El pasado viernes se falló
en la Semana Negra de Gijón el premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra
publicada en castellano justo cuando una de nuestras negritas ultimaba su
reseña.
Y aquí la tenéis.
Una propuesta necesaria
para una novela imprescindible
Catedrales, de Claudia
Piñeiro
Por Almudena Torrijos
Claudia Piñeiro
(Argentina 1960) es escritora, guionista de televisión y dramaturga. Algunas de
sus novelas han sido llevadas al cine, como Las viudas de los jueves o Tuya.
Ella misma refiere que en un viaje de trabajo vio un concurso de novelas y
pensó: “vuelvo y me pido vacaciones y escribo una novela porque si no, yo me
voy a quebrar”; y bendito el momento en el que dejó las auditorías para
dedicarse a la escritura. Su obra ha sido premiada a ambos lados del
océano atlántico, y acaba de recibir el Premio Dashiell Hammett de la
Semana Negra de Gijón en la edición de 2021 con la obra Catedrales (Alfaguara)
SINÓPSIS: Hace
treinta años, en un terreno baldío de un barrio tranquilo, apareció
descuartizado y quemado el cadáver de una adolescente (Ana). La investigación
se cerró sin culpables y su familia -de clase media educada, formal y católica-
silenciosamente se fue resquebrajando. Pero, pasado ese largo tiempo, la verdad
oculta saldrá a la luz gracias al persistente amor del padre de la víctima
Estamos delante de una
historia familiar, o mejor dicho una historia marcada por un hecho salvaje y
doloroso que, lejos de unir a la familia de Ana, la resquebraja y determina las
decisiones y supervivencias de todos ellos. Es el tesón del padre de Ana
(Alfredo) y su necesidad de encontrar la verdad sobre cómo y porqué murió su
hija lo que sustenta su investigación al margen de los cauces oficiales.
Se trata de una novela
coral, contada por 7 personas cercanas a Ana o al hecho de su muerte. Dan voz y
luz a los acontecimientos que sucedieron y que han propiciado un presente tan
distinto para cada uno. Estas 6 personas explicarán su verdad, lo que saben, lo
que recuerdan o lo que justifica su actual presente.
La séptima voz, la del
padre, cerrará estos diálogos en un epílogo sincero, intimista y con toda “la
verdad que es capaz de soportar”. Expone en su monólogo la responsabilidad
personal de nuestros actos cotidianos, el amor más allá de los apellidos o
convenciones sociales, la creencia en una familia funcional, el ateísmo como
valentía y la fe con la esperanza de poder sanarse él y a los que más quiere.
Todas estas voces, con
sus saltos temporales y elipsis, nos acercan a la historia de Ana antes de su
muerte, a lo que sucedió el día que falleció y las consecuencias en las
personas cercanas a ella. Cada narrador aporta con su memoria una verdad
colectiva y en muchos casos nada placentera. Es una novela de personajes,
intimista y profundamente reflexiva, donde también en ella subyace la crítica
social y sobre todo la crítica a la hipocresía.
La novela se desarrolla
en Buenos Aires, ciudad manifiestamente vinculada a “la memoria de “las
madres”, con instituciones enraizadas como la iglesia católica, la familia y la
justicia. Esta obra ahonda en estos conceptos y la relación que se establece
entre ellos, y es importante no separar el contexto porque late en el libro y
nos recuerda épocas no tan pasadas de un tiempo similar en España.
La trama resulta dolorosa
porque los conceptos de familia, ideología, amor, justicia, fe, responsabilidad
etc. Nos resultan cercanos, y porque todos y cada uno de ellos pudieran
acercarnos a tomar decisiones drásticas como los personajes, a declarar en voz
alta nuestros principios y huir por no asfixiarnos, a errar en nuestra conducta
por ser dogmáticos, a abandonar por dolor o a olvidar para no morir… No resulta
tan inverosímil el argumento si pensamos en ello.
No es una novela donde la
trama pudiera resultar imprevisible, pero sí resulta atroz; no te pierdes en la
multitud de los personajes, pero sí en el fanatismo de algunos de ellos; no es
un libro negro al uso aunque la negrura de sus narradores puede agobiarte. Y
nos guía a seguir pensando sobre si es necesario saber la verdad siempre y
aunque duela y sobre si la justicia es justa.
Me queda señalar la
excelencia del paratexto del libro, las citas con las que introduce a cada
narrador abren las ganas de leer a Buñuel, Borges, Raymond Carver o el mismo
Génesis. Y reconozco que me gusta cuando un libro me abre las puertas a otros
narradores y obras, buscar las fuentes en las que ha bebido para enlazar cada
personaje con dicho epígrafe.
Poco más puedo decir, ¡ah,
sí! Esta novela es, como señala la RAE (Real Academia Española: Diccionario
de la lengua española, 23.ª ed), literatura: “arte de la expresión verbal”.
5 comentarios:
Muy buena reseña, enhorabuena 👏
La novela se merece una gran reseña como está. La recomiendo
Tenía ganas de leerla y después de esta magnífica reseña más. Gracias
Excelente reseña, no podía ser de otra manera viniendo de quién viene. La novela y la reseña, ambas de premio.
Y ahora, como siempre, el dilema:no hay vidas para leerlas todas.
Magnífica reseña Almudena, me dejas sin palabras, sentida y profunda. Leeré el libro lo tengo claro después de haber leído la impresión que te ha causado
Publicar un comentario