¿Qué, mucho carbón, gente?
No para todos, espero, que al final participan
siete negritos.... aunque sé de un detective conquense al que le quedan pocos roscones
de vida.
Tenéis suerte de que Joe sea mas magnánimo que
yo,y le haya encargado a Baltasar, su majestad negrita, el siguiente regalo.
Que lo disfrutéis ....y que ganen los mejores.
Merry Xmas, Tom!
“I´m dreaming of a white Christmas”
Bing Crosby
–Un regalo –responde Stone–. Es
Navidad. Ya sabes, llega el hombre gordo vestido de rojo con un saco a la
espalda y se cuela en tu casa y coloca regalos debajo del árbol. Vino anoche y
te dejó eso.
Mati enarca una ceja mientras
juguetea con el lazo.
–Si pillo a un tipo debajo del árbol
que no seas tú, le hago un agujero extra en el culo.
–Niña, es Father Christmas, Papá
Noel. Joder, la ilusión que me hacía de crío...
–Aquí somos más de los Reyes. Ya
sabes, tres tipos que viajan en camellos y se cuelan en tu casa y te dejan los
regalos al lado del belén. Vendrán la noche del día cinco... Ahora que lo
pienso, mejor que no los pille a ellos tampoco.
–Los Reyes Magos... Cuando vine a
vivir a España ya no creía en Papá Noel y menos en Reyes Magos. Y los únicos
camellos que conozco ni siquiera te escupen gratis. Y mi padre había muerto.
Desde entonces, cultivo un odio exquisito hacia la Navidad.
Mati sigue manoseando el envoltorio,
luego sacude con suavidad la caja.
–¿Qué es?
–Un lanzallamas con los depósitos
repletos de brea líquida.
–Eso quiere decir que lo abra, ¿no?
Stone enciende un cigarrillo y
sonríe. –Me gusta que me leas la mente, es lo que tiene el amor.
Mati suelta un bufido y acaba por
desenvolver el regalo. Stone mientras tanto, enciende la radio. Se oyen
villancicos.
–Yo no te he comprado nada, Tom. Me
fastid... ¡Joder! –Levanta la vista del interior de la caja y la clava en él.
El reanimado le guiña un ojo.
–En realidad no importa, nena; tú
ponte eso y los dos tendremos nuestro regalo.
Mati saca la prenda del interior de
la caja, la observa con un ojo cerrado y vuelve con Stone.
–¿Es mi talla?
–Mmm, yo diría que no. La idea es
que te quede... ajustado.
–Cabrón –se ríe Mati y se escurre
hacia el dormitorio.
–Sí, la verdad es que sí –sonríe
Stone para sí mismo.
Gato entra desde la cocina y se restriega
contra la pierna del investigador. En la radio suena White Christmas de Bing Crosby. Stone se sirve una copa que apura
con calma mientras mira por la ventana.
–Tooom... –la voz se insinúa
melosa–. Ya he envuelto tu regalooo.
Stone se agacha, acaricia a Gato y
sube el volumen de la radio. La voz de Crosby le sigue en su camino hacia el
dormitorio. Abre la puerta y se asoma.
–Nena –la voz del hombre ha cobrado
una ronquera repentina–, acabas de conseguir que vuelva a amar la Navidad.
FIN.
7 comentarios:
¡¡Genial Joe!!!
No se, no se, pero me ha parecido ver cierto aire pastel en este microrelato…¿Vosotros que creéis, mis negritos pastelosos? ¿Dejamos que Stone entre en nuestro insigne movimiento? Yo voto que si, tener un Z en nuestras filas nos hace más fikis…si cabe.
Gracias por este regalazo de navidad Joe.
¡Pastel noir forever!
Carolina
Pastel total,ES de los nuestros Carolina y alguno mas que no lo confiesa,,gracias Tom.
Her
Buenoooooooo me huelo relato zombie de san valentín. Nah, tampoco ha sido taaaan pasteloso. No ha habido declaraciones de amor ni cursilerias especialmente peligrosas para un diabético.
Bueno Joe, espero verte algún día por el FNAC de Madrid ya que el continuo espacio tiempo y las clases me impiden ir el viernes
¡¡¡Pedazo regalo de Reyes!!! Sí Carolina...es de los nuestros jajaja. ¡¡¡La revolución del pastel noir!!! Nos vemos el viernes. Besos
Ana Pichuchina
Me siento abrumado... pero de pasteleo nada, es sólo que es Navidad... :D
Chicos y chicas, negritos y negritas, necesito que me mandéis fotos de nuestro maravilloso encuentro. POr favor. Al siguiente mail: elffinch@yahoo.es
Publicar un comentario