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lunes, 1 de agosto de 2022

Una novela perturbadora basada en hechos reales


     La infalible y sagaz Cris Marple nos recomienda una inquietante y ágil obra inspirada en el suicidio de una adolescente víctima de bullying , que  plantea la eterna pregunta de si la maldad nace o se hace, una lectura que promete ser tan dura como necesaria.

  

MALDAD, Leticia Sierra

Por Cris Marple, alias Cristina Asensio.

 

   Leticia Sierra es una escritora asturiana (Pola de Siero, 1972). Licenciada en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, su andadura profesional ha discurrido por varios medios regionales y nacionales hasta su debut como autora de novela negra en 2021 con Animal, cosechando un gran éxito entre el público lector y la crítica especializada.

   Cuando leí Animal  me sorprendió su calidad, al ser una primera obra, destacando por la fuerza de su trama en la que no desmerece ni el estilo ni los personajes. La clave puede estar en la gran implicación personal  de la autora ya que, según manifestó, la escribió en un momento muy difícil de su vida en el que decidió plasmar en el papel sus sentimientos para evitar hacer daño a alguien en la realidad, ya que todos llevamos dentro un animal que puede despertar en según qué circunstancias.

   Con esta premisa, en cuanto se publicó Maldad no dudé en leerla, confirmando mis expectativas. Me gustó mucho a pesar de ser una novela inquietante y perturbadora, inspirada en un caso real, el suicidio de una adolescente en Gijón.

   En  Maldad, una niña de 13 años aparece brutalmente asesinada cerca del instituto Manuel Machado, de Oviedo, donde cursa estudios de ESO. El comisario Rioseco pone al frente de la investigación del caso al inspector Castro. Por otro lado, el director del diario El Correo le encarga a Olivia Marassa, pareja sentimental del policía, la información sobre este suceso tan mediático.

   En cuanto se inician las primeras pesquisas la policía descubre que la víctima no es una chica  inocente y sospechan que su muerte puede ser consecuencia de su implicación en varios casos de acoso escolar. A la misma conclusión llega la investigación periodística aflorando los secretos que rodean a la víctima y los muchos enemigos que se ha creado por su carácter violento y su actitud despiadada y agresiva hacia compañeros y profesores.

   La implicación de los investigadores es total y en un tiempo record recaban información de los alumnos, profesores y familiares, tanto del grupo acosador como de los acosados. Tirando del hilo llegan hasta otro asesinato acaecido meses atrás, aún sin resolver, relacionado al parecer con un caso de maltrato en el seno familiar.

   La novela comienza con un impactante primer capítulo de apenas tres páginas que estremece por la dureza de la descripción del cuerpo destrozado, con la cara brutalmente desfigurada, así como por la forma en que se produce la salvaje agresión.

   A partir de ahí la dureza formal desaparece, no la de fondo que aborda temas tan espinosos y actuales como el mal uso de las tecnologías en la adolescencia, el bullying, que lleva al suicidio a tantos niños y jóvenes cada año, el minimizar el problema o mirar para otro lado, en el peor de los casos.

   La historia nos aboca a la recurrente pregunta de si la maldad es congénita o influye el entorno, a qué pueden hacer padres y profesores y al controvertido debate de la inimputabilidad de los menores de 14 años.

   Los personajes principales, que se conocieron en su novela anterior y tienen una trayectoria sentimental en común, están muy logrados y son  completamente creíbles en su papel. Especialmente carismática es Olivia Marassa, una periodista siempre dispuesta a captar la noticia donde esté pero con un gran sentido de la ética profesional, no exenta de esa dualidad que la lleva a colaborar con la policía y a veces a reservarse algún dato que decide investigar por su cuenta en aras de la información.

   A la trama adictiva se une un ritmo frenético tanto en el desarrollo de los hechos, el tiempo interno es de 8 días, como por el lenguaje utilizado, directo, sin adornos, que no da tregua al lector y obliga a seguir leyendo.

   La agilidad de la novela se ve favorecida por la profusión de diálogos y por la propia estructura de la obra, dividida en 95 capítulos cortos en los que se va alternando la investigación policial con la periodística, haciendo que cada vez queramos saber más de un caso que va desvelando su complejidad hasta llegar a un final muy logrado que no te deja indiferente.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Cris Marple, como se notan los galones en el club. Como siempre muy buena reseña y se nota que la novela toca un tema que conoces bien.
José Ángel

Anónimo dijo...

Me encantan tus reseñas Cris, me la apunto.
Leo

Anónimo dijo...

Está también apetece
Imposible resistirse a una reseña tuya Cris
Otra más a la cola

Anónimo dijo...

Tito Willy que salía anónimo

Alicia dijo...

Me la apunto sin duda!!

Esther dijo...

Apuntada, gracias Cris, como siempre, por tus recomendaciones.

rousmery68 dijo...

Dan ganas de empezar a leer ya mismo.

Lucía dijo...

Cristina, vaya pedazo de reseña, no me queda otra que leer Maldad. Muchas gracias

Meadows dijo...

Viniendo de tu experiencia lectora y tu buen ojo crítico seguro que disfrutamos su lectura

firestarterqnk dijo...

Chris marpel siempre hago caso de tus consejos lectores. Y más en esta ocasión en la que, leida animal ,me he quedado con ganas de ver la evolución de esta escritora en su nueva novela.

Miguel Esparcia dijo...

Magnífica reseña. Tema candente. Vistas las reseñas. Va a haber casi más emoción en la elección de lecturas que en el propio Tormo Negro😂😂😂