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martes, 25 de diciembre de 2012

UN MICROREGALO NOIRVIDEÑO


¿Qué tal se ha portado Papá Noel, tribu?

Aquí os dejo el microregalo que ha dejado en mi casa para vosotros, con la esperanza de que os guste tanto como para animaros a participar en el concurso, o tan poco como para hacerlo a fin de enseñarme a escribir.

 
Las mujeres que no amaban a los hombres

 Para la tribu de las Ahorcadas, que siempre me ha echado un cable, y nunca me ha dejado colgado.

 
-Señor Stone, quiero  saber quién me mató- me dijo el arenque, ojos blancos contra ojos blancos.

Decía ser escritor de novela negra, y yo detective privado.

Ninguno que los dos éramos zomb…, perdón, reanimados.

Cuando tienes los minutos contados, hablar por hablar, es tan absurdo como beber por beber.

Siempre que no sea Jack Daniels, por supuesto.

Tarifa estándar- le dije, tarifa doble, me dije.

-Triple, si recupero los derechos.

 Según el arenque, había escrito una trilogía poco antes de pasar a mejor vida, y ahora era número uno de ventas en media Europa, pero como estaba legalmente tieso, llevaba sin ver un pavo desde acción de gracias.

-¿De verdad que ya lo tiene?- dijo entusiasmado, cuando lo cité en mi despacho a la semana siguiente.

-Sí, pero antes, déjeme que le presente a alguien: Larson, el comisario Garrido. Garrido, un pescado con más vidas que un gato.

En efecto, como sus novelas tenían tantas hojas que más que negras eran armas blancas, y sabía que haría falta un milagro para que alguien las comprara, el arenque decidió fingir su muerte por paro cardíaco para darles publicidad gratuita, cambiar de identidad, pirarse luego a Valencia con su mujer,  y vivir a lo grande el resto de sus días.

 ¿El problema? El de siempre. Que después de un tiempo, su esposa pensó ¿para qué seguir actuando, si tienes pasta para matones y amantes para aburrir?

¿Quién habría dicho que Larson regresaría clamando venganza y derechos de autor?

-¿Por qué? ¿Por qué me traicionó? ¡Y con mi padre y mi hermano! lloriqueó, sin saber que las sirenas de policía lo guiaban hacia la que había causado su perdición, aunque sí que no sólo hay hombres que no amaban a las mujeres.

Pero no dije nada. Dos vidas no son suficientes para entenderlas.

En cualquier caso, ¡Muchos ánimos y feliz Noirvidad!

5 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

Yo ya sabía que algo olía a podrido en el tema de Milenium. Por cierto, ¿alguien sabe cómo se finge un ataque al corazón?

Sergio dijo...

jja ja ja Basta con decir que ha sido viendo Sálvame. No creo que en ese caso nadie sospeche que todo era una farsa.

Raquel dijo...

Brutal jejeje. Estoy con Joe...eso de "me pego un infartito por subir las escaleras" suena muy sospechoso...
Lo de fingir el infarto viendo salvame es peligroso, porque puede pegarte un derrame cerebral, yo lo haría más bien intentando hacer algun papeleo del pasaporte o del DNI que requiera cierta urgencia. Creible a mas no poder

Anónimo dijo...

Yo he fingido muchísimos infartos en mi etapa de Directora del cole. Me ha encantado. Gracias por el regalo noirvideño. Besos.
Ana Pichuchina

Cristina dijo...

Había pensado participar pero después de lo alto que has dejado el listón, no sé. Aunque qué puñetas, tu eres el jefe y los demás estamos aprendiendo. A lo mejor me atrevo. BESOS a todos.