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miércoles, 28 de agosto de 2024

Un viaje literario a la Patagonia


 Si eres de los que te gusta recorrer mundo sin levantarte del sofá, no te puedes perder la recomendación de esta semana, en mi opinión la mejor novela de Cristian Perfumo.

¿Cómo, que no sabes quién es Perfumo? Pues deja lo que estés haciendo y prepara tus maletas.

 

Los crímenes del Glaciar, de Cristian Perfumo.

Por Elena Martínez.

 

¿Alguna vez habéis fantaseado con que un día un pariente lejano os deja una herencia millonaria? Pues precisamente eso le ocurre a Julián, un chaval de Barcelona, que recibe con sorpresa la noticia de que es el único heredero de Fernando Cucurell, un hermano de su padre del que éste jamás le ha hablado. Y la herencia consiste en algo de dinero en el banco, una urna con sus cenizas y… ¡un terreno en La Patagonia!.

Julián atraviesa un mal momento después de que la relación con su pareja haya terminado de un modo muy doloroso para él, así que cree que es buena idea alejarse de todo e ir a recoger su legado. A su llegada a El Chaltén, un pueblo idílico situado en el Parque Nacional de los Glaciares, continúan las sorpresas al enterarse de que su propiedad es en realidad un hotel, que su tío construyó , y que lleva abandonado desde que Fernando partió hace ya más de 30 años. Y, por fin, la sorpresa mayor, al encontrar en una de las habitaciones del hotel el cadáver momificado de un hombre que, según todos los indicios, fue asesinado. No es el único cadáver que ha aparecido en El Chaltén en circunstancias extrañas; hace algún tiempo el glaciar Viedma escupió literalmente los cuerpos de otros dos hombres también con signos de violencia. Los tres fueron asesinados por las mismas fechas, hace más de 30 años, y los tres llevan un extraño anillo con la cabeza de un lobo.

 Todo hace suponer que su tío está implicado de algún modo en esas muertes. Y con la ayuda de Laura Badía, una policía que lleva tiempo investigando los crímenes del glaciar, Julián intentará averiguar la verdad, sin sospechar que las respuestas que busca las encontrará en Torroella de Montgrí, el pequeño pueblo de Cataluña del que procede su familia. Y esas respuestas harán saltar por los aires su vida y la de los suyos.

La novela es como uno de esos icebergs que el glaciar va liberando. Al principio solo ves la parte de arriba, que es apenas una décima parte de lo que se esconde debajo y a mí me resultó muy adictiva. Tras muchos giros de la trama, al final todo encaja y nos deja ver completa una historia de violencia y secretos del pasado.

Está narrada en primera persona, aunque a partir de la mitad del libro la historia se divide en dos líneas temporales, bien hiladas. Bien escrito, entretenido y adictivo, con un lenguaje fluido y claro. En los  diálogos se diferencia el habla y las expresiones entre los personajes españoles y argentinos, lo que les da verosimilitud, pero sin abusar de giros locales que dificulten la comprensión.

Tengo que hacer una mención aparte a los escenarios en que se desarrolla la acción (recomiendo buscarlos en Google). Los paisajes que describe maravillosamente, el pico Fitz Roy, la Laguna de los Tres y sobre todo el Glaciar Viedma te trasladan a otro mundo, remoto, grandioso, distinto. Reconozco que una de mis asignaturas pendientes es conocer La Patagonia (iba a ir el año pasado, pero no pudo ser) y el libro me ha acabado de convencer de que tengo que ir, SI o SI.


miércoles, 21 de agosto de 2024

Una novela con tanta personalidad como su reseña (o viceversa)

 


Esto es lo que nos trae una de las negritas más veteranas de la tribu, la última y más original novela del Tormo Negro 2012.

 ¿Qué será, será?

Seguid, que reseña y novela lo merecen.

 

Sam y yo, de Joe Álamo.

Por Ana Martínez, alias Subira.

 

¿Eres rosa chicle, o quizás azul eléctrico?

 ¿No tienes claro cuál sería tu color?

 Seguro que Sam y Sophie te lo dirían al primer vistazo. También descubrirían tu olor y muchas más facetas de ti que nunca te hubieras planteado.

 Yo no sé de qué color soy, pero Joe Álamo es negro, pues con sus novelas te lleva por la crudeza más absoluta sin adornos ni florituras. Pero, si te fijas bien, no es negro, es azul oscuro casi negro. Por eso, ni en medio de tanta violencia abandona el humor irónico que caracteriza su obra, ni esa ternura que la hace tan especial.

 

Sophie: José Elías Álamo comenzó a escribir  a los 46 años.

Es autor de varias novelas, como la saga de Tom Z Stone.

Ha recibido varios premios, como el Tormo Negro (2012)

Sam: Además es un tío de puta madre y está de buen ver.

Sophie: Sam, por favor.

Sam: Vale, vale, has empezado tú.

 

Pero aparte de crudeza, humor y grandes dosis de thriller psicológico, ¿qué nos encontramos en Sam y yo?

Pues personajes únicos y apasionantes. Conoceremos a Eva, maltratada por la vida de todas las formas posibles. Una chica extremadamente inteligente que encuentra una vía de escape en otras vidas. Así nos presenta a Sam, seguidora apasionada de Jackie Chan, sinvergüenza, macarra y socarrona; y a la dulce Sophie, de altas capacidades, tímida y encantadora. Tres mujeres en una (o una en tres) que huyendo de una situación tras otra acaban trabajando para FunCor, que de Fun tiene bien poco. Esta empresa nos abre las puertas a un abanico de personajes estrambóticos, heridos e hirientes, sin escrúpulos y sin sentido. Personajes de los que Eva (Y Sam y Sophie) tendrán que escapar mientras planean su venganza.

Pero en medio de tanta crudeza, de la que Joe no nos perdona ni un ápice, Sam y yo se lee con una sonrisa de ternura al conocer personajes como las locas del coño del colmado; con carcajadas con las ocurrencias de Sam o de su amiga Ka; con tensión ante una trama llena de curvas, pliegues y hondonadas; con tristeza y rabia ante las injusticias sociales que denuncia; y con deseo ante las escenas de amor y sexo que te calan dentro.

¿Por qué leer Sam y yo? La pregunta sería… ¿y por qué no? Si lo lees te enfrentarás a un thriller psicológico de los que te vuela la mente y te hace no parar de leer, conocerás personajes únicos maravillosamente locos y especiales, vivirás una trama original y vertiginosa y te empaparás de la prosa afilada, pura y sin tapujos del gran J.E. Álamo. Si no lo lees, no te pasará nada. Pero esa apatía demostrará que eres un ser gris, casi transparente, al que no le vendría mal un poco de emoción en estas tardes calurosas de verano. Ponte crema protectora, porque esta novela quema, y prepárate a coger colorcito. Transformémonos en arco iris de la mano de Sam y Sophie, de Sam y yo.


martes, 13 de agosto de 2024

Una novela donde tendremos que dar caza al hombre del saco

 


Esa es la apetecible propuesta de esta semana, la última novela del que para mí es uno de los mejores e injustamente infravalorados autores de género negro de nuestro país….aunque sea murciano.

¿Quién será, será? No tenéis más que seguir leyendo para descubrirlo.

 

 El hombre sin rostro, de Claudio  Cerdán.

 

Por Beatriz Hernández.

 

Claudio Cerdán  nos trae su ultima OBRA: El hombre sin rostro, una novela oscura y muy adictiva, en la que una vez que arrancas, no puedes parar, ya que nos vamos a encontrar capítulos cortos que te dejan con ganas de leer uno mas siempre.

 ¿Qué harías tu si perdieras a tu hijo? ¿Qué harías si pudieras recuperarlo años después?. YO diría que todo y algo mas,¿no? Una noche aparece un niño que llevaba tiempo desaparecido y todas las alarmas se disparan para Roberto Cusac y su mujer Inés Herrera, quienes se verán envueltos en una lucha contrarreloj para descubrir qué ha ocurrido realmente estos años con su hijo.

 Una de las cosas que más me ha gustado  es que conocemos de antemano al psicópata malo malísimo, ya que se alternan capítulos con los de la trama y esto hace ver su lado oscuro desde un principio, así como vemos  a su vez el por que de todo lo que esta haciendo.

 En cuanto al final, decir que  va acorde a la trama y que te va a dejar con ganas de más. Yo no lo vi venir, pero igual tu con tus dotes de CSI lo captas antes. En definitiva,  El hombre sin rostro  es una historia oscura, rozando el misterio y el terror donde tendremos que dar caza al hombre del saco.

 ¿Te animas a cazarlo?


lunes, 5 de agosto de 2024

Una novela negra que invita a reflexionar

 


Esta es la propuesta de la semana. La primera entrega de la exitosa trilogía de Teresa Cardona. Una de esas novelas que nos recuerdan que el género negro puede ser mucho más que  entretenimiento.

Y si no me creen, pasen y lean.

  

Un bien relativo, de Teresa Cardona

Por Almudena Torrijos.

 

Teresa Cardona, madrileña con un pie en Alemania inicia con este libro, aunque se publicó posterior al de “Los dos lados”, la historia de los casos que suceden en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. Se inicia aquí la nueva andadura de la teniente Karen Blecker, recién llegada a España tras su paso por la Europol, y su compañero, el brigada José Luis Cano. Blecker, hermética, minuciosa y venida de procedimientos europeos va complementándose con Cano, más visceral, pragmático, emotivo y buen conocedor del terreno.

La novela se desarrolla en dos líneas temporales, la primera se inicia en San Lorenzo con la aparición de un cadáver en el camino de La Horizontal, se trata del cuerpo de una monja que no pertenece a ninguna de las congregaciones de la zona.  Arranca aquí  la investigación sobre Sor Lucía, monja dominica que se presenta como mujer firme y decidida dedicada a la mejora y actualización de la planta de maternidad en el hospital en el que trabajaba años atrás.

La otra línea se desarrolla en los años 80 y la protagonizan Inmaculada y Conchita, en Carabanchel, donde madre e hija viven por y para llevar el jornal a casa, para cuidar de los otros cuatro niños, y por evitar al esposo y padre, borracho y maltratador.

Ese Carabanchel es tan opuesto y tan ligado al barrio de Salamanca, que resulta ser también protagonista de esta novela. Los barrios de “criadas y chicas del servicio” y el de “damas, señoras y señores”. Espacios convivientes bien retratados y muy alejados del Madrid de la “movida” tan asociado a esos años.

En estos dos barrios viven otro abanico de personajes secundarios, potentes y bien descritos que conforman el tejido sobre el que la figura de Sor Lucía sobrevuela, una mujer segura, tenaz y algo déspota pero firme en su deseo de buscar “el bien de todos”. Entonces ¿por qué matarla, quién quiere matar a una monja?

Y es que esta novela es negra, por truculentas acciones, muertos y denuncia social, y que interpela una y otra vez, con un estilo reposado y diálogos que invitan a reflexionar, a revisar nuestras propias convicciones, a cuestionarnos si “por el bien” de alguien todo acción es buena o mala, si debe ser juzgada después de tanto tiempo, si hay que remover el pasado según la escala social que ocupes o bien dejar todo como está.

Conocer el pasado nos lleva a entender el presente siempre y también en las tres novelas de estos investigadores. El rumor que se extendía en los años 80 y 90 sobre algunos nacimientos, muertes prematuras y adopciones ilegales, hoy la historia lo confirma: fueron bebés robados. Y yo que en esos años  ya jugaba en la calle y me preparaba para el instituto ajena a todo esto, tuve la suerte de tener una hermana en 1984 y poco más tarde nuevos hermanos de amigas. Tengo claro que con 13 y 18 años no entendíamos por qué nuestras madres miraban con preocupación el parto y las horas posteriores; lo que entonces no entendía, hoy, a la luz de la historia y la verdad, puedo asegurar que si me hubiera sucedido yo  habría revuelto la ciudad, El Escorial y el mundo por encararme con Sor Lucía.


martes, 30 de julio de 2024

Un premio Azorín más chungo que la realidad



Esta es la propuesta del negrito más levantino del Club. Una de esas propuestas que después de leer la reseña, no podrás, ni querrás rechazar.

¿No me crees? Sigue leyendo.


LOS PERSEGUIDOS, DE FERNANDO BENZO.

Por Javier Jaén.

Esto no es una novela policíaca, y no es una novela negra. Es una novela chunga. Porque casi todo lo que se cuenta es chungo. Es una novela de pobreza, de ambiciones, de cloacas de estado, de policía corrupta, de que todo tiene un precio, de periodismo auténtico, de lealtades y traiciones, de amistades inquebrantables.

Pero es una gran novela chunga

Daniela (Dani para todos), periodista, indaga sobre la muerte de su novio. No le cuadra el atestado policial y comienza a investigar. Se vuelve incómoda para muchas personas muy influyentes. Y eso le hace pensar todavía peor. La obligan a desviar su investigación hacia otra todavía más chunga. Y en ello está cuando tropieza con Peyo.

Peyo, expresidiario y exmiembro de una banda pandillera de los 70, al más puro estilo del Vaquilla, con Seat 124 incluido. Banda que conforman 5 chavales del San Blas de Madrid más chungo. Banda que asciende de pandillera a organización criminal, que sale de su barrio para no ponerse límites, con Dardo, su líder, a la cabeza.

Dardo, un pandillero capaz de manejar con mano de hierro el tráfico de drogas y armas por todo el mundo, a la vez que maneja con guante de seda su amistad con Peyo. Dardo, un visionario; Peyo, el lugarteniente perfecto

Pues ya lo tenemos. Los ingredientes, quiero decir. Y ahora los juntamos todos. Porque lo de Dani es ahora, y lo de la banda fue hace 30 años, pero para entender lo de Dani hay que contar la historia de Dardo y Peyo, y de Zanco, Trompos y el Pelao,  de la banda en definitiva.

La historia de antes (así la define el escritor) la narra Peyo en 1ª persona; la historia de ahora (de nuevo el escritor siendo impreciso) la cuenta un narrador. Y con la ayuda de Peyo, que es el personaje que une el antes y el ahora, Dani se sumergirá en la corrupción policial, en las cloacas del estado y buscará que triunfe la verdad por encima de todo.

Y sabemos, ya sabes si la vas a leer, que son historias chungas, y las historias chungas no acaban bien o, mejor dicho, no pueden acabar bien para todos. No es posible.

Fernando Benzo te atrapa desde la primera página, y te hace reconocible el Madrid y la España de los 70, con episodios que, si investigas un poco, han ocurrido de verdad o tienen un parecido muy razonable con  ella. Tiene la capacidad de meternos en la piel de sus personajes, tan variopintos, en sus neuras, en sus ambiciones, anhelos, sufrimientos, te llegan a caer bien hasta los que está mal visto que te caigan bien; pero también te narra como si fuera un reportaje periodístico de investigación con un estilo claro, sin adornos, capaz de conseguir que te sumerjas en cada uno de los ambientes que recrea en la novela, desde los más sórdidos y repugnantes hasta los más glamorosas.

La novela va saltando del antes al ahora, el antes ocurre en un espacio temporal de muchos años (toda una vida de delincuencia), y el ahora sucede en mucho menos tiempo. Te mete tanto en la trama que te olvidas que en cualquier momento saltarás al otro espacio temporal, parecen dos  novelas en una  sabiendo desde el principio que todo está interseccionado. Fascinante y genial.

Es una novela de las que dejan poso, mal cuerpo, parece que da respuesta a esas corruptelas que nos cuentan los periodistas y que parecen inverosímiles.

Y sí, es una novela negra, chunga y llena de quinquis, de los de siempre y de los de traje y corbata.

Fernando Benzo consigue, con este Premio Azorín,  que la ficción supere la realidad.


miércoles, 24 de julio de 2024

Una lectura adictiva, ideal para el verano

 


Eso es lo que hoy os traemos. Una de esos thrillers que no puedes parar hasta terminar.

¿No me crees? Pues sigue leyendo.

 

 

“MEJOR MUERTO, de SUSANA RODRÍGUEZ LEZAUN.

Por Leonilde Álvarez Guijarro

 

Un importante empresario de Pamplona sufre un secuestro exprés pidiendo por él un millón de euros… y ¡su mujer no lo denuncia en tres días!, sus colaboradores desaparecen, para su familia y entorno parece que está mejor muerto, sus hijos se apresuran a ocupar su sillón y continuar con sus chanchullos deseando que no aparezca.

La inspectora Pieldelobo se encargará de investigar un caso en el que todos mienten, del que no encuentra pistas, donde hay corrupción, venganza, asesinatos… ayudada por el nuevo subinspector Vila, que ya ha oído hablar sobre su mal carácter y sus expeditivos métodos.

Se puede leer sin las dos novelas anteriores de la serie, pero se disfruta más conociendo la trayectoria de los personajes.

Es una obra coral con vidas muy diferentes, con una familia que se odia, con la que no se puede empatizar y en la que todos buscan el dinero y el poder; como contrapartida hay familias solidarias y personajes divertidos, conocereis la vida y el carácter de la inspectora Pieldelobo y … en fin la ciudad de Pamplona, pero sin los sanfermines ni la calle Estafeta.

Los amantes del policial disfrutarán de la trama en la que no dejan de pasar cosas, con varios giros, sustos, persecuciones, personajes odiosos y una investigación entretenida que mantiene el ritmo y con un final que engancha

Capítulos cortos, buenas descripciones, lenguaje cuidado que hace fácil la lectura, un poco de amor y el carácter implacable de su protagonista.

He disfrutado con los personajes por su variedad, con el estilo ágil y con la trama; es una historia adictiva que me ha hecho leer las novelas anteriores y os aseguro que no podréis dejar de leer y al final os quedareis con una sonrisa cuando se reestablezca la armonía. Leed la serie este verano y disfrutareis con Marcela Pieldelobo.


lunes, 15 de julio de 2024

Una novela contra la dictadura argentina. La obra más negra y comprometida de Carlos Salem

 


Aunque el curso pasado lo dedicamos enteramente a la novela negra argentina, eso no significa que la novela negra argentina se nos acabara el curso pasado. De hecho, este año leeremos tres obras de criminales gauchos, y el primero del que os vamos a hablar es de un viejo y querido conocido del Club: Carlos Salem. Tan viejo y tan querido que fue el que bautizó el club allá por octubre de 2010.

Y lo hacemos con una obra muy especial, su libro 50º . Y un número tan especial se merece una obra especial, por eso Salem nos ha regalado su novela más negra y comprometida.

Pero mejor no os digo más, que Rosa Peinado lo cuenta mucho mejor que yo y hasta con acento porteño.

 

TANGO DEL TORTURADOR ARREPENTIDO, de Carlos Salem.

Por Rosa Peinado.

 

Probablemente, si nacés en la Argentina bien mediado el pasado siglo y no anhelás de chico ser astronauta sino escritor, llevas de serie la necesidad de contar esta historia, y no hacerlo de cualquier manera, querrás prepararte para ello, durante 30 años, con un primer acercamiento teatral y 49 libros en la mochila. Y aún con tal entrenamiento, confiesa Salem que los capítulos finales están llenos de palabras empañadas.

Imposible leer esta novela sin tomar conciencia de las cicatrices en cuerpo y alma de los familiares y supervivientes del horror de la dictadura argentina, empatizar con ellos, despreciar a los ejecutores, facilitadores o mandos de cualquier rango que cometieron tales atrocidades.

 

… está oscuro, hace frío, no me puedo mover, estoy atado, tengo miedo y rezo porque no vuelvan a martirizarme, pienso en mi novia, una joven idealista, malos tiempos para pensar… he acabado en un calabozo, se oyen gritos y lamentos sin parar… Cuando temo el peor desenlace, salgo -me sacan- del encierro, pero ya no soy el mismo, o no solo. He sufrido una metamorfosis, ahora me habitan dos personas que se debaten entre sentimientos de culpa y necesidad de venganza.

 

Paradójicamente, hay un desfile de inocentes que carga con una culpa freudiana, autoimpuesta como dolor por haber hecho o dejado de hacer algo, por no haber sufrido o por haberse salvado; mientras, los criminales se intentan exculpar en manidos refugios como el cumplimiento de órdenes, el escalafón, o la salvación de alguna víctima; pero no se sostienen frente a los espejos, que les devuelven la imagen monstruosa de sus miserias. Aunque la coraza más repugnante sea la semántica, el lenguaje al servicio de la apología de la crueldad, “… el desaparecido en tanto esté como tal, es una incógnita, mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está… ni muerto ni vivo, está desaparecido”, Videla dixit.

La sed de venganza, presente en toda la historia como motivo de disputa entre las personalidades del protagonista, se alimenta de la casualidad cuando el azar lo sitúa frente a su verdugo veinte años después y a 10.000 kilómetros de distancia. En ese momento, como lectora me he encontrado bailando un tango a tres, entre medias de torturador y torturado, un tango que no es agradable de bailar y la salida, entre pivotes y enrosques, aboca a la dicotomía de elegir entre seguir adelante desprendiéndonos del pasado, dejando de una vez aquel calabozo que nunca se abandonó del todo, o ya conoces el proverbio, “antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava dos tumbas”.