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jueves, 18 de agosto de 2022

Una novela que demuestra que el tiempo no lo cura todo

 



Eso es lo que nos recomienda Esther Martínez, la última novela de Susana Hernández, ganadora del premio Auguste Dupin, una novela donde nada ni nadie es lo que parece pero todos tienen algo en común, que demuestra que el tiempo no sólo no cura, sino que puede enquistar las heridas. Una lectura diferente de una autora diferente.


Las lágrimas del caimán, de Susana Hernández

Por Esther Martínez

 

Sitúate en un pueblecito de la Costa Brava, una tarde lluviosa de 1993 y mira a dos chicos que se conocen, se ven, pero tienen planes diferentes: uno espera a su amigo y el otro a su padre. Solo aparece el padre.

Ahora, acelera el tiempo y páralo en Barcelona, en el año 2006. Karen es una escritora venida a más, con altibajos emocionales, pasando por una etapa de sequía cada vez más acusada. En el tema amoroso parece que le va bien con Edu, aunque sigue enamorada de su exmarido, Jacobo, un reputado psiquiatra, egocéntrico, que usa a las personas para conseguir todo lo que se propone sin tener en cuenta los sentimientos de nadie. Gaby, su asistente, una chica muy cualificada y su mejor amiga, acude a por ella para viajar a Londres y promocionar su última novela. Karen se despide de su amante. Ya no volverá a verlo con vida.

Muchos años pasan entre un escenario y otro, ¿cierto? Muchos personajes en tan solo 278 páginas unidas por un lazo que vamos descubriendo conforme avanzamos en esta intrigante novela.

Varios asesinatos tienen que ser resueltos por el sargento Campillo y su equipo, además de ordenar también sus vidas personales. Nada es lo que parece. Nadie es quien creemos que es. Todos tienen un vínculo común, absolutamente todos.

Susana Hernández, ganadora del III Premio Auguste Dupin de novela negra, nos hace recapacitar con Las lágrimas del caimán sobre un refrán que solemos expresar: “el tiempo lo cura todo”. Esta historia nos demuestra que no es cierto. Muy al contrario, me atrevería a decir que el tiempo puede empeorarlo todo. Nos da tiempo para pensar, tener paciencia cuando hemos sido dañados de forma brutal. Nos convierte en caimanes, esperamos nuestro momento para actuar, sin derramar ni una sola lágrima. La venganza es un plato que se sirve frío, pero con mucho cuidado en su preparación.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído varias novelas de Susana Hernández y todas me han gustado en especial "Los miercoles salvajes". Muy buena reseña.
José Ángel

rousmery68 dijo...

No he leído nada de la autora y con esta reseña dan ganas de empezar a conocerla.

Cristina dijo...

Hace tiempo que no leo nada de esta autora y me has animado a retomarla. Gracias por la reseña.

Alicia dijo...

Me ha gustado mucho tu reseña!!

Esther dijo...

¡Gracias! Leedlo aunque no salga elegida, no os arrepentiréis.