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lunes, 7 de julio de 2025

 



Arrancamos el Verano Negro con una novela que todos deberíamos leer

Ya lo decían esas grandes pensadoras —y mejores cantantes— llamadas Sonia y Selena: el verano ya está aquí.
Y con él, nuestro Verano Negro, la sección de reseñas literarias made in los negritos de las Ahorcadas.

Abrimos el melón nada más y nada menos que con la última gran novela negra de la última gran novelista de la vertiente más sociopolítica y comprometida del género en Francia: Dominique Manotti.
Un libro que no es para todos, pero que todos deberíamos leer por la estupenda reseña de Piluca Martino… y a que este otoño tendremos el privilegio de comentarla con su autora.

Que la disfrutéis. Bon appétit.


Marsella 73, de Dominique Manotti

Por Pilar Martino

Antes de comenzar con la novela, es importante conocer algunos detalles del contexto político y social de Marsella en los años 70.
Tras la independencia de Argelia en 1962, cerca de un millón de europeos nacidos allí —los pieds-noirs, o Pies Negros— fueron repatriados a Francia. Muchos se establecieron en Marsella, trayendo consigo una mentalidad claramente colonial, racista y antiárabe, además de un fuerte resentimiento hacia el gobierno francés.

El Estado, lejos de marginarlos, valoró su experiencia como exmiembros del ejército, de la policía colonial o de milicias paramilitares como la OAS. Muchos fueron integrados en la policía, la gendarmería o los servicios de inteligencia, y algunos, con formación militar o policial, acabaron colaborando con las mafias locales, participando tanto en redadas antidrogas como en redes de tráfico.
Su hostilidad hacia los argelinos y árabes se tradujo en el encubrimiento de agresiones, redadas violentas y abusos hacia las comunidades magrebíes. Esta estructura dio lugar a un entramado de violencia institucional, encubrimiento sistemático y una ruptura definitiva de la población magrebí con las fuerzas del orden. Todo ello en el contexto de la famosa French Connection.

Y en esta novela Dominique Manotti reconstruye desde la ficción una serie de crímenes racistas cometidos en Marsella en 1973.
Ese año, el asesinato de un conductor de autobús a manos de un joven argelino desató una oleada de represalias racistas: durante semanas, grupos de extrema derecha, exmilicianos y civiles armados —muchos con vínculos con la OAS y los pieds-noirs— persiguieron y asesinaron a inmigrantes árabes, mientras la policía miraba hacia otro lado.

Publicada en 2022 y traducida por Víctor del Árbol, que firma un excelente prólogo en el que explica las tensiones y desencuentros entre los distintos cuerpos policiales, Marsella 73 engancha gracias a este tenso contexto de violencia institucional, racismo estructural y herencia colonial, envuelto en una trama policial basada en hechos reales.

Está protagonizada por el comisario Théo Daquin, presentado en novelas anteriores, que se incorpora a la policía marsellesa. Parisino de origen, debe adaptarse a la ciudad al tiempo que le encargan la investigación del asesinato de un joven argelino. Su tenacidad y sus firmes convicciones morales le hacen rechazar la versión oficial de un simple ajuste de cuentas —sostenida por policía, jueces y prensa—. Acompañado de Grassi, marsellés y gran conocedor del terreno, y Benôit, un meticuloso analista, consigue desentrañar la verdad, desmontando la versión oficial y revelando el racismo estructural que subyace.

Confieso que la primera lectura no fue nada fácil, sobre todo porque desconocía absolutamente el contexto. Por eso he querido incluir aquí esta breve explicación previa.
Sin embargo, la novela me ha gustado mucho: primero, porque me gustan los libros que me aportan datos históricos, especialmente cuando los desconozco; y, además, me ha encantado la manera en que, denunciando un hecho del pasado, Manotti conecta de manera contundente con el presente. No podemos olvidar que la historia es cíclica y que hechos, actitudes e ideologías que creíamos superadas vuelven a aparecer hoy.

Por último, me ha fascinado la autora. Historiadora y economista especializada en historia contemporánea, comenzó a escribir ficción con más de cincuenta años, con una clara intención de denuncia. El racismo institucional, la corrupción política y policial y el ascenso del fascismo y la extrema derecha son temas recurrentes en su obra. Su estilo lo definen sus propias palabras:

“No escribo para distraer, escribo para mostrar lo que se quiere ocultar”.

Así que os animo a esta lectura que, creo, nos invitará a pensar y a debatir.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Un viaje literario a la Patagonia


 Si eres de los que te gusta recorrer mundo sin levantarte del sofá, no te puedes perder la recomendación de esta semana, en mi opinión la mejor novela de Cristian Perfumo.

¿Cómo, que no sabes quién es Perfumo? Pues deja lo que estés haciendo y prepara tus maletas.

 

Los crímenes del Glaciar, de Cristian Perfumo.

Por Elena Martínez.

 

¿Alguna vez habéis fantaseado con que un día un pariente lejano os deja una herencia millonaria? Pues precisamente eso le ocurre a Julián, un chaval de Barcelona, que recibe con sorpresa la noticia de que es el único heredero de Fernando Cucurell, un hermano de su padre del que éste jamás le ha hablado. Y la herencia consiste en algo de dinero en el banco, una urna con sus cenizas y… ¡un terreno en La Patagonia!.

Julián atraviesa un mal momento después de que la relación con su pareja haya terminado de un modo muy doloroso para él, así que cree que es buena idea alejarse de todo e ir a recoger su legado. A su llegada a El Chaltén, un pueblo idílico situado en el Parque Nacional de los Glaciares, continúan las sorpresas al enterarse de que su propiedad es en realidad un hotel, que su tío construyó , y que lleva abandonado desde que Fernando partió hace ya más de 30 años. Y, por fin, la sorpresa mayor, al encontrar en una de las habitaciones del hotel el cadáver momificado de un hombre que, según todos los indicios, fue asesinado. No es el único cadáver que ha aparecido en El Chaltén en circunstancias extrañas; hace algún tiempo el glaciar Viedma escupió literalmente los cuerpos de otros dos hombres también con signos de violencia. Los tres fueron asesinados por las mismas fechas, hace más de 30 años, y los tres llevan un extraño anillo con la cabeza de un lobo.

 Todo hace suponer que su tío está implicado de algún modo en esas muertes. Y con la ayuda de Laura Badía, una policía que lleva tiempo investigando los crímenes del glaciar, Julián intentará averiguar la verdad, sin sospechar que las respuestas que busca las encontrará en Torroella de Montgrí, el pequeño pueblo de Cataluña del que procede su familia. Y esas respuestas harán saltar por los aires su vida y la de los suyos.

La novela es como uno de esos icebergs que el glaciar va liberando. Al principio solo ves la parte de arriba, que es apenas una décima parte de lo que se esconde debajo y a mí me resultó muy adictiva. Tras muchos giros de la trama, al final todo encaja y nos deja ver completa una historia de violencia y secretos del pasado.

Está narrada en primera persona, aunque a partir de la mitad del libro la historia se divide en dos líneas temporales, bien hiladas. Bien escrito, entretenido y adictivo, con un lenguaje fluido y claro. En los  diálogos se diferencia el habla y las expresiones entre los personajes españoles y argentinos, lo que les da verosimilitud, pero sin abusar de giros locales que dificulten la comprensión.

Tengo que hacer una mención aparte a los escenarios en que se desarrolla la acción (recomiendo buscarlos en Google). Los paisajes que describe maravillosamente, el pico Fitz Roy, la Laguna de los Tres y sobre todo el Glaciar Viedma te trasladan a otro mundo, remoto, grandioso, distinto. Reconozco que una de mis asignaturas pendientes es conocer La Patagonia (iba a ir el año pasado, pero no pudo ser) y el libro me ha acabado de convencer de que tengo que ir, SI o SI.


miércoles, 21 de agosto de 2024

Una novela con tanta personalidad como su reseña (o viceversa)

 


Esto es lo que nos trae una de las negritas más veteranas de la tribu, la última y más original novela del Tormo Negro 2012.

 ¿Qué será, será?

Seguid, que reseña y novela lo merecen.

 

Sam y yo, de Joe Álamo.

Por Ana Martínez, alias Subira.

 

¿Eres rosa chicle, o quizás azul eléctrico?

 ¿No tienes claro cuál sería tu color?

 Seguro que Sam y Sophie te lo dirían al primer vistazo. También descubrirían tu olor y muchas más facetas de ti que nunca te hubieras planteado.

 Yo no sé de qué color soy, pero Joe Álamo es negro, pues con sus novelas te lleva por la crudeza más absoluta sin adornos ni florituras. Pero, si te fijas bien, no es negro, es azul oscuro casi negro. Por eso, ni en medio de tanta violencia abandona el humor irónico que caracteriza su obra, ni esa ternura que la hace tan especial.

 

Sophie: José Elías Álamo comenzó a escribir  a los 46 años.

Es autor de varias novelas, como la saga de Tom Z Stone.

Ha recibido varios premios, como el Tormo Negro (2012)

Sam: Además es un tío de puta madre y está de buen ver.

Sophie: Sam, por favor.

Sam: Vale, vale, has empezado tú.

 

Pero aparte de crudeza, humor y grandes dosis de thriller psicológico, ¿qué nos encontramos en Sam y yo?

Pues personajes únicos y apasionantes. Conoceremos a Eva, maltratada por la vida de todas las formas posibles. Una chica extremadamente inteligente que encuentra una vía de escape en otras vidas. Así nos presenta a Sam, seguidora apasionada de Jackie Chan, sinvergüenza, macarra y socarrona; y a la dulce Sophie, de altas capacidades, tímida y encantadora. Tres mujeres en una (o una en tres) que huyendo de una situación tras otra acaban trabajando para FunCor, que de Fun tiene bien poco. Esta empresa nos abre las puertas a un abanico de personajes estrambóticos, heridos e hirientes, sin escrúpulos y sin sentido. Personajes de los que Eva (Y Sam y Sophie) tendrán que escapar mientras planean su venganza.

Pero en medio de tanta crudeza, de la que Joe no nos perdona ni un ápice, Sam y yo se lee con una sonrisa de ternura al conocer personajes como las locas del coño del colmado; con carcajadas con las ocurrencias de Sam o de su amiga Ka; con tensión ante una trama llena de curvas, pliegues y hondonadas; con tristeza y rabia ante las injusticias sociales que denuncia; y con deseo ante las escenas de amor y sexo que te calan dentro.

¿Por qué leer Sam y yo? La pregunta sería… ¿y por qué no? Si lo lees te enfrentarás a un thriller psicológico de los que te vuela la mente y te hace no parar de leer, conocerás personajes únicos maravillosamente locos y especiales, vivirás una trama original y vertiginosa y te empaparás de la prosa afilada, pura y sin tapujos del gran J.E. Álamo. Si no lo lees, no te pasará nada. Pero esa apatía demostrará que eres un ser gris, casi transparente, al que no le vendría mal un poco de emoción en estas tardes calurosas de verano. Ponte crema protectora, porque esta novela quema, y prepárate a coger colorcito. Transformémonos en arco iris de la mano de Sam y Sophie, de Sam y yo.


martes, 13 de agosto de 2024

Una novela donde tendremos que dar caza al hombre del saco

 


Esa es la apetecible propuesta de esta semana, la última novela del que para mí es uno de los mejores e injustamente infravalorados autores de género negro de nuestro país….aunque sea murciano.

¿Quién será, será? No tenéis más que seguir leyendo para descubrirlo.

 

 El hombre sin rostro, de Claudio  Cerdán.

 

Por Beatriz Hernández.

 

Claudio Cerdán  nos trae su ultima OBRA: El hombre sin rostro, una novela oscura y muy adictiva, en la que una vez que arrancas, no puedes parar, ya que nos vamos a encontrar capítulos cortos que te dejan con ganas de leer uno mas siempre.

 ¿Qué harías tu si perdieras a tu hijo? ¿Qué harías si pudieras recuperarlo años después?. YO diría que todo y algo mas,¿no? Una noche aparece un niño que llevaba tiempo desaparecido y todas las alarmas se disparan para Roberto Cusac y su mujer Inés Herrera, quienes se verán envueltos en una lucha contrarreloj para descubrir qué ha ocurrido realmente estos años con su hijo.

 Una de las cosas que más me ha gustado  es que conocemos de antemano al psicópata malo malísimo, ya que se alternan capítulos con los de la trama y esto hace ver su lado oscuro desde un principio, así como vemos  a su vez el por que de todo lo que esta haciendo.

 En cuanto al final, decir que  va acorde a la trama y que te va a dejar con ganas de más. Yo no lo vi venir, pero igual tu con tus dotes de CSI lo captas antes. En definitiva,  El hombre sin rostro  es una historia oscura, rozando el misterio y el terror donde tendremos que dar caza al hombre del saco.

 ¿Te animas a cazarlo?


lunes, 5 de agosto de 2024

Una novela negra que invita a reflexionar

 


Esta es la propuesta de la semana. La primera entrega de la exitosa trilogía de Teresa Cardona. Una de esas novelas que nos recuerdan que el género negro puede ser mucho más que  entretenimiento.

Y si no me creen, pasen y lean.

  

Un bien relativo, de Teresa Cardona

Por Almudena Torrijos.

 

Teresa Cardona, madrileña con un pie en Alemania inicia con este libro, aunque se publicó posterior al de “Los dos lados”, la historia de los casos que suceden en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. Se inicia aquí la nueva andadura de la teniente Karen Blecker, recién llegada a España tras su paso por la Europol, y su compañero, el brigada José Luis Cano. Blecker, hermética, minuciosa y venida de procedimientos europeos va complementándose con Cano, más visceral, pragmático, emotivo y buen conocedor del terreno.

La novela se desarrolla en dos líneas temporales, la primera se inicia en San Lorenzo con la aparición de un cadáver en el camino de La Horizontal, se trata del cuerpo de una monja que no pertenece a ninguna de las congregaciones de la zona.  Arranca aquí  la investigación sobre Sor Lucía, monja dominica que se presenta como mujer firme y decidida dedicada a la mejora y actualización de la planta de maternidad en el hospital en el que trabajaba años atrás.

La otra línea se desarrolla en los años 80 y la protagonizan Inmaculada y Conchita, en Carabanchel, donde madre e hija viven por y para llevar el jornal a casa, para cuidar de los otros cuatro niños, y por evitar al esposo y padre, borracho y maltratador.

Ese Carabanchel es tan opuesto y tan ligado al barrio de Salamanca, que resulta ser también protagonista de esta novela. Los barrios de “criadas y chicas del servicio” y el de “damas, señoras y señores”. Espacios convivientes bien retratados y muy alejados del Madrid de la “movida” tan asociado a esos años.

En estos dos barrios viven otro abanico de personajes secundarios, potentes y bien descritos que conforman el tejido sobre el que la figura de Sor Lucía sobrevuela, una mujer segura, tenaz y algo déspota pero firme en su deseo de buscar “el bien de todos”. Entonces ¿por qué matarla, quién quiere matar a una monja?

Y es que esta novela es negra, por truculentas acciones, muertos y denuncia social, y que interpela una y otra vez, con un estilo reposado y diálogos que invitan a reflexionar, a revisar nuestras propias convicciones, a cuestionarnos si “por el bien” de alguien todo acción es buena o mala, si debe ser juzgada después de tanto tiempo, si hay que remover el pasado según la escala social que ocupes o bien dejar todo como está.

Conocer el pasado nos lleva a entender el presente siempre y también en las tres novelas de estos investigadores. El rumor que se extendía en los años 80 y 90 sobre algunos nacimientos, muertes prematuras y adopciones ilegales, hoy la historia lo confirma: fueron bebés robados. Y yo que en esos años  ya jugaba en la calle y me preparaba para el instituto ajena a todo esto, tuve la suerte de tener una hermana en 1984 y poco más tarde nuevos hermanos de amigas. Tengo claro que con 13 y 18 años no entendíamos por qué nuestras madres miraban con preocupación el parto y las horas posteriores; lo que entonces no entendía, hoy, a la luz de la historia y la verdad, puedo asegurar que si me hubiera sucedido yo  habría revuelto la ciudad, El Escorial y el mundo por encararme con Sor Lucía.