I Tormo Negro
Con la del sábado, es ya la segunda vez que nuestro ínclito club visita Getafe Negro…y la tercera que me pregunto por qué demonios Lorenzo Silva no lo monta en Cuenca. Total, si el 90% del aforo éramos nosotros, ¿no es más normal que Mahoma venga a la sierra, que la sierra a Mahoma? Si yo soy capaz de abarrotar el Volao (últimamente me siento como los Rolling, llenando todos los días), no quiero ni imaginarme que ocurriría si viniera alguien que de verdad supiera del tema (aunque tuviera menos sex-appeal).
Pero bueno, empecemos por el principio, que hay mucho que contar y tampoco es cuestión de convertir el post en testamento (que eso sería más putada que milagro).
Con exquisita puntualidad británica, aunque sin Noelia (¡traidora!), partimos de la estación, diez negritos y dos mulatas, que se apuntaron al bombardeo de forma espontánea.
Dos horas de jarana más tarde, nos apeamos del minibús. Tras llenar el depósito de café y vaciar el otro, pusimos rumbo a la carpa donde Lorenzo Silva actuaría como insigne maestro de ceremonias de “acceso no autorizado”, última novela de Belén Gopegui (que en unas semanas se dejará caer por Cuenca, novia cadáver dixit).
Acto seguido, y nunca mejor dicho,, les llegó su turno a Enrique Rubio, Nicolás Casariego, Yanet Acosta (que me ha dado su palabra de honor de que pasará por las Ahorcadas próximamente), Alejandro Pedregosa (gratísima sorpresa este granadino, y su novela negra ambientada en el camino de Santiago, todo un descubrimiento) y Gabriela Cañas (autora novel paisana que también perjuró por lo más sagrado que pasaría por aquí a hablarnos de su ficción sobre el incendio de la Torre Windsor).
Las 2, hora de comer. Y qué mejor que hacerlo con otro plumífero amigo y futuro visitante de nuestra banda: el inigualable Javier Márquez Sánchez.
Paradójicamente, los platos fuertes llegaron después de los postres, cuando hicimos entrega de su “Tormo Negro “(soga y objeto contundente por fuera y veneno por dentro, el premio criminal definitivo) a Lorenzo Silva, por “La niebla y la doncella”, y saeteamos a preguntas a Luis García Jambrina durante una hora larga.
Mención especial merece la crítica que Francisco le hizo a un latinajo que aparecía en la novela… ¡mal declinado! Cualquiera le tose a Paco Didio Falco….
Por último, acudimos prestos a la carpa para la mesa redonda sobre novela negra de ambientación histórica, donde el propio Luis, el cardo del Norte, Francisco Balbuena y Jorge Navarro departieron animosamente sobre sus últimas novelas: “el manuscrito de nieve” (¿os suena?), Espido Freire (¿o era al revés?), “El alcalde del crimen” (cuyas 700 páginas me estoy hincando con fruición ahora mismo) y “Las cinco muertes del barón airado”.
Concluida ésta, ocho y media pasadas, nos pusimos en ruta, con tan mala fortuna que nuestro hasta entonces apacible conductor descubrió su vocación de kamikaze y casi nos estampa, volantazo va, volantazo viene, de regreso a la ciudad del crimen.
Por suerte, no fue así.
Y… volveremos.
…a menos que Silva entre en razón.
6 comentarios:
Qué bien lo pasamos!!!
pues si,no es mala idea lo de traer el Getafe negro aqui. Nosotros ya estamos expuestos a demasiados peligros los martes en el volao...como para dejarnos los piños en la autovía Tarancón-Cuenca.jajaja
la novia cadáver
Como siento habermelo perdido este año, teneis que contarme en las proximas cañas, estaba en Santorini acordandome de vosotros aunque no lo creais.
Amparo
¡Jo! Cómo os molaís...un club de lectura con microbús. ¡Cómo se os nota la pasta a los de Cuenca!
Algún día iré a una de vuestros viajes por mi cuenta y riesgo, que me encanta mucho cómo os lo montaís.
Espero que pegaseis de collejas a Luís por poner a Fernando de ROjas de protagonista(y por su novela) ¿Se nota que no me gustó?
En cuanto a conductores de autobús suicidas tengo una experiencia muy larga y más intensa de lo que me gustaría. Yo sostengo la teoría de que se hinchan a Red bull y conducen mientras escuchan en un mp3 la banda sónora de "El diablo sobre ruedas"
Siento sinceramente no haber estado, parece que os lo pasasteis como enanos. ¡Qué envidia me dais!
Es imposible que se haga el Getafe Negro aquí o habría que cambiarle el nombre y ya no tendría gracia :)
Con afecto, la traidora.
Qué rancios, los negritos de este club, menos mal que estáis vosotras para animar el cotarro.
Y que nos dure, Milagritos. Esperemos que la crisis no afecte al tinglao de Silva como al de Taibo por Gijón.
En efecto, Amparo, no nos lo creemos, que nosotros sí que te echamos en falta.
El secreto no está en la masa, sino en la paga, Raquel. 25 euros, y tú también podrás disfrutar de un idílico viaje con todos los gastos pagados (comida no incluida) a Getafe Negro. La idea de que Rojas investigue me parece francamente genial, aunque la resolución del caso peca, a mi juicio, de excesivo localismo. Y en cuanto a los conductores suicidas, una perspicaz negrita aventuró que el susodicho había quedado con alguna Chati (palabras textuales), y yo juraría que de vez en cuando mascullaba: ¡Jay güey tu jel! Mientras se marcaba unos sólos que ni Santana en sus buenos tiempos. ¡Cuánto daño ha hecho el Guitar hero!
Querida traidora, si el Rock in Río es en Arganda del rey, Getafe Negro (o la Semana Negra, ya que nos ponemos) puede ser en cuenca. Eso sí que sería un festival de misterio, con un montón de aficionados desesperados buscando en googlemaps dónde demonios está la aldea del crimen.
Por cierto, miladies, hoy se cumple un año desde que este humilde blog abriera sus puert@s.
¡Y que cumpla muchos más!
Yo también estaba fuera y también sentí no estar, como mi amiga Amparo. Quiero que nos felicitemos todos por ese primer cumpleaños.
Que cuando nos hagamos mayores salgamos en las noticias como el club de lectura decano en Cuenca y uno de los más longevos de España. ¿A que molaria?
Guillermo
Publicar un comentario