron con creces los límites con los que jugaba al
principio.
P: ¿Crees que
haber llegado crecidito a Cuenca puede haber influido en que tengas una visión
tan incisiva de los usos y gentes del
terruño?
R: Es
posible, a veces se ven desde fuera cosas que desde dentro se ignoran, o,
simplemente, no parecen llamativas hasta que alguien las señala, aunque
realmente creo que va más con la personalidad de cada persona que fija su
atención en unas cosas u otras, en mayor o menor detalle, así como el modo de
exponerlas. Realmente la mayoría de
cosas que en el libro se destacan no son especialmente llamativas porque, si
bien es cierto que me he criado lejos de aquí, lo es también que he crecido en
contacto muy estrecho con la idiosincrasia del terruño.
P: Cuando,
hace más de un año, empecé la novela, que por aquel entonces circulaba por la
red, confieso que al principio me tragué lo de que hubiese un huelebraguetas
apatrullando nuestras calles, dime por favor que no soy tan tonto como mi madre
piensa y no fui el único.
R: No juzgaré
los pensamientos de tu madre, pero es cierto que más de uno, obviamente
evidenciando que no había leído el libro completo, creyó que un detective del
corte de Mauricio Romero podía existir realmente en la ciudad de Cuenca. Alguno, incluso, no sé si riéndose de mí o en
serio, me expuso vía correo electrónico su problemática para contratar los servicios
de Mauricio Romero. Yo creo que esa es
la magia del personaje, que puede ser real.
Que cualquier conquense podría ser Mauricio Romero, que cuando vamos al
Roco o al Jovi, podemos mirar a nuestro alrededor y preguntarnos si alguno de
los hombres que hay ahí en ese momento es Mauricio Romero. Una vez que se dio por sentado que Mauricio
Romero era un personaje, yo no lo tengo tan claro, comenzó la otra carrera, la
de averiguar quién se escondía detrás.
P: ¿Y qué te
impulsó a pasar de la edición digital al papel?
R: El libro
fue acabado una noche, y tras consultar con algunos amigos que me ayudaron y lo
habían leído, aconsejándome que esperase un poco para hacer modificaciones y
correcciones (mis amigos tenían y tienen razón, las necesita) les di la razón,
como he hecho ahora, en todo y lo subí a bubook para descargarlo gratis. Paralelamente creé una cuenta de facebook (eldetectivedecuenca@hotmail.es)
a nombre del detective y envié algunos correos también a su nombre,
presentándose y creando una ficción de segundo grado, con el enlace para hacer
una cadena. El enlace corrió por la red
como la pólvora y en un par de meses o tres, quizás cuatro, ya ni lo recuerdo,
el libro había tenido dos mil descargas. Cada cual que juzgue por sí mismo. En ese momento, lo que había comenzado como
un juego, como una travesura, se me había ido de las manos. Así que me lancé a buscar quien me lo
publicase sin yo poner un duro, porque la Nota al lector final, desgraciadamente, es
demasiado habitual. Los editores me
ponían una pega: el libro había tenido ya dos mil descargas, más los ejemplares
que habían circulado en cadenas, por lo que no tenía posibilidad de vender más
libros. Finalmente, en Cáceres, en El
Hinojal, encontré alguien que apostó por el libro para venderlo en papel en
internet (http://www.alternativaluzdeluna.com/show_book.php?isbn=LOS+CASOS+DE+MAURICI&PHPSESSID=eqtl8tijcmq3pe29k4h5g0tn93)
en las librerías donde fuese solicitado y en ebook en bubok (http://www.bubok.es/libros/208476/Los-casos-de-Mauricio-Romero-el-detective-de-Cuenca)
.
P: Un aspecto
que llama poderosamente la atención en tu novela es la enorme cantidad de
localismos que aparecen, ¿te has documentado a conciencia, o me has mentido
como un bellaco y en realidad eres más de pueblo que los ababoles?
R: Se puede
decir que llevo toda la vida documentándome, aunque realmente muchos de ellos
se los he robado a mi amigo Marcos Huélamo que es el auténtico especialista en
el habla del terruño.
P: La Plaza
Mayor y sus antros, el centro y sus bares, ninguna barra escapa al impenitente
codo de Mahou, ¿sueles acompañarlo en sus correrías?
R: Los bares
que aparecen lo hacen, creo, que bien reflejados y con cariño porque son los
bares a los que yo soy o he sido en algún momento o periodo de mi vida asiduo. Para mí son los mejores bares de la ciudad y
claro, supongo que la gente pensará que conozco todos los bares como esos y
quizás no es así, pero me gusta aprender y nunca es tarde si la dicha es buena:
acepto invitaciones de quienes me quieran presentar sus bares favoritos.
P: Aunque la
cita con que se inicia sea de Bogart, Mauricio tiene más de pícaro que de
Marlowe, ¿cuáles fueron tus referentes literarios y cinematográficos para
parirlo?,
R: No tengo
claras las referencias literarias. Si
hago un inventario de mis lecturas creo que muy pocas encajarían con el perfil
de Los Casos de Mauricio Romero, el
detective de Cuenca. Aunque
realmente en este libro se recoge de forma velada y sucinta gran parte de la
tradición literaria castellana, en ocasiones incluso redundando en tópicos y
tópicos. El libro que leí justo antes de
comenzar a escribir el primer caso del libro fue uno protagonizado por un detective,
Pulp de Charles Bukowski, pero creo
que no hay demasiadas concomitancias entre ambos más allá de algunos tópicos
detectivescos. Cinematográficamente sí podría encontrar algunas referencias del
cine negro, el cual me gusta muchísimo.
P: Confieso
que llevo meses observándote, buscando sin éxito el Mauricio que llevas dentro,
¿eres muy buen escritor o demasiado tímido para compartir tu socarronería?
R: Me
gustaría ser buen escritor, pero en realidad me temo que soy más tímido e
introvertido que diestro con la pluma.
Me cuesta conocer a gente y darme a conocer, no soy bueno en las
relaciones sociales de primeras, pero cuando cojo confianza sí soy muy
socarrón.
P: A
propósito, además del detective hay otro personaje, Santos, que aparece en los tres relatos de los que consta el
volumen, ¿no será un trasunto del hijo juntaletras de tu madre?
R: Supongo que
al final los escritores son todos unos ególatras, y yo que pretendo serlo tengo
por lo menos que parecerlo también y ser tan ególatra como el que más. Dado que el libro no lo firmaba no pude
resistirme a llevarme mi parte de protagonismo, mi parte del pastel.
P: En el
primer cuento, en origen un caso típico de cuernos aunque provisto de un desenlace
sorprendente, se pone de relieve la enorme dificultad que entraña ser detective
en una ciudad pequeña donde todo el mundo se conoce, ¿tienes constancia de que
haya existido realmente algún investigador privado en nuestra ciudad?
R: Que yo
sepa no, y como en Cuenca se sabe todo supongo que así será. Desde luego sería
difícil.
P: En el
segundo caso, parodia Da Vinci reconocida, una esperpéntica secta encomienda a
Romero encontrar el Grial y el Santo Madero en la Semana Santa de Cuenca, resulta asombrosa la abrumadora
cantidad de datos históricos que aportas, ¿hasta qué punto son verídicos?
R: Son
verídicos todos, desde la cronología, actas auténticas de juicios de La Santa Inquisición ,
la autopsia de Carlos II, el Hechizado, etc… excepto aquellos que me fue
necesario cambiar o añadir para crear mi trama narrativa. El segundo caso es muy entretenido y quiere
mostrar con qué poco puede hacerse una trama histórica para que la gente
aprenda a no leer las novelas como si fuesen manuales de historia, porque son
cosas diferentes y tienen objetivos diferentes.
Con ello no critico a los escritores de novela histórica sino a los
lectores que hacen un mal uso de ella.
P: Por
último, en el transcurso del tercer relato, en que Mauricio tendrá que bregar
con el kamikaze de la Parrilla, un conductor suicida que recorría en sentido
contrario la carretera nacional, su cliente menciona otros casos célebres de
Romero, ¿piensas dar a imprenta más entregas de la serie?
R: Lo
comercial sería decir que si la gente compra el libro saldrán más
entregas. Pero entonces, Dios me libre,
mi mentalidad estaría más cerca de la de un editor del siglo XXI que de la de
un escritor, por lo que lo justo sería decir que igual que escribí esta entrega
sin demasiadas pretensiones, empujado por cierto instinto y disfrute más que
por puro interés, aunque no voy a negar tampoco el interés una vez que el libro
se comienza a vender, seguramente, no sé si pronto o tarde, al final acabaré
escribiendo más. ¿Sobre Mauricio
Romero? Tengo ideas, algún caso ya
avanzado en la cabeza pero sin comenzar en el papel.
Muchas
gracias, Antonio. Ojala no tardemos en reencontrarnos con Mauricio en bares de
Cuenca y librerías de toda España.
4 comentarios:
Cuenca es una ciudad fantástica para llenarla de historias y leyendas. Y lo digo yo que soy un recién llegado a esta ciudad. Y por lo que veo en este blog, Cuenca también cuenta con escritores que ayudan a alimentar esa aura que pide a gritos historias, cuentos y relatos que la llenen.
Un saludo!!
Relatos tan divertidos,entretenidos y con lugares mas o menos conocidos a mi me parecen casi geniales,me lo paso de maravilla.Suerte Antonio.
Her
He disfrutado mucho leyendo los casos de Mauricio. Están llenos de ingenio y los finales son sorprendentes y buenísimos. Que lleguen pronto más aventuras de este personaje.
Siento discrepar pero la novela me ha parecido muy floja. Sólo apta para la gente local , por el hecho de ver reflejados lugares conocidos. Como narración es una especie de mala imitación de Chandler un siglo después, con un humor más propio de Arévalo y de chascarrillo de bar, que de relato supuestamente literario. Por otra parte, al carecer de imaginación el relato se rellena con frases hechas, inconexas muchas veces, y lugares comunes, tanto físicos como narrativos. Todo ello da lugar a un relato falto de ritmo lleno de anécdotas cuasi privadas
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