Nada mejor para el veranito que
un buen viaje. Y si, además de viajar en el espacio, lo hacemos en el tiempo,
¡mucho mejor! Precisamente eso es lo que nos propone nuestra reina de
Instagram, Beatriz Hernández: un viaje al País Vasco en plena lucha
antiterrorista. Su reseña te dará ganas de empezar a leer la novela antes de
terminarla.
¿No me crees? Compruébalo y me
cuentas.
La última princesa,
de Alaitz Leceaga.
Por Beatriz
Hernández
En La última princesa,
Alaitz Leceaga nos sumerge en un thriller oscuro y envolvente que aúna
el suspense criminal con la rica mitología vasca. La novela arranca con el
regreso de Nora Cortázar, una psicóloga criminal de la Interpol e hija
de un conocido etarra, a Lemoniz (País Vasco, 1992) para el funeral de su
madre. Lo que prometía ser un viaje familiar se transforma en una pesadilla
cuando aparece un cadáver en la central nuclear local.
Impulsada por su aguda mente
analítica, su naturaleza obsesiva y una memoria prodigiosa, Nora se lanza a
una investigación que la confrontará con oscuros secretos. Rituales
ancestrales, leyendas de la mitología vasca y verdades ocultas sobre su propio
linaje la llevarán a indagar en el pasado. Para resolver el caso, deberá
reencontrarse con su primer amor, con quien comparte una dolorosa historia.
Nora Cortázar es, sin duda, el eje
central de la novela. Su compleja personalidad y su fascinante historia
personal la convierten en un personaje que eclipsa al resto. Su formación como
criminóloga, sumada a su herencia familiar, la dota de una profundidad y un
magnetismo que te mantendrán enganchado a cada página.
Además, Leceaga logra una mezcla
eficaz de géneros, combinando el suspense criminal con elementos de
rituales ancestrales y leyendas vascas. Los escenarios, desde las abandonadas
instalaciones de la central nuclear hasta las agrestes costas, intensifican la
sensación de peligro y misterio, contribuyendo a una atmósfera inmersiva.
El ritmo ágil de la trama,
con capítulos cortos y giros inesperados, mantiene la tensión constante. Y qué
decir de la ambientación vasca: es uno de los grandes aciertos de la
novela. La descripción de los paisajes y la integración de la cultura local
enriquecen la lectura, convirtiéndola en una experiencia que te atrapa de principio
a fin.
En definitiva, La última princesa es un
thriller que va más allá de un simple asesinato. Alaitz Leceaga entrelaza
magistralmente la cultura popular vasca, su mitología y una geografía
inconfundible con un ritmo narrativo que crece progresivamente. Historia,
mitología, pasado y presente se fusionan para dar vida a una Nora cautivadora y
una trama que no querrás soltar.
Esperamos que Alaitz nos siga deleitando con más casos de
Nora. ¿Y tú, estás listo para adentrarte en los misterios de Lemoniz?
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