Por Amelia Carrillo
A una buena
ambientación hay que unirle un documentado contexto histórico que transcurrirá
en perfecta simbiosis con el argumento
de la ficción, y en el que se desarrollará la trama: En el año 664 la Iglesia
Romana y la Iglesia celta están más enfrentadas que nunca. La situación es muy
delicada y puede desencadenarse una guerra de religiones que divida Europa. A
la sombra de los conflictos religiosos se oculta una lucha por el poder y se
prepara una conspiración contra el rey Oswio de Northumbria, en la que están
implicados sus propios hijos. Sor Fidelma,
una joven monja de obediencia celta especializada en Derecho, por encargo del
propio rey y de la Abadesa Hilda, deberá resolver unos misteriosos casos de
asesinato en compañía de Eadulf, monje católico, sajón, con el que, a pesar de
una inicial suspicacia, para sorpresa de la propia Fidelma, terminará
empatizando, o puede que algo más…
Los asesinatos y la
investigación se producen dentro de los muros del monasterio que acoge a los representantes de las distintas
delegaciones que han sido invitados al sínodo, y son tan estupendas las
descripciones del lugar que el lector se siente dentro de sus instalaciones,
sus celdas, su apotheca, su capilla,
acompañando a los personajes en su deambular por los corredores…
Sor Fidelma: es una mujer inteligente, segura,
sumamente independiente. Se hizo religiosa para poder desarrollar su carrera
legal, ya que los monasterios eran los centros intelectuales de la época y en
los de la iglesia celta la mujer tenía la misma consideración que el hombre.
Etain: Abadesa de
Kildare: Su reconocida oratoria le permite discutir de igual a igual con
obispos, arzobispos y abades y la convierten en la representante natural de la
corriente celta en la reunión.
Hermana Gwid:
secretaria de Etaín, por sus habilidades como intérprete.
Hilda: Abadesa de
Streoneshath, donde se celebra la reunión, una mujer que dado su puesto ejerce
un importante poder político en la zona.
Madre Abe: Hermana del
rey Oswio, seguidora de la corriente Celta, quiere inclinar a este a elegir a la Iglesia de Columba.
Como se ve, todas
ellas son mujeres cultas y con poder.
Oswio, rey de Northumbria, uno de los
convocantes de la reunión, su decisión de seguir a la corriente celta o romana
de la Iglesia arrastrará a los otros pueblos sajones.
Wilfren de Ripon:
Dirige a los defensores de Roma en Northumbria.
Desusdedit: obispo de Canterbury.
Alhfrith: hijo de
Oswio, quiere suceder a su padre a toda costa y trama contra él frecuentes
intrigas, pero no tiene ninguna posibilidad porque no es el heredero natural.
Es verdad que es tal
la cantidad de datos relativos a la época que aporta que a veces ralentiza la
trama, pero yo, personalmente es un precio que pago muy a gusto porque me
aporta conocimientos muy interesantes.
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