Por Sergio Vera Valencia, coordinador del club de
lectura las Casas Ahorcadas.
El investigador–vidente Mamadú Toure tiene aún
menos futuro de adivino que de sabueso.
Porque por
desgracia para este inmigrante ilegal subsahariano, sin duda el detective más negro
y privado de la novela criminal ibérica (tan privado, que por no tener, no
tiene ni papeles), está acostumbrado a que la mayoría de sus casos sean tan
espectaculares como el que le ha encargado un restaurante gallego: encontrar un
cartel luminoso. Y a que sus clientes sean tan generosos como el dueño del
susodicho, que no quiere pagarle ni un céntimo de anticipo, o tan libidinosas como
la dueña, más interesada por sus dotes amatorias que por las detectivescas.
Sin embargo, cuando llegó desde Burkina Faso al
barrio de San Francisco, el pequeño África de Bilbao, ni en el peor de sus
augurios el supuesto pitoniso habría vaticinado que un día se convertiría en topo
de la policía.
En un matón al servicio de “la rata”, un ertzaintza
sin escrúpulos que vigila celosamente las cámaras del barrio. Un Gran hermano y
mayor Hijo de puta, que extorsiona a Toure y sus amigos para que sean no solo sus
ojos y oídos, sino también sus brazos ejecutores, “limpiando las calles” por la vía rápida.
Y cuando parece que nada puede irle peor al
detective vidente, le sale un ayudante invidente. Un vendedor de cupones de
Cuenca, adicto a la novela negra, con un nombre sospechosamente igual al del
hijo de mi madre.
Esto es solo un adelanto de lo que se siente al meterse
en “Piel de topo”, la quinta, y de momento última entrega, de la serie Toure,
creada por el escritor y cantante de ópera Jon Arretxe (Basauri, 1963), que con
su habitual estilo directo y su proverbial capacidad para retratar el lado más oculto y desconocido de nuestra
sociedad, nos regala la trama mejor urdida de su ya prolífica carrera criminal.
Una novela con la que el autor vasco recupera el
humor que hizo que nos enamorásemos del personaje en sus primeras apariciones (“19
cámaras” (2011) y “612 euros” (2012), sobre todo gracias a las disparatadas
escenas protagonizadas por mi alter-ego literario, y cierra los arcos
argumentales iniciados en las entregas más duras, “Sombras de la nada” (2013) y
“Juegos de cloaca “ (2014), culminando, pero afortunadamente no poniendo broche
final, a una de las series más potentes y originales de la novela criminal española
de los últimos tiempos.
Por eso, las Casas Ahorcadas se complacen en
invitarte a la presentación de “Piel de topo”, que se celebrará el 12 de Enero,
a las 19 h, en el salón de actos de la biblioteca municipal de Cuenca.
Especialmente, si el negro es tu color literario
favorito, y lo más oscuro que te ha traído Baltasar es carbón.
1 comentario:
Cada nueva novela aún mejor que la anterior.
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