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domingo, 16 de octubre de 2011

Thompson reloaded.


Última entrega de reseñas thompsonianas exprés para nuestro Centro de Interés sin pareado.
Centro que, si todo marcha según lo esperado, estará en la biblioteca a finales de la semana que viene, junto con una breve hagiografía del bueno de Jim.
Por cierto, digno de mención y elogio es que una de las críticas corra a cargo de una simpática bibliófila cántabra afincada en Salamanca, que pasará a los anales de las Casas Ahorcadas como la primera negrita a distancia.

Los timadores (1963)








Por Raquel Soler Rodríguez


Roy Dillon es un timador, un estafador, un hábil fullero que tras ser enviado al hospital por una de sus "victimas" se reencuentra con su madre, una joven que apenas le lleva 15 años y con la que creció estableciendo una relación de amor-odio.
Sin tener un hilo conductor sólido ni un protagonista claro, esta nada convencional novela nos muestra la trágica vida de estos personajes, acompañados por unos secundarios de lujo: mafiosos sin escrúpulos, mujeres duras y hermosas…Todos se dedican a la mala vida, los timos y las apuestas trucadas y todos, van sufriendo las consecuencias de sus actos.



1280 almas (1964)



Por Sergio Vera Valencia.

Si preguntas a cualquiera en Potts County, a buen seguro te dirán que Nick Corey, el inolvidable Sheriff de “1280 almas” (obra que numerosos críticos aúpan al podio del género negro), es un idiota corrupto y holgazán cuya única aspiración en la vida es continuar en su cargo por mucho tiempo.
Pero se equivocarían.
Porque el bueno de Nick es cualquier cosa (cínico, psicópata, cabrón), cualquier cosa menos estúpido.
Lo que sí es cierto, es que está dispuesto a todo (mentir, matar, manipular…) para poder envejecer en su puesto.
Y que las elecciones están a la vuelta de la esquina.

1 comentario:

cristina dijo...

Y eso que seguramente no había leído a Maquiavelo.
Estoy deseando leer el último reseñado, me encanta el autor y eso me da que pensar.