Por Sergio Vera Valencia, el mejor personaje
de la novela (y coordinador de las Casas Ahorcadas).
Jon Arretxe nació
en Basauri en 1963, y tras pasarse casi un cuarto de siglo en la Universidad, cursando
Educación Física, el doctorado en Filología vasca, varios años de Filología
Inglesa, y de estudiar canto y piano, en vez de hacerse rector aprovechando los
años de experiencia empieza a escribir….
1. ¿Cómo, por qué?
-No
me interesaba ser rector, ni decano, probé lo de ser profesor durante tres
años, pero como no me llenaba, me dediqué a viajar y escribir. Mis primeros
libros parece que le gustaron a la gente, y eso me animó a seguir adelante.
2. ¿Y qué hizo que
un escritor de viajes, sobre todo por África, se interesara por la novela
negra, su color?
-Fue una casualidad. Me aburría de
escribir solo literatura de viaje, así que comencé a escribir novela negra, me
gustó… y hasta ahora.
3. Uno de los
aspectos que más me gusta de tus novelas, es
como retratas el lado oscuro y oculto de la sociedad, ya que como he
dicho más de una vez, leí Shahmarán después de estar en Estambul, y viví más en
la ciudad leyéndote que andando por ella, ¿cómo lo haces, en qué te fijas para
hacerlo?
-El truco, mi truco al menos, es escribir
gran parte de las novelas en el lugar en el que las sitúo. Lo hago sin prisas,
dedico un montón de horas a estar en sus plazas, en sus bares, observando,
empapándome del ambiente, hasta sentir que ya me he hecho con la ciudad o el barrio.
Luego empiezo a escribir, aprovechando los personajes y las situaciones que me
regala el marco.
4. ¿Después de dar
la vuelta al mundo en ochenta sangrías, perpetrando
crímenes literarios en París, Estambul , Lisboa y Tánger, ¿por qué ambientaruna
serie en España? ¿Cómo te decidiste por el barrio de San Francisco, la Pequeña
África de Bilbao?
-Mucha gente me decía que era un
jeta, que situaba las novelas en el extranjero para tener una excusa para
seguir viajando, y en el fondo tenían razón. Me animé a traer la siguiente
novela, o mejor dicho la siguiente saga a “casa”, y el lugar más apropiado me
pareció el barrio de San Francisco, en Bilbao.
5. Por cierto, ¿es realmente San Francisco tan
chungo como lo pintas? Porque cuando
estuve, me pareció barrio Sésamo comparado con el Bronx que describes…
-Si visitases el Bronx de hoy en
día, seguramente también te parecería Disneylandia comparado con el que aparece
en muchas novelas. San Francisco hay que controlarlo, saber por dónde puedes
andar y a qué hora, conocer sus puntos calientes. De todas formas, en ficción
siempre se exagera un poco para hacer las historias más interesantes.
6. Para los que no le conozcan, el protagonista
de la serie, que hasta el momento consta de cinco entregas, es Mamadú Toure, un
burquinés sin papeles ni billetes, por lo que aceptará cualquier trabajo con
tal de comer, incluyendo ejercer de detective.
Pero a pesar de su
origen, de todas tus novelas, o al menos de todas tus novelas de género, las de
Toure son las únicas en que te atreves a escribir en primera persona, es el investigador
subsahariano lo más parecido a tu alter ego detectivesco o solo tu negro
literario? ¿Cómo fue el proceso de construcción del personaje?
-Yo diría que Touré no es mi alter
ego, sino mi antagonista: es negro, tiene un éxito increíble con las mujeres
vascas… Lo construí pensando en plantear un personaje original, sui-generis,
diferente a lo que se ve por ahí en novela negra. Luego me intenté meter en su
pellejo, basándome en mi conocimiento de los africanos, tanto en África como en
Europa, y me animé a narrar en primera persona.
7. Como ya es
habitual en las últimas entregas, en piel de topo Toure está con el agua al
cuello, porque un ertzaina conocido como la Rata, está chantajeándole para que
limpie las calles por la vía rápida, ¿por qué esa fijación con que la policía se
sirve de matones para acabar ilegalmente con la delincuencia, que ya vimos en
tu trilogía viajera? ¿Es algo premeditado, o fruto de tus traumas mochileros
con la pasma?
-Nunca he tenido una buena relación
con las policías de ningún país, aunque no creo que eso influya. En realidad,
me interesan mucho más como personajes los policías malotes, corruptos, que
abusan de su poder que los policías buenos, honestos, que resuelven casos
gracias a su ingenio.
8. Con todo, por
fortuna en esta novela vuelve el humor de las primeras obras de Toure, pues acepta
uno de esos casos cutres y mal pagados marca de la casa: el robo del cartel
luminoso del Florines, el restaurante gallego del barrio, ¿cuántos vasos de Ribeiro
de más llevabas cuando se te ocurrió?
-He metido un montón de horas en el
Florines, he vaciado muchas botellas de Ribeiro junto a mis amigos poteadores
del barrio, y ha sido una inversión cojonuda, porque sus dueños son una fuente
de información inagotable, y además acaban siendo unos personajes secundarios
de lo más interesante.
9. Por cierto, ¿el
dueño del Florines no te ha dado la del pulpo por las proposiciones indecentes
que su mujer le hace al subsahariano?
-Si solo fueran proposiciones, ni
tan mal. Su mujer lo que hace es pagarle en especias a Toure mientras su marido
echa la siesta. Por supuesto, les pedí permiso antes de convertirlos en
personajes de esta novela y, sorprendentemente, les encantó la idea. Ahora
incluso tienen ejemplares de Piel de Topo en el bar para vender a los clientes.
10. Pero sin duda,
y no lo digo por ser yo, creo que el secundario más potente, gracioso e
incomprensiblemente casto de la novela es un vendedor de cupones ciego de
Cuenca, aficionado a la novela negra que casualmente es tocayo mío, ¿la idea
surgió cuando me invitaste a visitar San Francisco, o cuando te quedaste sin el
Tormo Negro?
-Cuando me quedé sin Tormo Negro
gracias al voto del cabronazo del ciego de Cuenca, por supuesto. La venganza se
sirve en plato frío, y han pasado unos cuantos años desde entonces. De todas
formas, el tiro me salió por la culata, porque en lugar de mosquearte te gustó
mucho la novela. Al menos eso me dijiste.
11. He de reconocer
que mi alter ego está muy logrado, salvo en las propuestas indecentes que va
haciendo a toda falda viviente con la que se cruza, ¿cuándo me has visto a mí,
hacer algo así? Y, sobre todo, ¿cuándo me has visto a mí comerme los mocos
después de hacerlo?
-Pues cada vez que te veo cerca de alguna
chica lo intentas, aunque sin mucho éxito. Pareces vasco, igual te tienes que
empadronar por aquí.
12. En euskera ya
se ha publicado tu siguiente novela, en que das un merecido descanso a Toure,
¿qué nos puedes contar de La banda de Arruti?
-Es una novela corta, a la que he
intentado dar mucho ritmo y llenarla de sorpresas, para tener al lector
enganchado todo el rato. Y la sitúo en mi pueblo, Basauri, que también es
apropiado para la novela negra. Era una deuda que tenía pendiente.
13. ¿Y qué futuro
le auguras a nuestro detective –vidente favorito? ¿Tendrá adaptación
televisiva?
-Es uno de mis sueños, aunque el
tema está jodido. He tenido un par de propuestas muy ilusionantes, pero al
final no se han concretado, por lo de siempre: la gente tiene muy buenas ideas,
pero falta alguien que ponga la pasta. Las adaptaciones cinematográficas o
televisivas salen carísimas y hoy en día casi nadie se arriesga a dar un paso
así.
1 comentario:
Me ha encantado la entrevista, en línea con lo que oímos en Elkar el viernes pasado. Un gustazo ir conociéndoos a Jon y a ti, Sergio. Ay, qué duro es no tener tiempo para leer más... Pero os pongo en la lista, fijo esta año algo comentaré. Abrazos.
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