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lunes, 15 de enero de 2018

DOS CRÍMENES, de Jorge Ibargüengoitia.


Por Amparo Prados.

La novela nos cuenta la historia de Marcos, alias el negro, que después de que en una reunión en su casa aparezca un invitado desconocido acompañando a una amiga, y un conocido buscando cobijo que dejan en casa dormido para ir a trabajar, se enteran que la policía les busca, y cuando esto pasa en un México donde campa la corrupción y no tienes la más mínima garantía, lo mejor es correr, da igual que seas o no culpable.

Por eso, Marcos Decide ir a casa de un pariente en el campo, donde no le puedan buscar y conseguir algo de dinero para desaparecer con su novia. Va a casa de su tío Ramón, un hombre rico, al que hace años que no ve, y urde una historia para justificar su presencia y sacarle dinero.

 Pero cuando llega, encuentra a su tío impedido y rodeado de otros sobrinos esperando heredar, a los que no les hace gracia su aparición.

 Marcos interactúa con todos estos personajes, mientras busca resolver su problema, y estas relaciones resultan bastante curiosas, mostrando la parte humorística de Ibargüengoitia.

 Aparecen envidias, pasiones, intrigas, ambición, todos mienten, ninguno es totalmente bueno o malo.

 El libro nos retrata la vida rural, los personajes provincianos. Como el dueño de la farmacia, el mejor amigo del tío Ramón, que en algún momento me traía a la mente al Plinio de Pavón.

Y toda la tensión que se genera, termina con los Dos crímenes que dan título a la obra, la parte negra de la historia, junto con la crítica que subyace envuelta en ironía y humor.

La lectura es sencilla, una novela de corte costumbrista de prosa fácil y directa, pero de buena factura.

1 comentario:

Cristina dijo...

Gracias Amparo, una visión de la obra muy acertada